Siempre brillante en la distancia corta y exigente de la réplica, la observación urgente, el apunte espontáneo, Antonio Gala es también autor de hondas reflexiones, meditativo, pensador, un hombre con una visión propia del mundo y la realidad que encuentra eficaz proyección en su indudable facilidad expresiva. El amor, la política, los perros, la religión y la muerte son algunos de los asuntos sobre los que más ha escrito, temas principales de una obra literaria que arrancó en los años 60 y que abarca numerosos géneros. Ahora ese corpus de pensamientos que ha ido compartiendo con los lectores queda resumido en Quintaesencia de Antonio Gala, un libro que la editorial Planeta pone a la venta el próximo martes y que surge de una labor de recopilación llevada a cabo por Isabel Martínez Moreno, de quien el propio Gala afirma que es la persona que mejor conoce su obra.

Aforismos, sentencias, definiciones, advertencias, hallazgos, intuiciones que nacen de la experiencia, de la equivocación, de la observación, de la aceptación, de la duda, del dolor... "Estoy de acuerdo con esta fotografía", afirma Gala sobre la imagen que ilustra la obra, "como lo estoy también con el retrato que de mí hace el contenido de este libro. Algunas facciones de él me recuerdan mi juventud, ensimismada o impetuosa; otras, mis sonoros momentos de tristeza o de alegría; todas, la vida que procuré vivir intensamente, a sabiendas de que la intensidad casi nunca es ruidosa".

Intenso, visceralmente sensible, de Gala han destacado muchos lectores su capacidad para conectar con regiones ocultas de la persona, para expresar lo difícil en un pensamiento breve. Quintaesencia llega en un momento en que el escritor cordobés, que acaba de recibir el premio número 500 de su trayectoria, ve la vida con otros ojos, arroja una mirada silenciosa en la que las pequeñas motivaciones del día a día combaten un robusto cansancio edificado sobre la asociación entre la enfermedad, las operaciones, los años. "En tanto que haya muerte habrá esperanza" es uno de los aforismos incluidos entre las 250 páginas de Quintaesencia.

Una obra en la que los asiduos a los libros y las comparecencias de Gala encontrarán frases muy repetidas por el autor ("Lo único que no tiene perdón en el amor es la deslealtad") y otras menos recordadas o difundidas que Martínez Moreno ha rescatado en el recorrido por sus obras. "Quien envejece con gracia y comprensión es siempre joven y como tal será considerado", apunta el cordobés, que añade que "no hay nadie más joven que un anciano lúcido".

Aproximación minuciosa al universo de Gala, Quintaesencia recoge la idea de que "el dolor es el modo de besar que Dios tiene"; sobre el sexo, "no es sólo biología, es también biografía"; sobre la religión, "en general, se basa o procede de un mismo principio: la necesidad de sobrevivir a la muerte"; y sobre la felicidad, "no consiste en ser fuerte, sino en saber cuáles son nuestras fuerzas y, sobre todo, nuestras debilidades".

Gala, que visita con frecuencia a los residentes de su fundación en Córdoba, escribe ahora una autobiografía que, reconoce, nace más del interés editorial que de una necesidad propia. Y afirma sobre esta Quintaesencia: "Creo que jamás me he sido infiel. Al final, vuelvo al rostro que hay en esta contraportada y me reconozco en él como en cada página de las que ella resguarda. Ojalá sean leídas con la entrega y el amor con los que se escribieron". Así lo harán, a buen seguro, sus fieles lectores.