Calígula no fue un loco sino un hombre inteligente que se sintió engañado por el entorno y decidió encarnar en su persona, hasta las últimas consecuencias, la lógica del sistema en que vivía. Es la idea que defiende la versión de la obra de Albert Camus que hoy llega al 66º Festival de Música, Teatro y Danza de Priego de Córdoba (Teatro Victoria, 21:45), dirigida por Joaquín Vida y con Javier Collado, Alejandra Torray y Fernando Conde al frente del reparto.

"Seamos realistas, pidamos lo imposible", pedían los estudiantes de la Sorbona en mayo de 1968, "mientras buscaban afanosamente la playa bajo los adoquines de la plaza de la Concordia", recuerda Vida, que añade que "treinta años antes aquel padre del existencialismo demandaba lo mismo por boca de un personaje maldito donde los haya: Calígula. Ante el cuerpo sin vida de su hermana/amante, el joven emperador, al comprobar lo poco que al sistema de convivencia dominante parece importarle la caducidad de la existencia y la infelicidad que conlleva, propone una enmienda a la totalidad del mismo, reclamando lo imposible: la luna".

¿Estamos ante un caso de locura imperial? "Así lo ha entendido la Historia durante veinte siglos", constata el veterano director. "Un desequilibrado alcanza el poder absoluto y desequilibra la vida de todo un imperio al convertir la acción de gobierno en el ejercicio continuado de las mayores aberraciones que la mente humana pueda concebir. Es una explicación posible. Pero para Camus, a las puertas de la hecatombe de la Segunda Guerra Mundial, sin haber acabado aún de digerir la dimensión de los cambios operados a causa de los desastres de la Primera, resulta demasiado obvia. Piensa que, si un loco puede convertir el mundo en un manicomio, es porque el sistema por el que el mundo se rige así lo permite". Esta obra respeta el texto íntegro de Camus, escrito en 1938, si bien no fue representado hasta siete años después.

Calígula se anuda a una peligrosa lógica que le lleva al "disparate absoluto" y a la falta total de normas morales, religiosas y económicas, ya que lo único que aplica es la máxima de que el que más puede es el más fuerte, que le conduce a la autodestrucción y a la destrucción del entorno. Una obra que, por otra parte, traza inquietantes paralelismos con el momento actual de indignación social y de "búsqueda de un sistema que pueda funcionar y no deje atrás al individuo", según indicó Collado en una de las presentaciones del espectáculo.

El montaje, que podrá verse en el Gran Teatro de Córdoba el próximo otoño, está de gira coincidiendo con el centenario del nacimiento de Camus, una de las grandes figuras literarias del siglo XX, entre cuyas obras teatrales también figuran El malentendido y Los justos.

La música de Fuel Fandango completará a partir de las 23:45 en el entorno del castillo la jornada más intensa del festival, al que aún le quedan tres fechas. El dúo integrado por Nita y Ale Acosta presentará las canciones de su nuevo disco, Trece lunas, publicado a finales de abril. Es una de sus últimas citas en España antes de poner rumbo a Francia, donde este mes ofrecerá varios conciertos. El de esta noche es de carácter gratuito.