Cultura

La zarzuela 'Los gavilanes' abrirá la próxima temporada lírica del IMAE

  • La compañía Ópera Cómica de Madrid propone una nueva versión de la célebre obra de Jacinto Guerrero y José Ramos Martín Las funciones serán el 19 y el 20 de septiembre

Estrenada en 1923 en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, Los gavilanes fue la obra con la que Jacinto Guerrero se consolidó en el panorama lírico tras los triunfos obtenidos en años anteriores con La alsaciana y La montería. Su primera zarzuela grande, que junto a otras posteriores como El huésped del sevillano o La rosa del azafrán le convertirían en el compositor más popular de los años 20. Los gavilanes es, en producción de la compañía Ópera Cómica de Madrid, la propuesta con que el Instituto Municipal de las Artes Escénicas (IMAE) abrirá la próxima temporada lírica, con representaciones el 19 y el 20 de septiembre a las 21:00.

Zarzuela en tres actos con libreto de José Ramos Martín, Los gavilanes llegará a Córdoba con un elenco encabezado por César San Martín, Carolina Moncada, Alejandro González, Sagrario Salamanca, Gerardo Bullón y Ángel Piñero, con Luis Remartínez como director musical (al frente de la Orquesta de Córdoba) y Francisco Matilla en la dirección escénica. El Coro Ziryab, dirigido por Javier Sáenz-López, completa la ficha de este espectáculo cuyas localidades ya están a la venta, de 14 a 40 euros.

El género chico fue el protagonista del cierre de la pasada temporada lírica (La tabernera del puerto), que también incluyó las óperas de Verdi La Traviata y Macbeth, y ahora vuelve a la programación del Gran Teatro con una obra que en esta producción, estrenada en 2012 en los jardines de Sabatini de Madrid, plantea algunos cambios como la reducción o supresión de escenas que no resultan esenciales en el desarrollo dramático. La compañía sitúa al coro como testigo de la acción y evita cualquier intento coreográfico que aleje la situación escénica del realismo. Para ello, el diseño de escenografía plantea un espacio central diferenciado sobre el que actúan los principales personajes, rodeado por el coro como observador y testigo de la historia y una pantalla corpórea al fondo en la que una proyección continua incide en el proceso dramático.

El protagonista de la historia es Juan, que regresa a su pueblo lleno de riquezas y con regalos para los parientes y que se reencuentra con Rosaura, hija de Adriana (que fue el amor de su juventud). Al sentirse influyente y poderoso, Juan intenta enamorar a Rosaura y le propone matrimonio, circunstancia que enfada a Adriana. El enamorado de Rosaura, Gustavo, decide, al enterarse de que su amada va a casarse, dejar la aldea, en la que Juan ya no es conocido como "el indiano" sino como "el gavilán", pues ha conseguido atrapar a la paloma.

Entre las ventajas de Los gavilanes respecto a otros argumentos zarzuelísticos contemporáneos figura el hecho de que la acción puede situarse en cualquier lugar, así como que el conflicto entre sus personajes es totalmente atemporal. Además, en la partitura no existen fragmentos reconocibles de carácter nacionalista o regionalista. Muchas de sus melodías, por otra parte, forman parte de la memoria musical colectiva. Los detractores de Guerrero, sin embargo, siempre han invocado Los gavilanes como ejemplo de música fácil y pegadiza.

Nacido en 1895, Guerrero es uno de los grandes nombres de la zarzuela (con títulos como La loca juventud, La luz de Bengala, La sombra del Pilar y María Sol, además de los ya citados). También compuso sainetes, revistas, comedias líricas y pasodobles. Falleció en 1951.

Tres semanas después de Los gavilanes, la Orquesta iniciará su temporada de abono, que tendrá como grandes protagonistas a Brahms y Haydn.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios