España

El Gobierno busca un blindaje jurídico y legal a su tasa en la Verja

  • El Ejecutivo de Rajoy insiste en aplicar sus planes sobre la colonia británica y Reino Unido replica que apoya "hombro con hombro a los gibraltareños frente a la presión española".

El Gobierno de España sigue dando más pasos en su estrategia sobre el contencioso con Gibraltar y estudia ya cómo hacer viable jurídica y legalmente su plan de medidas, entre las que destaca la aplicación de una tasa de 50 euros a quien cruce la Verja tanto en dirección al Peñón como hacia España. La iniciativa, anunciada días atrás por el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, sería paralela a un ambicioso dispositivo contra el fraude fiscal, en el que sobresale la localización de los miles de gibraltareños que tienen residencia en España pero no tributan a la Hacienda Pública. No obstante, no hay una fecha prevista para la entrada en vigor de estas iniciativas. El Gobierno de Mariano Rajoy las irá "poniendo en marcha a medida que se finalicen los informes jurídicos", informaron fuentes del Ministerio de Exteriores.

Moncloa no oculta, en esta subida de tensión que están sufriendo las relaciones con Gibraltar y, por lo tanto, con Londres, que persigue una política de borrón y cuenta nueva con respecto a la herencia que dejó en este enconado asunto el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, y en la que destacan parte de los acuerdos de Córdoba del Foro de Diálogo. "Disparate" fue el término utilizado por García-Margallo para referirse a las concesiones que, a su juicio, hizo el ex ministro de Exteriores socialista, Miguel Ángel Moratinos.

Londres sigue de cerca, y con recelo, los movimientos españoles. El primer ministro británico, David Cameron, expresó su preocupación y pidió a Rajoy qué explique con exactitud las medidas que quiere adoptar respecto al Peñón. Cameron insistió en que las diferencias con España "se resolverán por medios políticos y no a través de fórmulas desproporcionadas como las colas en la Verja". En términos similares se expresó el jefe de la diplomacia de Reino Unido, William Hague, que abogó por una "solución política a la actual tensión con España" y por "evitar medidas que puedan incrementar aún más la tensión". Eso sí, Hague dejó muy claro que Londres "apoya hombro con hombro a la población de Gibraltar en este momento de creciente presión y retórica española".

También se pronunció la oposición británica. El responsable de Exteriores del Partido Laborista, Kerry McCarthy, instó a Cameron a responder de manera "contundente" al Gobierno de Rajoy. "Cualquier medida diseñada para penalizar a los residentes de Gibraltar debería ser rechazada contundentemente por el Foreign Office", indicó McCarthy, que criticó que España se plantee imponer una tasa de 50 euros para cruzar la Verja. "Una vez más, el Gobierno español provoca retrasos innecesarios y molestias a la gente que cruza entre España y Gibraltar. Ahora quieren usar una tasa como moneda de cambio para negociar con Londres. Eso es inaceptable", dijo el dirigente laborista.

Desde España, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Gonzalo de Benito, insistió al conocer las reacciones de Reino Unido en que los controles que está aplicando España en la frontera "son proporcionados a la gravedad de la situación que se produce algunas veces en la Verja. Son aleatorios y no discriminatorios". De Benito respondió también de esta manera a las recomendaciones hechas desde la Comisión Europea.

El secretario de Estado dijo que la Administración española comparte con Londres la "preocupación" por la deriva del contencioso con la colonia británica, pero dejó entrever que es consecuencia de la "inquietante política de hechos consumados" de Gibraltar. De Benito hacía así alusión, sin mecionarlo, al vertido de 70 bloques de hormigón por parte de las autoridades gibraltareñas en aguas españolas próximas al Peñón para impedir que faenen los pesqueros de Algeciras y La Línea.

Por su parte, Gibraltar reaccionó contra el Ejecutivo español con un furibundo ataque. Su ministro principal, Fabian Picardo, denunció el "ruido de sables" procedente de Madrid con su anuncio de medidas restrictivas y atribuyó las palabras de García-Margallo a alguien más propio de un país como Corea del Norte. "Este fin de semana hemos sido testigos de ruido de sables, un ruido que no habíamos oído desde hace tiempo. Las cosas que ha dicho Margallo recuerdan al tipo de declaraciones que esperas oír de Corea del Norte, no de un socio de la UE", denunció Picardo en un programa de la emisora pública BBC Radio 4.

El ministro principal gibraltareño arremetió contra este "tipo de declaraciones y actitudes", que le recuerdan las que ponía en práctica en las décadas de 1950 y 1960 el régimen de Francisco Franco. "Creo que todos esperábamos que estas políticas nunca volverían y que se mantendrían las políticas mucho más tolerantes del anterior ministro de Exteriores, [Miguel Ángel] Moratinos, en las que se hablaba de colaboración, de generar beneficios económicos para los ciudadanos de ambos lados de la frontera y no de la beligerancia de ahora".

Picardo también se refirió a latasa de 50 euros y dijo que "quiero saber qué piensan de eso los diez mil españoles que vienen a diario a trabajar. Sería evidentemente discriminatorio e iría en contra del Tratado de Roma, que establece la libertad de movimiento de los trabajadores europeos", advirtió el dirigente de la Roca, que criticó el posible cierre del espacio aéreo español a los vuelos con destino u origen en Gibraltar. "Sería más difícil para los pilotos aterrizar, más peligroso para los pasajeros. Es una locura política", subrayó, al tiempo que lamentó la inexistencia de canales formales para el diálogo sobre estas cuestiones. "Este ministro [García-Margallo] se ha retirado del Foro Trilateral".

Mientras tanto, en España, el secretario de Relaciones Institucionales y Políticas Autonómicas del PSOE, Antonio Hernando, exigió al Gobierno que tenga "un diálogo exigente y responsable" con Reino Unido, sin "exabruptos" ni "bravuconerías", y que no se adopten "medidas unilaterales que no ayudan en nada" a los trabajadores en Gibraltar y en La Línea. "Le exigimos al Gobierno de España que retome el diálogo con los trabajadores", dijo Hernando, aludiendo al comunicado que por la mañana remitieron los trabajadores advirtiendo que ellos son las principales víctimas de las medidas que se están adoptando.

La líder de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, ve "estupendo" que el Gobierno muestre ahora firmeza con las autoridades de Gibraltar, pero pidió que esta postura "clara" sea constante para quitar "las ganas de provocar tensión a quien siempre la provoca", que a su juicio son las autoridades del Peñón.

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