Cultura

Pepe Morales revisa su trayectoria en su primera antológica en Córdoba

  • La sala Orive y la Casa Góngora acogen hasta el 31 de julio 'Medio siglo de pintura', integrada por casi 50 obras que revelan las distintas etapas del artista nacido en Palma del Río en 1933

Pepe Morales, dijo Vicente Núñez, "tiene en sus manos los diagnósticos de nuestros delirios absolutos". Y para Antonio Moreno Ayora, "la posibilidad de reflexión, de extrañeza, de mezclar lo lúdico con lo onírico, de reflejar la perfecto, lo bello y lo defectuoso son etapas que circundan la lírica vivencial" del artista, nacido en 1933 en Palma del Río y que, con alrededor de 50 obras, presenta su primera antológica en Córdoba, Medio siglo de pintura, comisariada por Félix Morales (hijo suyo) y visitable hasta el 31 de julio en la sala Orive y la Casa Góngora.

Un artista "al que Córdoba le debía una gran exposición", señaló en la presentación el teniente de alcalde de Cultura del Ayuntamiento, Juan Miguel Moreno Calderón, que indicó que esta propuesta cierra expositivamente un mandato municipal en el que los creadores cordobeses han tenido un notable protagonismo. Se realiza aquí un recorrido por la producción pictórica de Morales, que abarca distintas etapas con una gran variedad de tonos y códigos. "De una etapa matérica de finales de los años 50", explicó el comisario, "pasa a una fase muy figurativa, con un compromiso político muy fuerte" y vocación tenebrista, y más tarde, a finales de los 80, a la "pintura metafísica", que refleja "los problemas esenciales del hombre". Tras ello, en los 90 se convierte en un buscador de nuevos territorios.

Y es que la pintura de Morales "se caracteriza porque es muy diversa: él cada cierto tiempo rompe con su pintura anterior y va creando nuevas formas".

"Esta exposición supone parte del recorrido de mi vida artística", señaló el pintor, vinculado al arte desde que era pequeño. A los 12 años se matriculó en la Escuela de Artes y Oficios de Capuchinos de Sevilla y en 1949 ingresó en la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría. Fundó con otros artistas la Joven Escuela Sevillana y participó en su primer salón. Obtuvo el título de profesor de dibujo pero no le interesaba ejercer el profesorado y se fue a pintar paisajes por el norte de España. Y no se arrepiente: "Mi vida ha estado siempre ligada al arte, pero nunca me he dedicado a la enseñanza" porque desde primera hora tuvo claro que lo suyo era pintar a tiempo completo. Morales hizo su primera exposición individual en la Sala Municipal de Córdoba en 1954, sobre temas paisajísticos. Ese mismo año viajó a Italia y Francia y fue seleccionado para la II Bienal Hispanoamericana de Barcelona.

A comienzos de los 80 tuvo experiencias con la cerámica, y en los 90 se intensificó su interés por la escultura a través del trabajo con materiales diversos como el cobre, la madera, el latón o la chapa batida.

En la trayectoria de Morales, subraya Moreno Ayora en el catálogo de la muestra, "cada una de sus exposiciones es un caballete sobre el que se amontonan nuevas obras que al repasarlas inundan de aire fresco, de color y de emoción tanto la mirada como el acto del contemplar. El espectador, tras su primer pestañeo, queda subyugado por cuanto el cuadro le muestra, le sugiere o le propone aprovechando una simbología o una inventiva que se asienta en recursos tan variados como el contraste, el movimiento, la mezcla de volúmenes y texturas o el simplismo".

"Dos rasgos inalienables", añade el catedrático, "hacen única la pintura de este cordobés universal en su experiencia y espíritu: el afán por la composición y la peculiar sensación de relieve".

La exposición, en las dos salas citadas, es visitable de lunes a sábado en horario de 10:30 a 13:30 y los domingos y festivos de 10:00 a 14:00.

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