Cultura

Versos traducidos, versos musicados

  • Antonio Rivero Taravillo y Ana Rossetti inician sus talleres en el marco del festival y Juan Luque y Antonio López rinden homenaje a la Generación del 27 en el Conservatorio Superior.

Cualquier operación que se haga para difundir la "oscura y sacrificada" labor del traductor es bien recibida por el gremio. Así lo manifiesta Antonio Rivero Taravillo, que ayer celebró la primera sesión de su taller de traducción poética en la Facultad de Filosofía y Letras, en el marco de Cosmopoética. Los traductores son los grandes olvidados del mapa literario español. "De hecho, hasta hace poco ni siquiera aparecían sus nombres en las cubiertas de los libros, eran figuras relegadas, subalternas"; hoy muchas editoriales ya han resuelto esta injusticia, pero queda bastante por avanzar. La traducción es uno de los diversos oficios de Rivero Taravillo, un veterano de Cosmopoética que destaca la capacidad que el festival tiene para "reinventarse" y "mantener el nivel, que no es fácil".

Cosmopoética celebró ayer su primera jornada con el inicio de los talleres de Rivero Taravillo y Ana Rossetti y un recital lírico de homenaje a la Generación del 27. El melillense, ganador del premio Comillas con el primer tomo de su biografía de Cernuda, se plantea el curso, aseguró a este periódico, con un enfoque eminentemente "práctico" y basado en el "intercambio de ideas" con los alumnos. Experimentado traductor (de Tennyson, Graves, Pound, Marlowe, Milton, Shakespeare, Yeats, Hopkins, Donne, Whitman...), advierte que la mayor dificultad de la traducción poética reside en esos matices de sonoridad y fonética, en esos juegos con el lenguaje que no son trasladables "literalmente" de un idioma a otro. Elementos formales, tensiones lingüísticas que tienen que ver con la necesaria "manipulación" que el poeta hace "de la materia, el idioma", que van más allá del "mensaje" que intenta trasladar y que son en muchos casos irreproducibles. Así ocurre por ejemplo con las aliteraciones de Hopkins, uno de los poetas elegidos por Rivero para este taller junto a Yeats y Shakespeare.

Rivero, que actualmente traduce para Páginas de Espuma un libro de ensayos poéticos de Harold Bloom (incluidos los poemas o fragmentos que el crítico comenta), ha debutado este año como novelista con Los huesos olvidados, publicada por la editorial Espuela de Plata. Un camino que es, considera, "la prolongación natural" de su faceta como biógrafo. Una obra sobre la memoria, la lealtad y el idealismo a partir de un republicano del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) que fue amigo de Octavio Paz. Rivero recoge unos hechos y les presta "alas" para sacarlos de las sombras de la Historia.

Autor de los poemarios Farewell to Poesy, El árbol de la vida, Lejos y La lluvia, Rivero piensa que a su poesía "le conviene cierto descuido o liberación de la forma" que se apreciará en un nuevo libro que verá la luz en 2015.

Publicar el próximo año es también el objetivo de Ana Rossetti, que ayer inició su taller de poesía infantil en el colegio Almanzor y hoy estará de 10:00 a 12:00 en el CEIP Tirso de Molina. La gaditana ofrece a los alumnos "claves" para que adviertan "las posibilidades que ofrece el juego con las palabras" y aprendan a "trascender los lugares comunes", desde una óptica "divertida" y la idea del carácter transversal de la poesía, que puede conectar con materias aparentemente tan lejanas "como las matemáticas". Rossetti lamenta "que la creatividad no esté más presente en los planes de estudio".

Rossetti se considera una poeta "muy variable" cuya identidad poética "puede variar incluso en el mismo día". Y tiene claro tanto que "poesía no es sólo lo que se escribe" como que "la poesía no se puede forzar".

La jornada de ayer se completó con el concierto del tenor Juan Luque y el pianista Antonio López en el Conservatorio Superior (con buena entrada de público), incluido en el ciclo Poesía en Red, que hoy programa, en el entorno de la Torre de la Calahorra (20:00), el musical Lisboa, con la actriz Mamen Rey, las cantantes María Luisa y Laura Gómez y la Bombo Jazz. Luque y López interpretaron en primer lugar el Soneto a Córdoba de Luis de Góngora musicado por Manuel de Falla y continuaron con una selección de siete canciones populares españolas armonizadas por Lorca, piezas de Falla, tres nanas de Alberti a las que Antón García Abril puso música y Marinero en tierra de Alberti y Rodolfo Halffter, entre otras composiciones.

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