Guillermo Galván. Componente de Vetusta Morla

"Hay esperanza en la deriva"

  • La banda regresa a Córdoba el sábado como cabeza de cartel del segundo festival I Like.

El festival I Like celebra su segunda edición el próximo sábado en el Teatro de la Axerquía (20:00) con un cartel encabezado por Vetusta Morla, que presentará su nuevo disco, La deriva, recién publicado. Tuya, Guadalupe Plata y Pasajero acompañarán a los madrileños en este acontecimiento organizado por Riff Producciones y para el que aún quedan entradas. El guitarrista y letrista Guillermo Galván responde a estas preguntas.

-¿Es el disco más directo de Vetusta Morla, el más apegado a las circunstancias en las que surge?

-Sí, yo creo que es directo tanto en lo musical como en lo que dice, de hecho eso fue lo que más trabajo nos dio: hacer que tanto lo que se dice como lo que suena fueran una unidad, que no quedaran desvinculados. Este objetivo lo fuimos madurando poco a poco y nos fue dando las pistas de las características que iba a tener el trabajo. No hablamos a priori de hacer un disco más arisco, pero veníamos de dos trabajos que no tenían nada que ver con el rock, el disco con la Sinfónica de Lorca y la banda sonora de Los ríos de Alice, y lo que nos pedía el cuerpo era volver al rock de una manera bastante directa. Nos hemos tenido que guiar por la intuición y por ese primer instinto que te viene. Nos generó cierto vértigo a la hora de hacerlo, por la inmediatez, pero creo que estos hándicaps se convierten en características fundamentales de las cosas.

-¿Vetusta Morla contempla espacios para el optimismo en el mundo actual?

-Tiene que haberlos. Somos nosotros los que poblamos la Tierra, los que hacemos las leyes y los que nos ponemos las sogas al cuello. Durante mucho tiempo se nos ha vendido una especie de panacea donde todo era maravilloso y el sistema tanto político como económico era inmejorable, y nos hemos dado cuenta de que no sólo no es así sino que llevan tiempo estafándonos económicamente y moralmente, como seres humanos. No queda otra que recuperar la esencia, compartir e intentar que entre todos las cosas vayan a mejor. Hemos tomado conciencia como sociedad de lo que está pasando y ahora nos toca cambiarlo.

-¿La música y la cultura sirven para vencer la resignación?

-La música no creo que cambie el mundo ni derroque gobiernos ni dictadores, pero sí puede servir como aglutinador o quizá en algunos momentos como foco de determinadas cosas. Pero al final los que tenemos que reaccionar y trabajar en ello somos los ciudadanos. La música puede poner de manifiesto circunstancias que están en la sociedad, pero no tenemos una sensibilidad mayor que el resto ni somos más agudos que el resto de la población, simplemente tenemos una forma de expresión que nos permite hacer lo que hacemos y vivir de ello, y como tal ojalá lo que hagamos sirva para algo y haya gente que se sienta identificada. Pero no hacemos música con la intención de que sea un arma arrojadiza. Si nuestra música le sirve a alguien para estar mejor, sentirse más fuerte, unirse o enamorarse, bienvenida sea.

-¿Sacaremos conclusiones positivas de esta crisis?

-Tenemos que hacerlo. Quizá el problema es llamar a esto crisis, porque más que una crisis lo que parece es una estafa. Y hay unos culpables, una serie de gente que debería ser juzgada y pagar por ello. Y un porcentaje de población que se ha comido esto de una manera completamente pasiva. Yo creo que de todas las situaciones, incluso de las peores, hay que sacar conclusiones positivas. Y La deriva parte un poco de eso. El disco lo que intenta es hablar de momentos justo inmediatos a un hecho en el que de repente algo hace crack o una trayectoria cambia sin saber cuál va a ser el destino final. Es como ese punto inmediato a algo que ha pasado o ese primer pensamiento o sensación que a veces es de angustia, otras de miedo o de nostalgia, de pérdida. Pero otras muchas veces esa salida de la zona de confort de repente activa el cerebro y el instinto de la gente para hacer, pensar u organizarse de otra manera. Lo que nos gustaría transmitir con este disco es que hay esperanza en la deriva.

-¿Cómo dialoga este álbum con sus hermanos mayores?

-Dialoga bien, es una obra nuestra y todos son pasos que siguen a los anteriores. Hay muchos elementos en común. Lo que es cierto es que quizá sea el más desprendido, el más distinto en el sentido de que es el menos fílmico, el menos metafórico y el más áspero. Hay momentos para todo y hay cosas que no habíamos trabajado antes, por ejemplo canciones en las que está muy presente el sentido del humor, la ironía. Hemos decidido probar cosas nuevas, y eso se verá en directo sobre todo. Las canciones casan bastante bien, y de hecho algunas de las anteriores nos las estamos llevando en directo al contexto del nuevo disco.

-En Un día en el mundo, uno de los aspectos que llamaban la atención es que casi todas las canciones tenían cierta dimensión o categoría de single. ¿Han perseguido este concepto en los trabajos posteriores?

-Ha cambiado todo tanto que el concepto single muchas veces ni se trabaja. Pero es verdad que probablemente en Un día en el mundo las canciones eran muy redondas tanto en estructura como en contenido, y eso nos lo ha dicho mucha gente: que era un disco con doce singles. En Mapas quisimos salir de eso premeditadamente, había canciones de siete minutos, canciones sin estribillo, cosas bastante más raras…, y a la hora de hacer La deriva nos planteamos hacer simplemente canciones, y todos tenemos más o menos insertado en la cabeza el prototipo de lo que es una canción pop y lo que han sido los Beatles, los clásicos, la gente que mejor ha hecho estas cosas. Al final, sin premeditarlo, acabas buscando tres minutos y medio o cuatro de melodías hermosas, ritmos consecuentes con lo que estás contando… Singles o no, intentamos que todas las canciones sean válidas por sí mismas, que puedas escucharlas independientemente y no pienses que algunas son de relleno. Intentamos que en los discos no haya cuatro canciones gordas y las demás de relleno, sino que cualquiera pueda representarnos en un momento determinado.

-Vienen a Córdoba como cabeza de cartel del segundo festival I Like, con tres grupos elegidos por ustedes...

-Es un festival bastante recomendable en el que vamos a estar acompañados por tres bandas muy interesantes, ejemplos muy distintos de música que se está haciendo en España. Tuya es un grupo de Madrid que canta en inglés, creado por David Ginzo, un chico asturiano que a nivel instrumentista tiene cosas bastante interesantes; Guadalupe Plata es un grupo andaluz que nos encanta, hace rock garajero, blues de toda la vida, como intérpretes son espectaculares; y Pasajero es otra banda amiga madrileña que está girando un montón, presentándose en muchas salas y que hace un rock noventero. El cartel que se completa con Vetusta, dentro de la variedad, tiene bastante sentido.

-¿Con qué adjetivo definiría la trayectoria de Vetusta Morla?

-Derivesca.

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