España

Puigdemont y la CUP estudiarán cómo renegociar la deuda, sin llegar al impago

  • La formación antisistema no ha expresado un compromiso explícito de apoyar los Presupuestos y ha rechazado el proyecto BCN World.

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, se ha abierto a estudiar formas de renegociar la deuda de Cataluña, sin contemplar el impago, en su primera reunión con la CUP, en la que los antisistema no han expresado un compromiso explícito de apoyar los Presupuestos y han rechazado el proyecto BCN World. Ni las diputadas de la CUP Mireia Boya y Anna Gabriel ni la consejera de Presidencia y portavoz, Neus Munté, han tenido reparos en verbalizar, tras la reunión, que entre el presidente y la CUP existen discrepancias, pero también puntos de acuerdo y, ante todo, voluntad de entendimiento.

Durante una hora y media, Puigdemont ha abordado con Boya y Gabriel en el Palau de la Generalitat cuestiones especialmente polémicas, como el proyecto lúdico y turístico de BCN World o la privatización de Aigües Ter Llobregat (ATLL), pero también asuntos globales de mayor sintonía, como el apoyo de la CUP a la estabilidad parlamentaria o los Presupuestos de la Generalitat. Sobre este último asunto, la CUP ha trasladado a Puigdemont la "línea roja" de que los Presupuestos sean "eminentemente sociales" y que en ellos figure el plan de choque que se prevé en la declaración del Parlamento del 9-N, suspendida por el Tribunal Constitucional. Un extremo que acepta el Gobierno catalán, que, en este sentido, está "tranquilo" porque coincide con la CUP en que los Presupuestos "son necesarios y serán sociales", ha expresado Munté.

Sin embargo, las diputadas cuperas no han explicitado de momento un compromiso para apoyar los Presupuestos, dado que están a la espera de poder analizar la propuesta que haga el ejecutivo, pero los han vinculado a la evolución del proceso soberanista. "Estamos ante una legislatura excepcional, marcada por la consecución de las bases para crear una nueva república", ha afirmado Gabriel, que de esta manera ha dado a entender que podrían avalar unos Presupuestos u otras cuestiones siempre y cuando vean que se avanza en la hoja de ruta.

"No haremos el juego al unionismo", pero a la CUP tampoco le "temblarán las piernas" si hay que rechazar un proyecto de Junts pel Sí que sea contrario "a la transversalidad independentista y a la necesidad de ampliar su base social", así como tampoco "al ejercer la ruptura con el Estado español". "No estamos aquí para favorecer a ningún partido", ha remachado Gabriel. Según la CUP, el presidente catalán "se ha mostrado favorable a auditar la deuda y a hablar con las entidades financieras" sobre su refinanciación y el pago de los correspondientes intereses, algo que la CUP valora de manera muy positiva.

Munté ha indicado que Puigdemont -que ha cerrado la ronda con los grupos del Parlamento- se ha comprometido a trabajar conjuntamente con la CUP "para analizar los conceptos y la magnitud de la deuda y la posibilidad de su renegociación", pero ha descartado recurrir al impago, como pedía el partido antisistema, porque "un país serio tiene que pagar la deuda". En cambio, la CUP ha trasladado a Puigdemont su rechazo al complejo turístico BCN World en Vila-Seca y Salou (Tarragona) porque no acepta un proyecto que pivote "sobre la especulación y el juego", aunque ve con buenos ojos que se pueda hacer una consulta en el territorio que aún no está clara.

La iniciativa la planteó Puigdemont como una posible fórmula para abordar un asunto conflictivo, pero Munté ha aclarado que dicha consulta es una posibilidad que aún no está "cerrada", ni siquiera "suficientemente madura". Ante las críticas de la CUP, la portavoz del Ejecutivo ha dejado claro que "en ningún caso" se trata de un proyecto "basado en la especulación y el juego", dado que, según ha dicho, sólo el 6% está dedicado al juego y "bajo normativas de control muy estrictas". El máximo directivo de Hard Rock, Hamisch Dodds, ha viajado hasta Barcelona para entrevistarse durante una hora con el presidente catalán, Carles Puigdemont, y el vicepresidente, Oriol Junqueras, en el Palau de la Generalitat. La multinacional americana Hard Rock ha reafirmado su interés por participar en este macrocomplejo hotelero y de ocio, previsto en Vila-seca y Salou (Tarragona), en el que prevé destinar una inversión de unos 2.500 millones de euros.

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