Cultura

Matilde Cabello evoca una historia de mujeres en 'El pozo del manzano'

  • La escritora publica una novela coral llena de valores antropológicos y de costumbrismo

Una historia de mujeres fuertes, de mujeres que viven entre dos siglos, que pasan por una guerra y las necesidades de la posguerra, que sufren el amor y la tristeza y que guardan pecados inconfesables. Ésta es la historia que narra la escritora Matilde Cabello en su nueva novela, El pozo del manzano (El Páramo), que se publicará en la segunda quincena de este mes.

El libro se desarrolla entre Córdoba y el norte de la provincia en el límite con Extremadura entre finales del siglo XIX (coincidiendo con la reunificación de Italia, donde empieza la trama) y los años 70 del siglo XX y está centrado en una saga de mujeres. En él aparecen "paisajes de la infancia, como siempre" y también hace un guiño a Cádiz, tierra de nacimiento de la autora. En El pozo del manzano "cada mujer tiene su propio papel, a veces condicionado por los hombres, pero otras veces son ellas las que los condicionan a ellos".

El pozo al que alude el título del libro realmente existe y es un referente en la novela por la gran presencia que tiene. Cabello explica que en la casa donde se ubica vive la familia Cardona, que llega de Italia y se funda en 1886 sobre esa vivienda. En torno a esta casa, a la familia y a los hijos se desarrolla la novela. En ella aparecen las vidas paralelas de dos familias, una de burgueses y otra de jornaleros que trabajan para ella.

Entre los personajes que se entrecruzan en la obra "suceden todas las historias, y de ahí la dificultad de escribir este libro" que en principio era de más de 700 páginas y se ha quedado en unas 400. Cabello manifiesta que éste "es el típico libro que iba a ser el primero que todas escribimos, pero se entrecruzaron Wallada y El libro de las parturientas". Así, el resultado es fruto de una evolución de más de 20 años que finalizó en 2010. Sin embargo, la autora quiso "dejar reposar" esta novela que saldrá a la venta este mes.

La escritora ha vivido en diferentes lugares y "el interés por la gente me ha llevado a contactar y preguntar". Debido a esa curiosidad antropológica en 1989 empezó a realizar una serie de entrevistas que la han influido a la hora de desarrollar la trama de El pozo del manzano. "He conocido muchas vidas, me han contado muchas biografías, la dificultad estaba en convertirlas en una novela, porque lo fácil hubiera sido contarlas en relatos cortos, e incluso estuve a punto de hacerlo en algún momento", reconoce, pero "convertirlos en una novela era un auténtico reto con muchísimas dificultades". Han sido muchos años de trabajo antropológico, de documentación y visitas a la hemeroteca que han enriquecido la novela. A esto Cabello añade la influencia que han tenido los cursos de creación literaria que ha recibido y que ha impartido. "Ha sido un proceso largo el que he pasado pero es la primera vez que me atrevo a decir que he escrito la novela que quería desde hace más de 20 años", reconoce.

El personaje principal de El pozo del manzano es Josefa, la sirvienta de la familia Cardona, y alrededor de ella se mueve la trama, incluida la de sus hijas y su hijo, que está involucrado en los movimientos campesinos de la época. Con Josefa "tuve una pelea porque no quería que fuera el personaje principal pero me comió el terreno y al final me resistí" porque "cuando trabajas tanto con ellos, los personajes son como criaturas y esa criatura se me reveló desde el principio y a pesar de que luché contra ella es la que manda en la novela, más que la señora y más que el comandante Cardona, el italiano del que parten todas las tragedias y alegrías".

Así, en El pozo del manzano hay momentos "terribles y reales, también tiene la retranca andaluza y la sabiduría extremeña junto con la fuerza de las mujeres del sur". El libro describe una saga de mujeres "con todos los secretos y pecados inconfesables, historias que en los pueblos siempre se llamaban de puertas para adentro" y en sus páginas se entremezclan la fantasía, los espíritus y las apariciones junto al poder político y social para explicar, como conclusión, "cómo alguien que social y laboralmente está en una escala inferior al hombre puede ser la que controla todo".

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