Cultura

Ciudades omeyas comparten su experiencia con Medina Azahara

  • Los responsables de Anjar y Qusayr Amra exponen el trabajo que llevan a cabo y destacan los valores patrimoniales del conjunto arqueológico ante su reto en la Unesco

Las ciudades islámicas Patrimonio Mundial ofrecen su experiencia a Medina Azahara en el congreso internacional con el que el conjunto arqueológico quiere reforzar su proyecto ante la Unesco. Ayer fue el turno de Anjar (Líbano) y Qusayr Amra (Jordania), ambas del siglo VIII, con las que Medina Azahara comparte memoria omeya. El responsable de la gestión de la primera, Raffi Gergian, explicó que tanto el entorno y la ubicación de Anjar como los de Medina Azahara ponen de manifiesto los factores que buscaban los omeyas para asentarse y realizar sus construcciones y su búsqueda de tierras ricas en recursos. La ciudad palatina cordobesa posee "un estilo más perfecto, al ser posterior, y una armonía en la mezcla de sus diferentes estilos". Y constituye "una gran fuente de información".

Gergian desgranó las actuaciones de restauración que se han realizado en Anjar desde su declaración (en 1984), incluyendo un nuevo estudio arqueológico iniciado en 2002 para retomar el plano general de la antigua ciudad. En la última década los trabajos se han centrado en la conservación de estructuras y la protección de mosaicos y baños, así como en reconstrucciones con carácter didáctico. Gergian tiene proyectado en Anjar un "pequeño museo".

La ciudad cuenta con varios palacios muy parecidos entre sí cuya función se desconoce. "Queda mucho por descubrir", señaló el experto, que destacó que Anjar, que estimulada por la Unesco mantiene su "integridad y autenticidad", es "un ejemplo excepcional de urbanismo y de variedad de estilos y técnicas arquitectónicos".

Gergian describió Anjar como "un laboratorio de Medina Azahara", pues en la ciudad libanesa la civilización omeya construyó su medina bajo el influjo grecorromano y bizantino, "para después perfeccionar su obra en Córdoba".

El especialista, por otra parte, lamentó, en declaraciones recogidas por la Agencia Efe, que la actual guerra en Siria ha afectado a las excavaciones fronterizas entre los dos países, "zonas con una gran riqueza patrimonial" en las que en los últimos dos años no se ha podido trabajar.

Qusayr Amra es uno de los célebres "castillos del desierto", sobre cuya función se ha debatido mucho: podrían haber estado destinados, explicó Hanadi al-Taher, directora del Consejo de Administración de Sitios-Departamento de Antigüedades de Jordania, al retiro del gobernante, al control territorial, el intercambio diplomático o la explotación agrícola. En Qusayr Amra, Patrimonio Mundial desde 1985, "se busca un equilibrio entre la conservación arqueológica y su apertura al público". El plan de gestión "quiere implicar a las personas que viven en los alrededores para que formen parte activa del sitio, que los puestos de trabajo sean ocupados por ellas, que colaboren así en su mantenimiento y que lo sientan como algo propio".

"Hemos comenzado con iniciativas de empoderamiento femenino desarrollando en el interior de Qusayr Amra talleres de artesanía y contamos con proyectos de mujeres que gestionan la contabilidad y la difusión", indicó la arqueóloga.

Sobre Medina Azahara, la responsable apuntó que es un referente patrimonial "extraordinario, con muy buena presentación al público".

La jornada de ayer incluyó en la sesión matinal visitas a la almunia al-Rummaniyya, los miradores de Medina Azahara y el Monasterio de San Jerónimo y el acueducto de Valdepuentes. La de hoy, última, arrancará a las 09:00 con una ponencia sobre el sitio de Samarra (Iraq), Patrimonio de la Humanidad desde 2007, a cargo de su conservador, Alastair Northedge, profesor también de la Universidad Panthéon-Sorbonne. La siguiente conferencia (09:45) la pronunciará el responsable de la gestión de la ciudad de Kal'aa des Beni Hammad (Argelia), Abdennour Benkherbache, que hablará de las acciones desarrolladas en este enclave, incluido en la lista de la Unesco en 1980.

A las 11:30 dará comienzo la mesa redonda que clausurará este congreso y en la que participarán el secretario general de Cultura, Eduardo Tamarit; el director del conjunto arqueológico de los Dólmenes de Antequera, Bartolomé Ruiz; y el director general de Casa Árabe, Pedro Antonio Villena, que debatirán las conclusiones expuestas durante los cuatro días del encuentro. Moderará el debate Juan Manuel Becerra, jefe del Servicio de Protección del Patrimonio Histórico de la Dirección General de Bienes Culturales y Museos de la Consejería de Cultura.

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