La Alhambra lidera un proyecto internacional de investigación arqueológica para identificar técnicas de producción de la cerámica vidriada y ahondar en los hornos de la industria de su medina, de los que salió la decoración de los palacios nazaríes y que también se exportó por Europa.

Se trata de un proyecto de colaboración entre el Patronato de la Alhambra y la Universidad de Granada, al que se han sumado las británicas Bournemouth University y University of Leicester, y que por fases analizará el subsuelo del conjunto monumental para conocer la industria de cerámica vidriada de la que salió la decoración de sus palacios.

El director del Patronato de la Alhambra, Reynaldo Fernández, visitó el trabajo de campo de la primera fase, que durante una semana y con un equipo de 21 arqueólogos, estudiantes, historiadores e investigadores trabaja en la zona del Secano para conocer más sobre el pasado alhambreño.

"La Alhambra sigue sorprendiéndonos y vamos a seguir apoyando este tipo de proyectos que nos van a abrir nuevos campos de investigación y otras claves para saber más sobre el monumento", detalló Fernández.

Los primeros trabajos de campo, que continuarán en el mes de septiembre en una segunda fase y que se han centrado en la zona de la Puerta de los Siete Suelos, ya han encontrado la estructura de un horno de ojo de cerradura, del que no se conserva el alzado pero sí la base en la que se asentaban sus productos.

Fernández recalcó que la industria ceramista de la medina de la Alhambra fabricaba los vidrios que después se utilizaron en los palacios nazaríes alhambreños, productos que tuvieron una alta demanda en época musulmana y cristiana.

El coordinador de la excavación por parte de la Universidad de Granada, Alberto García Porras, destacó que las estructuras que pretenden hallar forman parte del patrimonio medieval y expuso que los productos de esta industria se utilizaron en Granada pero también eran muy reconocidos y demandados en el Mediterráneo, el Mar del Norte y el Báltico.

El experto reconoció que estos talleres artesanales no se han estudiado en profundidad porque hasta ahora se ha privilegiado a los palacios y adelantó que el proyecto, con dos catas previstas para este año, tendrá continuidad.

El equipo multidisciplinar que trabaja en la Alhambra lo hace con prospecciones geofísicas y geoquímicas para localizar los talleres, técnicas novedosas que permiten saber qué hay bajo la superficie antes de excavar con un análisis químico que indica qué elementos industriales se usaban, como zinc, cobre o plomo.

Hasta el momento han encontrado restos cerámicos de finales del siglo XV y el XVI, la mayoría reflejos del ajuar doméstico y utensilios de la propia industria ceramista, y que serán más compactos cuando se superen las capas superficiales ya que se trabaja en una zona que "se ha tocado mucho", explicó García Porras, y que sufrió una voladura durante la ocupación francesa.