Cultura

Viejo arte de la comedia

Heredera directa de la nueva comedia griega, la comedia latina aportó el influjo de las tradiciones autóctonas de la península itálica, un legado no escrito -la farsa o el mimo, poco elaborados pero muy procaces- que se incorporó al modelo helenístico y dotó al género de personalidad propia. Todas las obras latinas que conocemos datan del siglo II a.C., cuando se puso de moda la llamada comedia 'palliata' (en alusión a la vestimenta atribuida a los griegos) que recurría a tramas intrincadas y escenarios exóticos. Sus máximos cultivadores fueron dos romanos de fuera de Roma, Plauto de Umbría y el cartaginés Terencio, que han hecho reír o sonreír a decenas de generaciones y fruncir el ceño a los censores de todo tiempo.

Reunidas en un solo volumen por la benemérita Bibliotheca Aurea de Cátedra, las Obras completas de Plauto y Terencio se ofrecen en una impecable edición de Rosario López Gregoris -cuya valiosa introducción general es de lectura obligada- que recoge las traducciones de José Román Bravo, disponibles en el catálogo de la misma editorial. A la evidente comodidad que resulta de poder acceder de una vez al repertorio completo del género -no se incluyen los fragmentos conservados de otras obras de Plauto u otros comediógrafos menores- se suma por lo tanto la ventaja de que todas las piezas se presenten en la contrastada versión de un solo traductor, con lo que el conjunto -volcado en un castellano actual, felizmente fluido y libre de veleidades arcaizantes- gana en unidad y coherencia.

De la sorprendente modernidad de la comedia latina de costumbres, que propone caracteres predeterminados -el esclavo astuto, el parásito, el malvado proxeneta, la joven pretendida, la prostituta- para ridiculizar vicios o defectos ciertamente intemporales, habla claro el hecho de que muchas de estas obras milenarias se hayan continuado representando hasta nuestros días y no necesiten de mayores explicaciones para ser comprendidas y disfrutadas. No siempre lo entienden así los adaptadores o los directores de escena, pero esa es otra historia.

Plauto / Terencio. Ed. Rosario López Gregoris. Trad. José Román Bravo. Cátedra. Madrid, 2012. 1.536 páginas. 45,10 euros

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