Cultura

Cambio de imagen, cambio de ideas

Lugar: Casa Góngora (C/ Cabezas, 3). Clausura: 12 de mayo. Horario de visitas: lunes a sábado de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00.

En la pasada edición de la Bienal de Venecia, la artista nacida en Polonia Aleksandra Mir presentaba una serie de postales en las que el logotipo y tipografía con que se vende la imagen de la ciudad de Venecia en los souvenirs para turistas se veía trastocada por las imágenes que utilizaba como fondo para las mismas (desiertos, géiseres, paisajes nevados, rascacielos neoyorkinos).

Esta deriva de la imagen de la ciudad, nos sirve para introducirnos en Iconos 2016, un proyecto promovido por la Fundación Córdoba ciudad cultural y producido por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Córdoba, que fue ideado por Carlota Álvarez Basso y ha sido comisariado por Miguel Ángel Moreno Carretero, artista y también director de las jornadas de intervención en el paisaje Scarpia.

Tras la convocatoria abierta, a la que presentaron más de un centenar de proyectos, el jurado ha seleccionado 16 propuestas de artistas cordobeses que con sus trabajos afrontan la difícil pero más que necesaria tarea de cambiar la imagen de Córdoba en el exterior, una imagen que las oficinas de turismo y demás eventos relacionados con estas industrias venden como algo puramente patrimonial y anclado en nuestra historia, olvidándose de que el presente es también patrimonio y nuestra cultura contemporánea debe ser la herramienta más eficaz para conseguir la capitalidad cultural en el 2016.

Por ello si Aleksandra Mir, huía de puentes, canaletos, góndolas y máscaras, estos 16 artistas presentan desde disciplinas como la escultura, el mobiliario urbano, la intervención sobre el paisaje, la performance, la intervención urbana, el merchandising o el vídeo comercial, diferentes estrategias para intentar cambiar la imagen de nuestra ciudad.

Algunos se han dejando seducir por la potencialidad icónica de la cifra, 2016, para presentarla como un elemento de mobiliario urbano (Paloma Montes y Mamen Salas), una creciente intervención vegetal sobre el paisaje (María Ortega) ya instalada en el Parque de Miraflores, una acción de arte público y participación ciudadana (Juan López y Juan Jurado) o un juego de cifras y letras, como en la escultura de Francisco Ariza, pieza de mobiliario urbano en la que se puede leer junto a Córdoba 2016, el lema lanzado por la Fundación: "El futuro tiene raíces".

Junto a éstos, la intervención en el espacio urbano a modo de plantillas relacionados con el mundo del flamenco (Juan Carlos Díaz) o como grandes piezas de mobiliario urbano (Juan Pablo Lucena) con las que explicar la historia de la ciudad a modo de matriuskas que se introducen unas en otras desde el Puente Romano hasta el Puente de Miraflores, se complementan con la crítica implícita en el Publiespejo de Felipe Gutiérrez y la reinvención de la celosía en la obra de Javier Flores.

En otro registro cabe destacar la reinterpretación contemporánea del caimán de la Fuensanta (Kaikó) de Francisco Domínguez como posible mascota de la candidatura, la videocreación de Fernando Baena en la plaza de Capuchinos, la sorprendente escultura cinética de Alegría Castillejo y José Antonio Sánchez que continúan sus investigaciones sobre la proyección y la rotación, tal y como pudimos ver en la pasada edición del premio Pepe Espaliú, la web de intercambio de imágenes Súmate al 2016 de Luis de Castro o dos de los trabajos más interesantes de los presentados en la convocatorias, el proyecto AAA Atención. Aquí y ahora de Enrique Martínez y Rubén Iglesias y la subversión poética de una pieza de merchandising como son las servilletas impresas con cuadrículas y renglones para escribir o dibujar cualquier otro proyecto de Daniel Palacios Jiménez, que en su proyecto El valor de una idea presenta de una forma simple y concisa, una herramienta de fuerte implicación ciudadana y de singularidad en el exterior.

Tras este cambio de imagen, como en la canción de Astrud, hay también un cambio de ideas, siempre bienvenidas para la rutina de una ciudad que tiene que empezar a reinterpretar su pasado desde la mirada presente.

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