Sesión de investidura

Rajoy basa su investidura en la falta de una alternativa

  • El candidato del PP pide un Gobierno estable, "no un apaño", para más de dos años. Apenas le dedica más de un minuto a la regeneración,y enfada a C's. Se cuida de no molestar al PSOE, y obvia pedirle apoyo de modo claro.

En demasiadas ocasiones, el discurso que Mariano Rajoy pronunció ayer ante el Congreso para defender su investidura, de 78 minutos, se pareció al del debate anual del estado de la nación, dos o tres ideas políticas, no más, y una retahíla de objetivos agrupados por las consabidas materias: empleo, educación, sanidad, investigación, Europa, Cataluña... A pesar del momento, no fue precisamente un parlamento de calado, un hecho criticado por sus aliados de Ciudadanos, que echaron en falta brío y arrojo. En un tono moderado, el candidato del PP a la Presidencia evitó cargar contra el PSOE, el partido que de momento impide su elección, apenas lo citó y si lo hizo, fue para elogiar su trayectoria y su sentido de Estado desde el inicio de la democracia. De hecho, le faltó hasta una petición expresa de apoyo. A pesar de la moderación y de la falta de una salida clara a la crisis política, los diputados socialistas votarán hoy no en la investidura, así que Rajoy sólo alcanzará los 170 síes que suman PP, Ciudadanos y Coalición Canaria, una adición insuficiente tanto para esta sesión como para que la se celebrará el viernes. 

 

El candidato dio tres argumentos para facilitar su investidura: España necesita un Gobierno urgente y estable, el PP ha sido el señalado por los españoles en las dos elecciones generales, y no hay una alternativa viable. "La alternativa que yo planteo -defendió-  es la más razonable, la única que parece viable. Es la única posibilidad real de contar con un Gobierno moderado". Y siguió: "No existe alternativa viable que responda al deseo de los españoles. Si existiera sería para un Gobierno de mil colores, radical e ineficaz, que no quieren los españoles y estaría apoyado por partidos que desafían la unidad territorial de España".

 

El líder socialista, Pedro Sánchez, ha vuelto a abrir la opción de esa alternativa al no descartarla de modo tajante, lo que ha dado alas a Podemos. Los de Pablo Iglesias vuelven a cortejarlos. Sin embargo, el PSOE sólo sumaría con Podemos si le apoyan los independentistas de ERC y Convergencia, más el PNV. Es decir, que tal como sostiene Rajoy, las alternativas, aunque numéricamente sean posible, carecen de sentido político.

 

Rajoy advirtió que España necesita un Gobierno estable, "no un apaño", para salir de la crisis institucional, un Ejecutivo que pueda aprobar los Presupuestos de 2017 y que dure más de dos años. "A España no le sirve cualquier Gobierno. No nos podemos apañar con un Gobierno efímero. No se trata de aprobar cualquier Gobierno, el Gobierno no es un fin en sí mismo, es un instrumento", indicó el candidato. Las fechas, en efecto, apuran. Antes de que finalice octubre, el Ejecutivo debería enviar el proyecto de Presupuestos al Congreso y el 15 de ese mes tiene que entregarlos en Bruselas. Para el presidente, la única alternativa a su propuesta es la convocatoria de unas terceras elecciones, previstas si así fuese necesario para el 25 de diciembre, día de Navidad. "Difícilmente, se me ocurre un mayor daño al país que decirle a los españoles que su voto no ha servido en dos ocasiones, y repetir una tercera vez las elecciones", aseguró. 

 

Por el momento, el PP cuenta con el apoyo de Ciudadanos y de Coalición Canaria, pero eso no es suficiente. "Es evidente que no basta -explicó- con estos acuerdos para obtener una mayoría suficiente. Si para formar Gobierno se precisa de una mayoría simple, estamos ante una responsabilidad compartida ante la que nadie debe mostrase indiferente. ¿O es que alguien aquí está pensando en llamar a los españoles otra vez a las urnas? ¿Cuántas veces estaría dispuesto a hacerlo? Todos somos corresponsables".

 

El otro argumento para justificar su candidatura es que el PP ha sido el partido más votado en las elecciones del 20 de diciembre y del 26 de junio, y que además fue el único que creció en los pasados comicios. Tanto PSOE como Podemos como Ciudadanos se dejaron algunos miles de votos en el camino. Sin citarlo, explicó que excepto en los casos que ha habido mayoría absoluta, nunca un primer partido le sacó tantos diputados de diferencia como ahora al segundo: 54 escaños separan al PSOE del PP. No obstante, y por no provocar otra reacción, Rajoy se cuidó de no señalar con su nombre al Partido Socialista.

 

Por lo que se refiere a la política económica, el candidato repitió lo ya sabido, que su objetivo es llegar a 20 millones de empleo en el año 2020 y que esto es posible si se mantiene el ritmo de creación de trabajo a razón de medio millón de empleos por año. Anunció, tal como se recoge en el acuerdo con Ciudadanos, que rebajará en dos puntos los tramos del IRPF y que habrá mejorías para los autónomos. Sí anunció que abrirá un proceso para reformar el sistema de financiación autonómica, con el requerimiento de garantizar la igualdad entre los españoles. "Ofrezco a todos los partidos, y singularmente al PSOE, que abramos una negociación para un modelo estable [de financiación] que asegure la igualdad de todos los españoles también a la hora de recibir servicios público", indicó.

 

Al asunto de la corrupción, que ha sido uno de los temas estrellas en el acuerdo con Ciudadanos, apenas dedicó ni dos minutos, y en ocasiones su discurso fue triunfalista al sostener que nunca, como ahora, se la ha perseguido tanto. Sí dedicó bastante tiempo al desafío independentista catalán, y propuso un pacto para defender la unidad de España y salvaguardar la Constitución. Ahí sí distinguió entre los constitucionalistas, como el PSOE, y otros partidos que defienden el derecho a la autodeterminación, caso de Podemos. "El único pueblo soberano es el español y nadie puede menoscabar ese fundamento sobre el que se basa todo nuestro sistema político". 

Los grupos políticos explicarán hoy su postura antes de votar, pero no se esperan cambios. Para esta elección hacen faltan 176 síes. Ya el viernes, basta con más síes que noes, pero tampoco dan las sumas, así que la semana próxima se verá si el Rey abre una nueva ronda de consultas. Por ello, el Rajoy más dialogante finalizó así: "Yo sólo no puedo darle a los españoles lo que yo creo que necesitan".

 

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