Cultura

Todo lo viejo vuelve a ser nuevo

Después de tres años de andar ausente del universo Marvel, el esperado retorno de Thor tuvo lugar en septiembre de 2007, en el primer número del volumen tres de su propia cabecera. Este nuevo comienzo rescató de la muerte al Dios del Trueno, acaecida en el enésimo Ragnarök de los tebeos, y trajo también de vuelta al que antaño fuese su álter ego, el doctor Donald Blake, que es precisamente quien rescata al superhéroe de las tinieblas y le aporta la motivación necesaria para regresar al mundo.

Pero Thor no fue el único que pereció en el citado Ragnarök, y los primeros episodios de esta nueva serie escrita por un inspirado J. M. Straczynski y dibujada por un enérgico Olivier Coipel, con Mark Morales a las tintas, nos presentan la espectacular reconstrucción de Asgard en la Tierra y la búsqueda y despertar del resto de dioses nórdicos, desperdigados por el mundo. Como ya hiciera en su día con Spiderman, Straczynski demuestra que no hay buenos o malos personajes, sino buenos o malos guionistas, y su trabajo aquí es fresco, sólido y muy convincente, y se va desplegando con paciencia, pero sin pausa. El tándem Coipel-Morales, por su parte, hacen gala de un estilo heredero del de John Romita Jr., siempre espectacular y dinámico, con un cuidado aspecto final, que resulta una delicia para el lector.

Dioses errantes, el primer tomo de la colección Marvel Deluxe de Panini dedicado a Thor, recopila los números 1 a 6 de Thor vol. 3 (septiembre, 2007-febrero, 2008). Del desierto de Nuevo México a un campo de refugiados en África, pasando por la devastada Nueva Orleans, el orbe entero es el escenario de esta lluvia de dioses sobre la Tierra, el escenario de un original y adictivo tebeo de superhéroes, que retoma los viejos conceptos y les insufla nueva vida.

J. M. Straczynski, Olivier Coipel. Panini. 160 páginas. 16 euros.

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