Con la agenda cargada de proyectos, citas e ideas, Joaquín Dobladez Soriano (Córdoba, 1971) ha cumplido tres semanas como delegado provincial de Cultura de la Junta. Un cargo en el que pretende aplicar algunos de los criterios que han definido su gestión durante más de ocho años al frente del Instituto Andaluz de la Juventud.

-Llega usted a este cargo en un momento clave para la cultura cordobesa. ¿Cómo afronta el reto?

-Asumir este cargo supone una gran responsabilidad pero también un reto personal de involucración en el gran proyecto colectivo de una ciudad que ha decidido, de forma consensuada, que la cultura es uno de sus grandes ejes de desarrollo en todos los sentidos. A mí me va a tocar incorporar, desde la Junta de Andalucía, todos aquellos elementos que lo posibiliten, desde el punto de vista de las infraestructuras, el apoyo a proyectos concretos que hay ahora mismo planteados en la ciudad..., y sobre todo la búsqueda de la implicación de nuestros creadores, gestores culturales, industrias culturales, emprendedores... El capital humano que tiene Córdoba va a ser fundamental en la consecución de estos objetivos.

-¿Qué criterios van a guiar su gestión? ¿En qué elementos quiere incidir?

-Por la trayectoria que he tenido hasta ahora y por mi vinculación desde hace tiempo con determinados elementos de la ciudad que, creo, son los más dinámicos en términos culturales, vamos a apostar con mucha claridad por que la cultura sea un eje de desarrollo económico. Me parece muy importante el trabajo que desde hace años viene desarrollando la Consejería de Cultura en cuanto a la defensa y la puesta en valor de nuestro patrimonio, la implicación en distintos acontecimientos importantes para la ciudad..., pero sobre todo creo que hay que establecer una complicidad con la ciudadanía y con determinados sectores con los que he estado muy en contacto en los años en que he tenido la responsabilidad de dirigir el Instituto Andaluz de la Juventud. Insisto en la importancia de los creadores, los gestores culturales y los emprendedores. En este objetivo común hay un gran consenso por parte de las instituciones y creo que la ciudadanía así lo ha entendido. Hay unos objetivos compartidos a medio y largo plazo que necesitan el impulso y la implicación del sector empresarial. Considero que, en estos momentos, la cultura en Córdoba es una oportunidad de generar riqueza y empleo, al margen de que estamos en una coyuntura difícil en la que hay cuestiones que tendremos que reequilibrar en el futuro. La cultura va a ser uno de los ejes vertebradores del desarrollo de la ciudad.

-¿Cuáles son los elementos positivos y las carencias que presenta la cultura cordobesa?

-Uno de sus principales valores reside en el patrimonio. Es algo que tenemos que poner aún más en valor. El conjunto arqueológico de Medina Azahara va a tener un punto de inflexión en su promoción, tanto dentro como sobre todo fuera de la ciudad, con la apertura de su Sede Institucional. También es notable nuestra implicación en el patrimonio que tiene que ver con la cultura cristiana, con la recuperación y puesta en valor de muchas de las iglesias que hay en la ciudad. En el ámbito del patrimonio hay una cierta deuda de la ciudad con la cultura sefardí. Córdoba encuentra en el patrimonio y la Historia una de sus fortalezas más evidentes. Otra tiene que ver con el capital humano que atesora la ciudad. Córdoba tiene un potencial impresionante en el ámbito de los creadores, en distintas disciplinas artísticas. Quizá hace unos años había un dominio más claro del apartado literario, pero en los últimos tiempos se ha producido un florecimiento de todas las artes y de creadores interdisciplinares que están en conexión con la creación contemporánea. Esto es algo que queremos desarrollar en el proyecto estratégico que tiene la Junta de Andalucía, que de forma muy clara ha señalado a Córdoba como el lugar de Andalucía que va a estar en contacto con las grandes redes internacionales de la creación contemporánea, con los nuevos lenguajes, a través del Centro de Creación Contemporánea -C4-. También hay un tejido cada vez más fuerte de gestores culturales. En cuanto a las carencias, hay una asignatura pendiente en la que todos estamos trabajando: las infraestructuras culturales. En este ámbito, creo que el esfuerzo que está realizando la Junta de Andalucía es muy importante. Ya he hablado del Centro de Creación Contemporánea y de Medina Azahara, pero esta ciudad necesita un auditorio, que parece que está contemplado en el futuro palacio de congresos, y por parte del Ministerio de Cultura hay una apuesta clara por la mejora o creación de determinados equipamientos como la Biblioteca, el Archivo, el Museo Arqueológico y el de Bellas Artes. El objetivo de la Capitalidad Cultural ha servido para que haya una implicación mucho más directa por parte de todas las instituciones en la superación de esta asignatura pendiente. Se está trabajando seriamente en este tema. Dentro de unos años hablaremos de las infraestructuras no como una debilidad sino como una de nuestras fortalezas. Y creo que en este camino que vamos a recorrer juntos, porque la cultura es un proyecto de presente pero sobre todo de futuro para Córdoba, la implicación del sector privado tiene que representar un papel fundamental junto a las instituciones, que tienen que afrontar retos ambiciosos, y la ciudadanía, que tiene que aprovechar esta oportunidad. En la medida en que todo esto se vaya consolidando y que la cultura vaya siendo detectada por el ámbito empresarial como un elemento generador de riqueza y empleo, Córdoba irá dando pasos relevantes.

-Detengámonos en el C4, cuyas obras han empezado recientemente. ¿Cómo se plantea el desarrollo de este proyecto fundamental para vincular a Córdoba con la creación contemporánea?

-Este centro es una apuesta clara de la Junta de Andalucía por que Córdoba sea la ciudad donde resida, en el marco andaluz, un espacio de creación contemporánea que esté en contacto con espacios de todo el mundo. Este centro tiene que estar en conexión con espacios similares de Berlín, París, Londres, Nueva York... Es una apuesta clara también por los nuevos lenguajes. Ahora queda un trabajo muy importante. Desde el punto de vista de la ejecución del proyecto, las obras van a su ritmo, por lo que esperamos que el edificio esté terminado en el otoño de 2011. Pero lógicamente hay que hacer un trabajo en paralelo que pasa por comenzar a implicar a determinados elementos en el desarrollo de la estrategia de conexión con los centros foráneos, la participación del sector privado, que tendrá su espacio en el centro para el desarrollo de proyectos en conexión con los creadores, la generación de una red que incorpore a los creadores locales... También hay que definir una figura jurídica, firmar convenios con otros espacios, definir los usos... Estoy ya trabajando con la Dirección General de Museos para empezar a desarrollar esta estrategia en paralelo.

-¿Qué va a suponer para Medina Azahara la apertura, prevista para los próximos meses, de la Sede Institucional?

-Ha sido un proyecto muy ambicioso, una apuesta clara de la Junta de Andalucía por poner en valor uno de los conjuntos arqueológicos más importantes de nuestro país, que puede tener una gran proyección internacional. Este centro tiene la función clara de proyectar a Medina Azahara en el exterior, con objeto de traer a Córdoba turismo internacional de carácter cultural. También es muy importante reforzar el conocimiento de este conjunto arqueológico entre la ciudadanía cordobesa. El centro ofrece una interpretación histórica de Medina Azahara con proyecciones, un apartado museístico..., incluso da la oportunidad de contemplar el trabajo de recuperación patrimonial que se realiza en el conjunto. La valoración de los cordobeses de lo que allí tenemos pasa por el conocimiento. Soy de los que piensan que sólo se ama aquello que se conoce. Queda un trabajo interesante por hacer.

-Se reivindica también un mayor esfuerzo de la Consejería de Cultura en la protección del yacimiento de Ategua, que continuamente sufre agresiones...

-La Consejería de Cultura tiene un planteamiento muy claro en Ategua, como lo tiene en otros yacimientos arqueológicos. El objetivo es la defensa del patrimonio. Ha estado haciendo una inversión en los últimos años cercana al millón de euros y para este año hay previstos 250.000 euros en distintas cuestiones relacionadas con las excavaciones, la interpretación y la puesta en valor de Ategua. No soy ajeno a que ha habido declaraciones recientes por parte de distintos colectivos, sobre todo la Asociación de Amigos de Ategua, con la cual pienso reunirme en breve e incluso plantear una visita conjunta. En principio, la Consejería está haciendo lo que tiene que hacer: defender el Bien de Interés Cultural y la zona de protección. Estamos implicados en Ategua. Sin duda, hay cuestiones que son mejorables y tendremos que hacer un planteamiento de futuro contando con la opinión de los colectivos interesados.

-Los dos museos que la Junta gestiona en Córdoba afrontan proyectos muy relevantes y de largo recorrido: de ampliación y reforma en el caso del Arqueológico y de construcción de una nueva sede en el de Bellas Artes.

-La Junta gestiona estos museos, si bien la titularidad pertenece al Ministerio de Cultura. Se han dado pasos muy importantes. La ampliación del Arqueológico está siendo un proceso interesante porque contaremos con más espacio para poner en valor nuestro patrimonio. Se está trabajando con el Ministerio para ultimar este proyecto, pero aún queda una reforma importante del Palacio de los Páez. Hay voluntad por parte del Ministerio para que ésta siga los pasos adecuados. En cuanto al Bellas Artes, estamos en un proceso distinto, complejo y muy ambicioso. Hemos superado la fase de puesta en común entre el Ayuntamiento y el Ministerio para la búsqueda de la ubicación y en breve vamos a presentar el proyecto de museo que consideramos más adecuado. Cuando esté disponible la parcela elegida, una vez superados los trámites administrativos, y contando con el proyecto de necesidades que va a presentar la Consejería de Cultura, comenzará el proceso para el inicio de la obra. El espacio contribuirá a consolidar un eje en torno al río plagado de equipamientos culturales de primer nivel. Queremos plantearle al Ministerio que el museo disponga de un ala dedicada al arte contemporáneo. Es un ámbito que tenemos que reforzar.

-¿Ese proyecto contempla la incorporación de la colección de Pilar Citoler?

-Estoy al tanto de las declaraciones que se han realizado en las últimas semanas sobre la conveniencia de que esta colección viniera a Córdoba. Yo estoy de acuerdo. Me parecería magnífico que la colección, o al menos parte de ella, estuviera aquí de manera permanente. Pero es un proceso complejo en el que todas las administraciones tendremos que contribuir. Hay que hablar con ella y determinar algunas cuestiones. Es un proceso abierto al que nos vamos a incorporar. Hay que dar muchos pasos previos.

-Dos de las iglesias más emblemáticas de la ciudad, San Agustín y San Lorenzo, han afrontado restauraciones que están a punto de culminar. ¿La Consejería va a seguir colaborando con el Obispado para intervenir en este tipo de edificios?

-La iglesia de San Lorenzo está prácticamente terminada. En las próximas semanas abrirá sus puertas. Ha sido un proyecto de gran envergadura. San Agustín marcha a buen ritmo. Es una línea de colaboración interesante y que pone en valor un patrimonio importante de la ciudad, más allá del elemento religioso. Por lo tanto, la vamos a mantener.

-La Filmoteca de Andalucía ha iniciado una nueva etapa en la que parece que está reforzando su presencia en la ciudad...

-Córdoba debe sentirse orgullosa de tener la Filmoteca de Andalucía, que es uno de los elementos de referencia de la Consejería de Cultura. Pablo García Casado está haciendo un trabajo excepcional, permitiendo que la Filmoteca entre en relación con los distintos ámbitos culturales. La Filmoteca es hoy en día uno de los organismos culturales más dinámicos de Córdoba.

-¿Cuáles son sus planteamientos sobre la conservación de los restos arqueológicos, una cuestión que continuamente genera debates en la ciudad?

-Córdoba debe ser consciente de que hay que conservar lo mejor que tiene, y nuestro patrimonio es una de nuestras fortalezas. En este sentido, hay que tener un planteamiento responsable y consecuente. Nuestra estrategia viene marcada por la política de la Junta de Andalucía y por la ley. Se trata no solamente de proteger nuestro patrimonio, que lo vamos a hacer, sino de ponerlo en valor, con la convicción de la importancia que esta labor tiene para el desarrollo económico de la ciudad. En muchas ocasiones se cae en un debate falso y se afirma que el patrimonio frena el desarrollo económico. No es así.

-Otros dos referentes patrimoniales de Córdoba de gestión autonómica son el yacimiento de Cercadilla y la Sinagoga. ¿Qué proyectos hay planteados sobre ellos?

-Cercadilla tiene para este año un presupuesto de 300.000 euros. Debemos continuar la puesta en valor de este yacimiento. Sobre la Sinagoga, ya he dicho que tengo la sensación de que tenemos una deuda pendiente con la cultura judía. Y la Sinagoga es un elemento vital, la única de Andalucía, una de las más importantes de España, el segundo monumento más visitado de Córdoba. Tenemos que hacer actuaciones que contribuyan a un mayor conocimiento de este espacio y de la cultura sefardí. Hemos adquirido un solar contiguo en el que queremos desarrollar un centro de estudio de la cultura judía. Hay que poner en marcha una estrategia pública-privada en reconocimiento de las aportaciones del mundo sefardí a la historia de Córdoba. Estoy convencido además de que aquí podemos encontrar un filón turístico.

-¿Cómo está Córdoba gestionando su candidatura a la Capitalidad Cultural de Europa?

-Con ilusión y trabajo. A nivel institucional se han ido dando pasos, aunque quizá no con la rapidez demandada por la ciudadanía. Ahora estamos en un clima de coordinación institucional magnífico. La ciudadanía ha hecho un trabajo menos visible pero muy riguroso de preparación de la candidatura.

-La presencia de Málaga ha obligado a la Junta a mantener una postura de neutralidad. La consejera de Cultura es malagueña. ¿Ha hablado con ella sobre este tema?

-Sí. El hecho de que la consejera sea malagueña ha dado pie a discursos absurdos que no se sostienen. La consejera, por responsabilidad, debe mantener una postura neutral entre todas las candidatas andaluzas y facilitar que afronten el reto en las mejores condiciones posibles. Y eso se está haciendo. A pesar de la coyuntura económica, este es el periodo en el que mayores inversiones ha habido de la Junta en Córdoba.

-En los últimos años se ha observado que la Delegación ha tenido poco margen de maniobra a la hora de desarrollar determinadas cuestiones. ¿Le preocupa esto?

-Conozco en profundidad la estructura de la Junta de Andalucía, en la que llevo once años. Más allá de que haya una mayor o menor descentralización, lo importante es que la Consejería apueste por los proyectos que se requieren en cada territorio. La capacidad de iniciativa que hay en esta provincia es grande y a esto debe dar respuesta la Consejería.