Ceremonias del té, paisajes nevados, melancolías, sutilezas. El Museo de Bellas Artes de Córdoba abre sus puertas al arte japonés con la exposición Bijin (Mujeres hermosas): el japonismo de Julio Romero de Torres, que propone un diálogo entre el pintor de La chiquita piconera y algunos maestros nipones de los siglos XVIII y XIX como Mizuno Toshikata, Kitagawa Utamaro, Toyohara Chikanobu o Miyagawa Shuntei, de los que se exhiben 25 grabados. Visitable hasta el 2 de febrero del próximo año en las plantas baja y primera del centro, la muestra ofrece un lienzo de juventud de Romero de Torres nunca exhibido en público y que refleja la influencia que el arte japonés tuvo en él y en numerosos artistas europeos de su generación.

Y también cierto "gusto burgués de su tiempo", según el comisario de la exposición, David Almazán, coleccionista y profesor de Arte Japonés, Arte Africano y Arte Contemporáneo de la Universidad de Zaragoza. El cuadro ha sido restaurado por el Museo de Bellas Artes y pone de manifiesto la pasión japonista que recorrió Europa a partir de mediados del siglo XIX y que, en palabras del director del museo, José María Palencia, "modificó los destinos del arte occidental". La obra, protagonizada por dos japonesas, muestra ya a un artista "tremendamente versátil", según Palencia. Su propietario, Cristóbal Cañete, destacó la circunstancia de que los cordobeses puedan contemplar durante varios meses un cuadro que ha sido objeto de una "impecable restauración".

La exposición forma parte del programa de actividades culturales del Año Dual España-Japón, que contempla otras iniciativas entre 2013 y 2014 en espacios tan relevantes como el Museo del Prado. Este acontecimiento conmemora los 400 años de la visita a España (y a Italia, para ver al Papa) de una delegación diplomática oficial del país asiático que estuvo en Córdoba, Sevilla y Toledo. "Andalucía y Córdoba simbolizan lo que un japonés recrea cuando oye hablar de España", explicó Almazán. "A nosotros Japón nos lleva a pensar en Madama Butterfly o en la ensoñación de la geisha, y para ellos España está asociada a la mujer andaluza, a Carmen", añadió.

Degas, Manet, Monet o Picasso son algunos de los artistas de los siglos XIX y XX que manifestaron en algún momento interés e incluso fascinación por el arte japonés, a pesar de las diferencias abismales que, como apuntó Palencia, existen entre éste, que "abandona la naturaleza para expresar contenidos abstractos", y el occidental, centrado en la representación de la naturaleza.

La exposición, que cuenta con el (micro)patrocinio de la Fundación Bodegas Campos, la Fundación Cruzcampo y varias empresas, es también un homenaje al humanista japonés Shizuo Kasai (1895-1989), que visitó Córdoba en febrero de 1928, como revela el libro de firmas del museo.

La "belleza" es, subrayó la delegada de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía en Córdoba, Manuela Gómez, la protagonista de una propuesta expositiva que "abre nuevas perspectivas" para el acercamiento a Romero de Torres (los grabados de los nipones se vinculan a obras suyas con las que puede tener alguna semejanza) y se completa con una instalación de la "cordobesa japonesa" Hisae Yanase, que reinterpreta el cuadro Viva el pelo.