Al menos 31 civiles perdieron la vida, entre ellos ocho niños, en fuertes combates entre las fuerzas del gobierno ucraniano y los separatistas en Horlivka, una ciudad situada cerca de Donetsk y sometida desde hace días a fuego de artillería, informó un portavoz del ayuntamiento local. Según las autoridades locales, otros 43 civiles resultaron heridos en el bombardeo, que castigó la zona céntrica de la ciudad, que tenía cerca de 250.000 habitantes antes del estallido de las acciones militares entre las tropas gubernamentales y las milicias prorrusas que actúan en las regiones orientales ucranianas. Según la ONU, el conflicto en el este de Ucrania se ha cobrado ya la vida de 1.129 personas y desplazado a más de cien mil.

El mando militar ucraniano ha informado de que las tropas gubernamentales han cercado completamente la ciudad, controlada por los separatistas prorrusos, que acusan a Kiev de emplear artillería contra barrios residenciales. Mientras, el ejército ucraniano responsabiliza de esos ataques a las milicias secesionistas, que buscan con ello desprestigiar a las fuerzas gubernamentales e intimidar al población.

Mientras tanto en Lugansk, otras cinco personas murieron y ocho resultaron heridas al caer una granada en una residencia de ancianos, informaron las autoridades locales. Gran parte de la ciudad se encuentra sin suministro de gas y electricidad. Los combates afectaron también a Shajtiorsk, en la región de Donetsk, donde el Ejército ucraniano perpetró cuatro ataques por aire contra posiciones enemigas, dijo el experto militar de Kiev Dmitri Tymchuk.

Kiev acusa a Moscú de apoyar con armas y combatientes a los rebeldes prorrusos en el este del país, algo que Moscú rechaza. Esas acusaciones son también las que han motivado sanciones internacionales contra este país. Durante el día, los embajadores de la Unión europea (UE) deliberarán en Bruselas sobre nuevas sanciones contra Rusia por la crisis ucraniana, entre ellas se espera la aprobación de las primeras sanciones de naturaleza económica. 

Japón fue otro de los países que empendieron sanciones contra Moscú. El Ministerio de Exteriores criticó que Japón ha congelado los activos de las personas o grupos que participaron directamente en la anexión de Crimea o implicados en el conflicto ucraniano. El Ministerio de Moscú consideró que Tokio tiene un comportamiento corto de miras que se debe a su errónea visión sobre la crisis ucraniana. Además, les acusa de carecer de política exterior propia y en lugar de ello seguir los intereses de Estados Unidos. 

Sin embargo, el gobierno ruso se ve apoyado por la opinión pública, en base a una encuesta conocida hoy, según la cual la mayoría de los rusos atribuyen la crisis ucraniana a errores políticos de Occidente: en torno al 64 por ciento de los encuestados acusan a Estados Unidos y Europa de "interferencia ilícita" en Ucrania, según el sondeo elaborado por el instituto Levada, que es independiente. En torno al 52 por ciento teme también que el conflicto de Ucrania pueda extenderse y convertirse en una guerra mundial y el 23 por ciento se muestran a favor de que las autoproclamadas y no reconocidas "repúblicas populares" de Luganks y Donetsk se integren en Rusia, al ejemplo del a península de Crimea. El 56 por ciento se muestra seguro de que Moscú apoya enérgicamente a los separatistas ucranianos en el este.