Cultura

La Orquesta Joven de Córdoba busca un espacio en el mapa cultural de la ciudad

  • La formación, dirigida por José Santofimia y bajo la tutela de Manuel Hernández Silva, debutará el próximo viernes con un concierto en el Teatro Góngora · Combina el aspecto formativo con el artístico

Nace una orquesta en Córdoba. Con 60 miembros, la tutela de Manuel Hernández Silva y un doble objetivo: servir de plataforma para alumnos que están terminando o acaban de terminar sus estudios y ofrecer al público una nueva propuesta centrada en el gran repertorio clásico-romántico. Es la Orquesta Joven de Córdoba, que, dirigida por José Santofimia, hará su presentación el próximo viernes en el Teatro Góngora, con un programa integrado por la obertura de Don Giovanni de Mozart, el Concierto para piano y orquesta nº 2 de Liszt y la Sinfonía nº 8 de Dvorak.

Es inevitable atribuir cierto componente heroico a la iniciativa. En plena crisis y en un periodo de redimensión del mapa cultural de la ciudad surge una formación que carece de infraestructura pero con una sólida base de intenciones formativo-artísticas. En la Orquesta Joven de Córdoba confluyen alumnos y profesores del Conservatorio Superior y el Profesional, profesores de la Orquesta de Córdoba, miembros de otras formaciones como la Banda Sinfónica de Córdoba y la Camerata Barroca Capricho Español y músicos procedentes de otras provincias como Sevilla o Jaén. Es un proyecto que, según Santofimia, responde a una evidencia: hay mucho talento musical joven en la ciudad y hacía falta una iniciativa de este tipo que permitiera a los jóvenes intérpretes "abordar el repertorio sinfónico desde el punto de vista de estudiantes de conservatorio" y "aprender el trabajo orquestal con vistas a su futuro profesional". Un orquesta joven de carácter pedagógico que sigue la estela de otras agrupaciones nacidas en los últimos años en la ciudad (Banda Sinfónica del Conservatorio, Joven Filarmonía Leo Brouwer) y la comunidad autónoma (Orquesta Joven de Andalucía).

El proyecto empezó a tomar forma hace medio año. El "trabajo concentrado" programado para los fines de semana previos al debut, con ensayos intensos en la iglesia de la Compañía, desembocará el viernes en una cita muy especial para los músicos. La formación ha recibido hasta ahora los apoyos de Hernández Silva, el Instituto Municipal de Artes Escénicas (que le ha cedido el Teatro Góngora para el concierto de presentación) y, para algunos ensayos, la Fundación Antonio Gala. A partir de su presentación en sociedad reforzará sus contactos institucionales y diseñará un "organigrama" de trabajo para los próximos meses. Conseguir una sede (y, a ser posible, "una infraestructura bien definida") es, como suele pasar en estos casos, un objetivo prioritario.

La participación como impulsor del proyecto del director titular de la Orquesta de Córdoba supone un aval muy relevante. Santofimia subraya la preocupación que Hernández Silva muestra por la educación musical y la proyección de los jóvenes intérpretes. "Por su condición de venezolano conoce muy bien el Sistema de Orquestas Jóvenes de ese país, que es una referencia internacional", indica el responsable de la nueva formación. Por otra parte, está acostumbrado a trabajar con músicos en formación. "Después de la experiencia, preciosa, que tuve con los jóvenes de la Academia de Estudios Orquestales de la Fundación Barenboim-Said y la Orquesta Joven de Andalucía -indica Hernández Silva-, era para mí una feliz obligación encerrarme con estos muchachos cordobeses a trabajar y, al mismo tiempo, aprovechar los ensayos con la orquesta para darle clases magistrales al joven director".

Para darse a conocer, la orquesta ha optado por un programa que Santofimia define como "muy atractivo", consciente de que no puede renunciar al objetivo de "agradar lo máximo posible" al público. Como aperitivo, una obertura "con mucha fuerza", la de Don Giovanni de Mozart; posteriormente, el concierto de Liszt con el joven madrileño Carlos Marín (que destaca "por su gran habilidad técnica: una promesa firme", según Santofimia) como solista; y en la segunda parte, la gran sinfonía de Dvorak, una obra con la que todo tipo de público se puede identificar.

Aprender y hacer disfrutar. Es el doble objetivo de la Orquesta Joven de Córdoba. Un nuevo proyecto musical que arranca en un momento en que la ciudad parece especialmente receptiva a este tipo de propuestas. El mes pasado actuó en el Gran Teatro la Orquesta Joven de Andalucía, dirigida por Hernández Silva y con la compañía del pianista Javier Perianes, y el 23 de febrero el Teatro Góngora recibirá a la Banda Sinfónica del Conservatorio Superior, dirigida por Juan José Amores y con obras de Jacob de Haan, Bert Appermont, Tchaikovsky, Alfred Reed y Manuel Lillo. Para el primer concierto de la Orquesta Joven de Córdoba (a las 20:30) las entradas tienen un precio único de cinco euros.

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