Cultura

"A partir de Góngora, la lengua y la literatura española son otras: es un renovador"

  • Una exposición, un congreso internacional y otras actividades revisarán este año la vida y la obra del cordobés y pondrán de manifiesto su influencia en la historia de la poesía

Hace 450 años nació en la Casa de las Pavas Luis de Góngora y Argote, figura mayor de la poesía occidental y protagonista de un programa de actividades que, organizado por varias instituciones y coordinado por Joaquín Roses, profesor titular de Literatura Española e Hispanoamericana de la Universidad de Córdoba, se desarrollará en los próximos meses. El autor de las Soledades se asoma al siglo XXI con la luz de unos versos que también son música y misterio.

-¿Qué objetivos se persiguen con esta conmemoración?

-Desde hace muchos años estamos desarrollando una labor de reivindicación de la figura de Góngora, porque ocurre muchas veces, desagraciadamente, que lo que tenemos más cerca no lo vemos con claridad o no sabemos valorarlo. Aprovechando que se cumplen 450 años de su nacimiento, queremos demostrarle a la ciudad y al país entero, porque se trata de una celebración estatal, la dimensión de Góngora como figura importantísima de la cultura española, que transformó por completo el idioma.

-¿Qué actividades hay previstas y cómo va a ser su distribución a lo largo del año?

-Lo primero que hay que decir es que todo esto existe gracias a la iniciativa política y el trabajo de la diputada por Córdoba Angelina Costa. Se presentó un proyecto muy ambicioso antes del verano de 2010, del cual algunas actividades están en marcha. En primer lugar hay que hablar de una gran exposición sobre Góngora, que se celebrará en la sala Recoletos de la Biblioteca Nacional (Madrid), entre septiembre y noviembre, y Córdoba, desde diciembre hasta enero o febrero de 2012. No se va a limitar a fondos documentales, manuscritos y ediciones de la obra de Góngora y sus contemporáneos, sino que incluirá otros contenidos. Asimismo, se explicará al visitante la importancia y la vigencia que el poeta tiene en toda la época posterior, especialmente en el siglo XX. Para no mutilar la exposición, financiada íntegramente por la Sociedad Estatal de Acción Cultural, en Córdoba ocupará dos espacios que reúnen las condiciones adecuadas: la sala Vimcorsa y el Centro de Arte Pepe Espaliú. Al margen de la Sociedad Estatal, que depende del Ministerio de Cultura, las instituciones implicadas en las actividades conmemorativas son el Ayuntamiento, la Diputación, la Universidad y la Junta de Andalucía. La financiación de las iniciativas es diversa, pero el protagonismo institucional va a ser de todas. Las tres primeras colaborarán en la realización del congreso, segunda gran actividad del año y que posiblemente se celebrará en noviembre, coincidiendo con el final de la exposición en la Biblioteca Nacional. Hay quien puede preguntarse cuántos congresos sobre Góngora se han celebrado en Córdoba. La respuesta es: ninguno. Se han hecho diez foros de debate -Góngora Hoy- que han dado como resultado una colección de estudios gongorinos de la que han salido once números, el último sobre las Soledades. Eran foros en los que venían cinco conferenciantes, que carecían de comunicaciones y que se celebraban en dos o tres días. Ahora afrontamos un congreso internacional de una semana de duración y en el que los jóvenes investigadores presentarán sus comunicaciones. Será el primer congreso internacional sobre Góngora que se celebre en España, y su objetivo es estudiar las tradiciones en las que el poeta aprende su arte y cómo luego es capaz de dinamitarlas, así como las proyecciones de su obra en toda la poesía posterior, con especial relevancia en el siglo XX, tanto en España como en Hispanoamérica. Y sin quedarnos exclusivamente en la literatura, ya que estableceremos conexiones con otras disciplinas como la Historia, el arte y, muy destacadamente, la música. La tercera actividad es la más ambiciosa y la que está costando más trabajo. Góngora también era dramaturgo y escribió en 1610 una obra llamada Las firmezas de Isabela que publicó en Córdoba en 1613. Esta obra es una joya. Pero, como sucede con la poesía, acercarse a su teatro conlleva una dificultad. No es el tipo de teatro facilón de la fórmula lopesca. Ha habido contactos con el Inaem -Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música, dependiente del Ministerio de Cultura- que han puesto de manifiesto la dificultad de llevarla a la escena por motivos de producción. El Inaem sugirió que busquemos una coproducción con una productora privada y en eso estamos. Tenemos pendientes nuevas reuniones para avanzar en el proyecto.

Otra línea de trabajo que me parece fundamental es la referente a las publicaciones. He presentado a la Dirección General del Libro del Ministerio de Cultura y a la de la Consejería de Cultura un proyecto editorial serio que incluye unos diez títulos. Hay, por ejemplo, un texto de finales del siglo XIX publicado en Córdoba por Manuel González Francés, Góngora racionero, que nunca se ha vuelto a editar: sería interesante reeditarlo en facsímil junto a otros textos. Hay facsímiles de principios del siglo XX que también vale la pena recuperar, así como la única biografía de Góngora publicada hasta la fecha, escrita por Miguel Artigas en 1925. Junto a esto hay una serie de libros de nueva creación que he propuesto, entre ellos una segunda antología en honor a Góngora -Gerardo Diego hizo la primera en 1927-, con poetas del siglo XX, y una selección de la crítica realizada sobre Góngora el siglo pasado que muestre la manera en que estos textos han transformado el conocimiento que tenemos del poeta actualmente, muy distinto del que tenían, por ejemplo, los académicos cordobeses que le rindieron homenaje en 1927. Quizá sería interesante también comprobar cómo leen a Góngora los poetas vivos. Pero todo esto no está tan desarrollado como la exposición y el congreso. Hay también una propuesta de documental que carece de momento de una partida económica que lo haga posible. Me he entrevistado con el director y el productor, tenemos una escaleta y un presupuesto y lo ideal sería que se estrenara en el marco del congreso, por ejemplo en la Filmoteca de Andalucía. No hay un documental dedicado a su figura. Góngora fue de los primeros en darse cuenta de la importancia que tiene la relación entre la trayectoria vital y la obra, como demuestra el Manuscrito Chacón, en el que data cada uno de sus poemas, y queremos que este aspecto esté presente en el documental, así como su proyección en autores como Lezama Lima, Severo Sarduy y los poetas del 27.

En lo referente al público infantil, en 2009 hice dos antologías didácticas, para la ESO y Bachillerato, que no han tenido la suficiente difusión, por lo que se podría aprovechar esta conmemoración para hacer con ellas un programa de difusión de Góngora por colegios e institutos. Angelina Costa está en conversaciones con la concejala de Educación e Infancia, Elena Cortés, y con profesores de instituto. Finalmente, lancé la idea de que Góngora esté presente en las actividades culturales que con periodicidad anual se celebran en Córdoba: Cosmopoética, Feria del Libro, Festival de la Guitarra... Cosmopoética parece que ha recogido la idea y le va a hacer un homenaje. En la Feria del Libro me consta que también habrá actividades. La parte musical es asimismo importante. El Ayuntamiento está interesado en programar un ciclo de música barroca, con grupos que han hecho cosas sobre Góngora como Cinco Siglos. Todas las actividades están enmarcadas bajo la etiqueta Góngora, la estrella inextinguible. Raíces y proyecciones de un andaluz universal en el 450º aniversario de su nacimiento.

-El Ayuntamiento anunció para este año la apertura del Centro de Estudios Gongorinos. ¿Están haciendo las instituciones implicadas la apuesta necesaria para llevar a buen término este proyecto?

-No, no están haciendo la apuesta necesaria. Siempre que me preguntan por esto respondo lo mismo: que pregunten a los políticos. Ya que sale este asunto, diré que Córdoba podría contar con la biblioteca del profesor granadino Emilio Orozco, uno de los grandes expertos del siglo XX en Góngora. Una biblioteca llena de obras de los siglos XVI y XVII, manuscritos, primeras ediciones..., valorada en un millón de euros. El deseo de sus hijos -Orozco falleció en los años 80- era donarla a un centro de estudios sobre Góngora a cambio de la edición de las obras completas del profesor. Hay responsables políticos de Córdoba que han conocido este ofrecimiento pero no se ha hecho nada. Una oportunidad perdida.

-Con este centro, es de esperar que vuelva el Foro Anual de Debate Góngora Hoy.

-El último se celebró en 2007, año en que entró un nuevo equipo en la Diputación. Ya no se celebraron más, decían que no era necesario porque el Centro de Estudios Gongorinos se encargaría de continuar esa labor tan importante. Pero el centro no se pone en marcha y se terminan los foros, cuyo interés no residía sólo en el hecho de reunir a varios especialistas sobre Góngora sino en la colección de estudios que produjo. En la Biblioteca del Congreso de Washington o en la Biblioteca Pública de Nueva York están las actas del foro. Góngora está en todas las bibliotecas del mundo. Que un premio Nobel como Mario Vargas Llosa haya afirmado en varias ocasiones que su poeta preferido, por encima de los franceses, es Góngora debería hacer que intentáramos contestar a la siguiente pregunta: ¿conocemos realmente a Luis de Góngora? Los cordobeses tenemos la obligación de conocerlo, entre otras cosas, y por decirlo de una manera muy sencilla, porque actualmente se hacen las cosas de cualquier manera: la gente escribe, viste, conversa de cualquier manera. Góngora no lo hacía. Él intenta elevar la lengua española a la altura de la latina. A partir de Góngora, la lengua y la literatura españolas son otras: es un renovador. Lo imitan en poesía y en prosa, y el hecho de que fuera tan imitado en prosa en el siglo XVII hace que el mensaje de Cervantes no se difunda, su prosa llana no triunfe como debería haber triunfado. En el XVIII y el XIX, sin embargo, su huella desaparece, por una ceguera que tiene que ver con los críticos, con la repetición de las inercias de un manual a otro... Pero resurge en el XX, cuya poesía no se puede entender sin Góngora, entre otros aspectos porque es un autor que adelanta una gran obsesión de los poetas contemporáneos: la especificidad del lenguaje poético y la poesía como tema. También hay que reparar en su oído musical: es el poeta de mejor oído de la literatura española. En esto supo imitar bien a Garcilaso. Góngora demuestra hasta qué punto la poesía se acerca al misterio de la música. El Polifemo, que es la fábula más perfecta de la literatura occidental, está lleno de referencias musicales.

-¿Cómo trata Córdoba a Góngora?

-Yo ampliaría la pregunta: ¿cómo trata Córdoba todo lo que tiene que ver con la cultura? ¿Y de qué Córdoba hablamos: de la de las peñas, el dominó y el perol...? Vivimos en una época de frivolidad, superficialidad, banalidad. La arqueología, una fuente de riqueza turística que la ciudad atesora, es vista como un obstáculo, no como un instrumento de transformación y dinamización. Pero estas cosas no sólo pasan en Córdoba, también en otros sitios; lo que ocurre es que por una serie de circunstancias socioeconómicas que todos conocemos, todo esto es aquí más grave si cabe: una exaltación de lo cateto.

-¿Qué aspectos de la vida y la obra de Góngora quedan por conocer? ¿En qué dirección avanzan los estudios actuales?

-Esto nos lleva al catálogo de la exposición. Debe ser un catálogo con aportaciones exclusivas en las que se manifieste el cambio de perspectiva que se está produciendo respecto al análisis y la interpretación de la poesía de Góngora. Un capítulo importante será el biográfico. Me consta que hay una investigadora que está actualmente trabajando en su biografía y está descubriendo una serie de documentos que demuestran la sarta de disparates que se han dicho sobre la vida del poeta. Se está haciendo también mucha labor de conexión de Góngora con otras disciplinas. Sus grandes obras, en su calidad de clásicas, soportan múltiples lecturas, son inagotables, y además son iluminadas por nuestra propia vida y las teorías literarias actuales. Se están haciendo estudios importantes sobre las Soledades, el Polifemo y el texto que a Góngora le resultaba más querido: la Fábula de Píramo y Tisbe, de 1618, un romance en el que pone en marcha su novedosa idea de lo que debe ser la poesía.

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