Córdoba, siglo XII. Averroes, Maimónides y el mozárabe Gonzalo quieren dar a conocer unos manuscritos de Aristóteles que guardan un trascendental secreto, pero la empresa no es fácil: unos misteriosos personajes se encargarán de poner todos los obstáculos posibles para impedir la difusión de la doctrina aristotélica, aliándose con los almohades y facilitándoles la invasión de Córdoba y la quema de sus bibliotecas. Con los recursos que nacen de la ilusión, la generosidad y la voluntad de colaboración de muchas personas y colectivos, y con notables dosis de imaginación, Miguel Ángel Entrenas ha rodado Averroes y Maimónides, luz de Al-Ándalus, una cinta de 70 minutos de duración planteada como un thriller histórico (una trama de ficción con personajes y acontecimientos reales) que el 16 de diciembre celebrará su estreno en el Teatro Góngora y que el 12 de enero podrá verse en la Filmoteca de Andalucía.

Un proyecto que tiene su origen en el libro de Carlos Clementson Córdoba, ciudad de destino, que propone un recorrido poético por la historia de la ciudad y sus personajes más relevantes. Clementson y Entrenas, que ya habían colaborado en otros proyectos y que plantean una cinta sobre el Inca Garcilaso para el próximo año, se lanzaron a desarrollar esta idea que encontró apoyo en el Ayuntamiento y la Diputación y que se suma a las actividades de conmemoración de los 700 años de la Sinagoga, uno de los espacios que acogieron el rodaje junto a Medina Azahara, la Facultad de Filosofía y Letras (Capilla de San Bartolomé), el Rectorado de la Universidad, la Casa Sefarad o el Castillo de Almodóvar. Una filmación "con muchas dificultades, pero las hemos salvado todas", indica Entrenas.

Historia, amor y violencia están presentes en esta obra de intención didáctica que, observa el director, habla de intolerancia y fanatismo, dos cuestiones por desgracia de máxima actualidad. "Es una reivindicación de la libertad de conciencia, de la racionalidad y de la convivencia", anota Clementson.

El reparto de la cinta, que cuenta con Chelo Quevedo como embajadora, procede de la Escuela Superior de Arte Dramático de Córdoba, con José Ruiz (Averroes), Antonio Ortuño (Maimónides) y Mario Gallardo (Gonzalo) en los papeles principales, a los que se suman Mauricio Morales, Pepe Pérez y Ángeles Muñoz, entre otros. La película, en la que participan más de 200 figurantes (jóvenes discapacitados de distintas asociaciones), ha contado con la colaboración de los ayuntamientos de La Rambla y La Victoria. En el proyecto se han implicado asimismo alumnos de diversos centros educativos (IES Maimónides, El Tablero, Ángel de Saavedra, San Acisclo y Santa Victoria), las escuelas de arte Mateo Inurria y Dionisio Ortiz y algunas empresas. Córdoba Ecuestre también se ha sumado y en el filme aparecen más de 100 caballos.

Averroes y Maimónides, luz de Al-Andalus, que arranca con una introducción poética de Clementson,desarrolló su rodaje entre noviembre de 2014 y el pasado octubre. La música es de Miguel Linares (interpretada por Thamar Ensemble) y el vestuario, de Nelson y Carreras, que a partir de patrones de la época han hecho unos diseños "espectaculares", según el director. El lenguaje de la película, ajustado a su finalidad divulgativa y pedagógica, es "actual, con cierto sabor de época", aclara el poeta.

"Queremos integrar el cine en la educación porque los medios audiovisuales son el futuro y la gente joven está rodeada de ellos", apunta Entrenas, entre cuyos más de 60 cortometrajes figuran La niña de la Ribera, Góngora, brillante oscuridad (en colaboración con Clementson), La chiquita piconera, La verdad de un sueño y La madre de Kafka.

El estreno, adelanta la embajadora, contará con alfombra roja y coches de época: "Será sorprendente". Quedan algunas entradas a la venta en la taquilla del Gran Teatro. El cartel de la producción ha sido diseñado por los alumnos de Artes Gráficas del IES El Tablero, coordinados por el profesor José Luis del Rosal.

"Yo siempre he pensado que esta ciudad está desaprovechada para el cine", afirma Clementson, que ve ahora cómo el espíritu de sus versos se materializa en una historia que reúne a dos de las grandes mentes que ha dado Córdoba para articular un pertinente mensaje de tolerancia.