Cultura

Expertos creen que Córdoba inspira la apertura política del mundo árabe

  • El filósofo iraní Ramin Jahanbegloo afirma que la coexistencia de las tres culturas es un modelo válido para propiciar cambios y Juan Goytisolo acusa a Occidente de abandonar a los prodemócratas durante décadas

Los Encuentros Averroes, que organiza hasta hoy en Córdoba la Casa Árabe, cerraron ayer su penúltima etapa con una idea fundamental: que la experiencia de convivencia pacífica vivida en la capital cordobesa durante algunos periodos de la Edad Media ejerce hoy influencia en el pensamiento y los movimientos ideológicos que están inspirando en el  mundo árabe movilizaciones aperturistas como las vividas hace unos días en Túnez o las que a diario se registran actualmente en Egipto.

"El paradigma de Córdoba es un ejemplo claro de lucha contra la intolerancia y de esfuerzo por la no violencia, y por eso todavía hoy sigue vivo y es una influencia", explicó en ese sentido el filósofo de origen iraní Ramin Jahanbegloo, que participó en una mesa redonda sobre la proyección actual del ejemplo de coexistencia que se registró en algunos momentos de la historia de Al Andalus. El pensador y catedrático de la Universidad de Toronto estuvo acompañado en este diálogo por el escritor y ensayista catalán Juan Goytisolo, que acusó a los gobiernos occidentales de haber abandonado a su suerte durante décadas a los movimientos prodemocráticos árabes, y por el también narrador y periodista José Manuel Fajardo González.   

 

Ramin Jahanbegloo, que es uno de los más destacados activistas prodemocráticos de Irán y que en 2006 fue detenido por el régimen de Mahmud Ahmadineyad durante cuatro meses por una supuesta conspiración, destacó a su vez que el llamado paradigma de Córdoba -término acuñado por él mismo- aporta una lección fundamental para el mundo islámico al demostrar que la coexistencia pacífica entre personas de distinta ideología o credo, base de la convivencia democrática, no es un movimiento puramente occidental y ajeno por tanto a la cultura árabe o islámica. "El ejemplo de Córdoba demuestra que la democracia es un patrimonio del mundo entero", señaló.

 

La preocupante y al mismo tiempo alentadora información que llega desde Egipto tuvo un poderoso influjo en todos los miembros de la mesa redonda, que, con sus matices, coincidieron en señalar que son una demostración evidente de que algo está cambiando, aunque es difícil conocer los alcances de estos movimientos y la influencia que puedan tener en países del entorno. Juan Goytisolo, buen conocedor de la relaciones entre occidente y el mundo árabe-islámico, al que ha dedicado algunos de los libros centrales de su obra, pronunció en esa misma línea una ponencia en el que se apreciaban tanto sus esperanzas como sus cautelas. Para el autor de Reivindicación del conde don Julián, lo ocurrido en Túnez y Egipto demuestra que los pueblos árabes no padecen la falta de dinamismo que a menudo se les achaca. En todo caso, certificó que "nos encontramos ante una nueva realidad".

 

La disertación del mediano de los hermanos Goytisolo, que tiene fijada su residencia en Marruecos desde hace años, fue un análisis  de la evolución de los países árabes desde hace sesenta años hasta la actualidad y una reflexión argumentada de las razones que han llevado a que se produzcan movimientos sociales de este tipo, inesperados para muchos.

El escritor achacó por ejemplo la falta de apertura del mundo árabe-islámico a  cuestiones tan determinantes como la pobreza que padecen la mayoría de los países de la zona, al efecto pernicioso de los petrodolares, a la falta de apoyo de las grandes potencias occidentales a los movimientos democráticos y su respaldo a dictaduras  que les resultaban cómodas o el abandono de los estudios de humanidades en unas sociedades en las que pensadores tan destacados como Averroes o Ibn Arabi y obras capitales de las letras  universales como  Las mil y una noches se encuentran prohibidas en muchos casos. "¿Qué queda entonces?", se preguntó el autor de Señas de identidad. Goytisolo se mostró en todo caso esperanzado en que la mecha de la democracia pueda prender en los países árabes y basó esa confianza en que avances políticos rápidos y pacíficos como el que vivió España tras la muerte de Franco también parecían inviables pocos años antes.

En todo caso, el autor barcelonés, que destacó la importancia que han tenido las filtraciones de Wikileaks en el aumento de la desconfianza de tunecinos y egipcios hacia sus respectivos gobiernos, consideró como necesario y urgente para una posible expansión de movimientos prodemocráticos por países cercanos que Israel dé marcha atrás en la ocupación de Palestina y regrese a las marcas de 1967. "Es necesario que se restablezca la legalidad internacional", explicó.

 

El periodista granadino José Manuel Fajardo afirmó por su parte que "la ola de transformaciones democráticas es una gran noticia, por lo que tiene de llegada de libertad y porque se está produciendo a través de un laicismo cívico que, de asentarse en la ribera norteafricana, puede poner las bases para un diálogo más fructífero y abierto entre Europa y estos países".  Fajardo coincidió en señalar que el paradigma de Córdoba es un modelo que abre las puertas al futuro y que supera el modelo "unilateral" que se ha vivido en España desde los Reyes Católicos. "Es el camino de la convivencia", concluyó.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios