El artista cordobés Miguel Gómez Losada ha llevado hasta la galería marbellí Yusto/Giner una evocación de sus recuerdos infantiles a través de las exposición Una historia rusa, que se inauguró el pasado viernes y se podrá visitar hasta el 20 de mayo. La muestra incluye una colección de más de 30 obras de mediano formato que parten de un viaje que el padre del artista realizó en los años 60 a Rusia. Entonces Gómez Losada era un niño y "este viaje me marcó porque en mi imaginación este país era como el lugar más lejano del mundo".

El creador asegura que su fantasía "empezó a correr por primera vez gracias a la épica de ese viaje a Rusia que hizo mi padre" y a partir de ahí ha pintado escenas y personajes: "he construido una Rusia imaginaria, no tanto intentando documentar su viaje sino el resultado de lo que ese viaje hizo en mi imaginación", aclara.

De esta forma, el espectador podrá apreciar en los cuadros "lo que ha originado en mí como persona esa experiencia infantil". Su Rusia imaginaria no incluye símbolos porque "cuando se construye una geografía como Rusia el esfuerzo pictórico consiste en no caer en ningún icono". Por eso ha intentado "construir una atmósfera para que cuando el espectador entre en la galería huela a Rusia". Gómez Losada explica que "estamos hablando de metáforas" y por ello la herramienta que usa es "el hecho poético".