Cultura

Ciencia ficción a la española

  • Julián Díez y Fernando Ángel Moreno revisan la historia del género en el país en una obra publicada por Cátedra en la que incorporan relatos de 11 escritores de distintos periodos

La ciencia ficción española protagoniza la nueva entrega de la colección Letras Populares de Cátedra. Julián Díez y Fernando Ángel Moreno firman una obra que incluye un amplio estudio del género y 11 relatos de autores significativos de distintos periodos. Historia y antología de la ciencia ficción española, señala Díez, "no es en modo alguno una monografía definitiva, pero sí puede servir para un estudiante que quiera iniciarse en el tema o un lector culto que simplemente quiera tener una información suficiente".

"Letras Populares publica obras de literatura popular de todos los idiomas, y, por razones obvias, estamos especialmente comprometidos con la producción en español", explica Javier Fernández, director de la colección junto a Ana Belén Ramos. "Soy un amante de la ciencia ficción española y siempre he echado en falta un volumen de estas características, que incluyese no solo una antología de los autores más representativos, sino también un amplio estudio histórico", añade. Así, hace dos años se pusieron en contacto con Díez, "una de las voces más autorizadas en el campo", que desarrolló la idea junto a Moreno, también experto en la materia. El trabajo que han llevado a cabo es, en opinión de Fernández, "espectacular, como cabía esperar vista la trayectoria de ambos, y hace justicia a un género maltratado en España pero que posee auténticas joyas, realizadas siempre contracorriente".

Una idea básica para Díez y Moreno era, anota el primero, "combinar calidad y representatividad". Así, en la selección de autores y piezas decidieron por ejemplo no incluir un cuento de Unamuno "porque, aunque quedaría muy estupendo en el índice, era bastante malo y no hacía justicia ni a él ni al género". Los 11 escogidos son Nilo María Fabra, Azorín, Tomás Salvador, Domingo Santos, Gabriel Bermúdez, Enrique Lázaro, César Mallorquí, Juan Miguel Aguilera, Elia Barceló, José María Merino y Juan Jacinto Muñoz Rengel. "Es obvio que nos han faltado autores (pienso en Rodolfo Martínez, Rafael Marín, Félix J. Palma o Javier Negrete, por ejemplo), pero ya había numerosos colegas generacionales suyos y teníamos que abrir el abanico también", apunta Díez.

El hecho de que la ciencia ficción española no haya tenido "una acogida académica relevante" la ha llevado "a mimetizarse con los modelos estadounidenses hegemónicos algo más que otras literaturas cercanas como la italiana o la francesa". Hasta los años 80 "estuvo algo falta de calidad literaria, pero luego enderezó el rumbo". Por otra parte, indica el especialista, "una singularidad obvia es que en España la ciencia ficción ha merecido un rechazo superior al de otros países por parte de los distintos establishment, tanto el académico como el editorial o el mediático. Esto resulta especialmente chocante cuando vemos que, hasta la Guerra Civil, era frecuente que los principales intelectuales españoles tocaran en sus obras temáticas propias de la ciencia ficción; y cuando a partir de los 70 encontramos autores importantes que se interesan por el género o lo cultivan ocasionalmente, caso de Gonzalo Torrente Ballester, Vázquez Montalbán, Buero Vallejo o José María Merino", presente en esta antología con el cuento El viaje inexplicable.

Díez y Moreno identifican en Merino al "principal defensor de la literatura de ciencia ficción en el ámbito de la gran literatura". Por su parte, Fabra está en la selección, con el texto Cuatro siglos de buen gobierno, como representante de "los seguidores españoles de Verne y Wells". De Azorín se rescata la "viñeta crepuscular" El fin de un mundo ("en su brevedad, una de las obras maestras de la ciencia ficción española") y de Salvador, Polizón a bordo, primer relato de la serie Marsuf, el vagabundo del espacio. La "alienación de la vida moderna" es el tema de Gira, gira de Santos, mientras que Bermúdez hace en La última lección sobre Cisneros "algo curiosamente excepcional en la ciencia ficción española: hablar directamente del futuro de nuestra sociedad". La ciudad cuyo nombre era Lluevemuertos es un ejemplo de la "singular poética" de Lázaro; La pared de hielo de Mallorquí, "tal vez el mejor relato apocalíptico español"; El bosque de hielo de Aguilera, "un magnífico ejemplo de la ciencia ficción de vocación científica"; Mil euros por tu vida, "un perfecto resumen para entender el valor del trabajo" de Barceló; y London Gardens de Muñoz Rengel, una muestra de steampunk, "un retrofuturismo centrado en tecnologías y desarrollos históricos alternativos" de la era victoriana, en la que nació la ciencia ficción.

Díez considera que el periodo entre 1985 y 2005, en particular la década de los 90, "ha sido hasta la fecha el mejor para la ciencia ficción española con la presencia de autores como Juan Miguel Aguilera, César Mallorquí, Elia Barceló, Javier Negrete, Rodolfo Martínez, Rafael Marín, León Arsenal, Eduardo Vaquerizo...", junto a "nombres de décadas anteriores" todavía activos "como Domingo Santos, Gabriel Bermúdez o Ángel Torres Quesada". En la actualidad "hay algunos autores interesantes" que "están casi totalmente centrados en formatos cortos".

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