antonio rojano. dramaturgo y guionista

"Apenas hay un impulso institucional del teatro, se trabaja por amor al arte"

  • El cordobés acaba de terminar su nueva obra 'Ascensión y caída de Mónica Seles' en Madrid, que podrá volver a verse en La Casa de la Portera todos los lunes de septiembre

Dramaturgo de profesión pero periodista de formación, Antonio Rojano, cordobés de 32 años, tiene una larga lista de premios a su espalda, desde el Nacional de Teatro Calderón de la Barca en 2005 por su texto Sueños de Arena, hasta el Premio Caja España de Teatro en 2009 gracias a su obra Los Vegasianos. Su versatilidad le ha servido para ser nominado el año pasado a los premios Bafta por su trabajo como guionista en el videojuego Deadlight.

-¿Cómo ha ido su nueva obra Ascensión y caída de Mónica Seles?

-Ha ido muy bien. Hemos estado en Madrid, todos los lunes de julio en La Casa de la Portera, uno de los espacios más importantes para el teatro alternativo en Madrid. La obra ha tenido muy buena acogida por parte del público, así como una muy buena crítica.

-¿Cómo surgió el proyecto?

-La obra surgió de repente, sin apenas planificación. Una actriz jerezana, Rocío Marín, contactó conmigo a principios de año para trabajar en alguno de mis textos, porque tenía mucho interés en mis trabajos. Digamos que surgió un proyecto muy bonito con ella, que fluyó muy fácil. Incluso, sin haber escrito aún el texto, la sala ya programó nuestro estreno.

-¿Tienen programadas más funciones después del verano?

-Ayer se hizo oficial la continuación de la obra. Volveremos a primeros de septiembre y seguiremos con doble función los lunes, aunque siempre dependeremos del público para volver a renovar.

-¿Qué supuso para su carrera estar nominado a un premio Bafta por el guión del videojuego Deadlight?

-En realidad se trató de una nominación a todo el equipo, no una personal. Fue el primer videojuego que escribí y, se convirtió en una alegría para todos, sobre todo, porque España no es un país potente en este sector. Mi trabajo consistió en escribir el guión, aunque también colaboré en los apartados artísticos y musicales del videojuego. Realmente no es un cambio en mi carrera, porque yo me considero autor teatral y escritor, así que esto más bien fue algo casi anecdótico. Es una alegría personal ver un reconocimiento en un ámbito totalmente distinto a mi profesión.

-El pasado 11 de julio, participó en el Encuentro de Dramaturgia Contemporánea, en el que se buscaba reflexionar sobre los problemas que se plantean a los textos contemporáneos. ¿Cuáles son estos problemas?

-Son muchos y, seguramente, cada escritor tendrá su opinión. Yo quería transmitir, sobre todo en el teatro, que éste suele ser un espacio para contar historias íntimas. Sin embargo, yo reclamo desde la autoría una cierta ambición. No podemos limitarnos a contar historias pequeñas, sino que también debemos contar historias grandes, como ocurre en la novela o en el cine. Con limitaciones de presupuesto o material, se pueden hacer piezas originales.

-Estudió Periodismo en la Universidad de Sevilla, ¿qué le llevó a cambiar de profesión y dedicarse a la dramaturgia ?

-A mí me gustaba escribir, por lo que elegí Periodismo, pues era una carrera en la que yo podía explotar mi escritura. Con el tiempo, me di cuenta de que me gustaba la escritura creativa, que no encaja en el periodismo, un sector muy centrado en la actualidad. En este periodo empecé a escribir teatro y me di cuenta que me daba mucha más satisfacción personal.

-¿Qué cambió en su vida obtener la beca de Creación para jóvenes de la Fundación Antonio Gala?

-Fue un cambio absoluto en mi vida. Al recibir la beca descubrí que aquello podía ser cierto, que mi escritura tenía un valor más allá de mi satisfacción personal. Hizo que adquiriera confianza en mí mismo y en mi trabajo.

-¿Es más difícil entrar en el mundo de las artes escénicas o mantenerse ?

-Son difíciles las dos. Entrar es mucho más difícil, sobre todo, viniendo de una ciudad pequeña como Córdoba, en la que existe una larga tradición de escritores pero con escasos soportes para desarrollar el teatro. Llegar desde fuera y entrar en el universo madrileño sin que nadie te conozca es muy complicado. Es un mundo donde todo pasa muy rápido y en el que cada vez hay más dramaturgos. Mantenerse es posible aunque complicado gracias a la gran cantidad de salas donde exhibir.

-¿Cómo ve la situación actual en el sector, con la crisis y la subida del IVA cultural ?

-La situación es terrible. La subida del IVA cultural es un lastre para los teatros, siendo su principal consecuencia la reducción del público. Además, todo se hace un poco por amor al arte, es decir, no hay un impulso institucional de la cultura y se está precarizando el sector de las artes escénicas. Si hay que buscarle un lado positivo, sería la explosión del teatro off (alternativo). El teatro es un negocio que siempre ha estado en crisis, aunque creo que nunca va a morir.

-¿Qué medidas propondría para impulsar el teatro en España ?

-Sobre todo, bajar el 21% del IVA cultural y asimilarlo a otros países europeos. También potenciar la asistencia de público en los teatros, por ejemplo, motivando a que se asista a estos eventos desde las escuelas e institutos. Si tenemos un público crítico que asuma que el teatro puede ser una actividad de ocio para el fin de semana, sería ideal. Yo tengo la experiencia de Londres, donde los teatros están llenos de gente joven. Para ellos ver una obra de teatro es una alternativa más, como ir de cañas.

-Ahora que ha probado otros campos como elaborar el guión de un videojuego, ¿le gustaría seguir con otras experiencias?

-Me gustaría probar el cine. Aunque es muy diferente el cine del teatro, en el que las historias se cuentan desde una perspectiva más literaria, me interesa profundamente este sector. De hecho, está entre mis proyectos futuros escribir un guión para una película.

-¿Y cuáles serán estos proyectos futuros?

-Estoy terminando un texto que se llama Hombres que escriben en habitaciones pequeñas,que empecé a escribir a principios de año con la beca Laboratorio de escritura teatral de la Fundación Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). Hay algunos proyectos más, pero aún son demasiado inseguros para desvelarlos.

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