Economía

"Conceptualmente, no tenemos nada en contra del software libre"

  • Garaña, joven y perfectamente preparada, admite que, en plena crisis, es el negocio con la pequeña y mediana empresa el que más dolores de cabeza le da a la compañía · La división de consumo sí carbura

Advertencia: ésta es una entrevista sin números, cosa extraña en una sección económica. María Garaña explica que Wall Street no permite a las filiales del supergrupo que controla Bill Gates ofrecer datos regionales porque algún espabilado se pondría a sumar las partes para obtener el todo antes de la ceremonia habitual de cifras, éxitos y promesas paradisíacas que cada año se celebra en EEUU con el jefe como inevitable master of ceremony.

-¿Sabe que la apuesta de la Junta de Andalucía se llama Linux? Si le pregunto qué opina, la pongo en un compromiso, así que mejor cuénteme que le parece el software libre en general.

-Todo lo que sea desarrollo tecnológico me parece bien. Conceptualmente no tenemos nada en contra. Incluso nosotros tenemos varios desarrollos en software libre. Por ejemplo, con las facturas electrónicas. Yo creo que si hay un campo donde no deben entrar cuestiones ideológicas es en la tecnología de la innovación. Tanto una empresa, como una administración o un particular tienen que elegir el software que mejor se adapte a sus necesidades. El software libre, por cierto, no se está viendo en los hogares. Hace un año ibas a una gran superficie y tenías las famosas netbooks con Linux. Prueba a encontrar una ahora. Hubo muchísimas devoluciones. El mercado es muy inteligente. Al consumidor final sólo se interesa qué es lo que mejor se adapta a su coste/beneficio.

-¿Apple es el típico rival que te hace mejorar como empresa?

-Sin duda hacen las cosas bien, pero desde una estrategia diferente: van a un segmento muy específico donde sus máquinas están a un determinado precio. Nosotros vamos a un mercado más de acceso a la tecnología para todos. Otros precios y buena funcionalidad.

-Me refería a que ellos inventaron el iPod y ustedes contestaron con el zune. Al iPhone también han opuesto su propio teléfono.

-Hablamos de distintas filosofías. Nuestro modelo se basa en los socios, las alianzas. Otras marcas fabrican para nosotros. Y nosotros ofrecemos nuestros productos -el Office, por ejemplo- a marcas rivales como Nokia. No trabajamos con contratos de exclusividad.

-Me va a decir que Windows 7 es una maravilla, ¿verdad?

-Estamos encantados. Sólo con los prepedidos hemos sobrepasado las expectativas de todo el año. Es más rápido y ligero y ahorra hasta un 30% de energía, circunstancia importantísima para el sector empresarial. También es intuitivo. Se entiende en menos de medio minuto.

-Eso suena a Mac.

-(Risas).

-¿Por qué duran tan poco los sistemas operativos?

-Duran tres años. Es nuestro compromiso. Tres años para mejorar lo anterior. Cada vez se maneja más información, el manejo debe ser cada vez más simple, seguro y barato.

-¿Cuánto les afecta la crisis?

-Hemos cerrado 2009 [el año fiscal de Microsoft concluye en junio] con satisfacción, con un segmento, la gran cuenta, que ha compensado las caídas en otros como la pyme. El segmento de consumo está muy, muy fuerte. La verdad es que la gente se está quedando más en su casa por las consolas, los vídeos, etc… en el conjunto de las tres áreas las cosas funcionan bien.

-Habla de la pyme, una especie en peligro de extinción.

-Tenemos un modelo que llamamos de innovación aplicada, y no se queda sólo en el I+D sino que se basa en la demanda del mercado. Tenemos centros en España que agrupan a las pymes que se especializan en sectores como la robótica, la domótica o la movilidad. Ayudamos a darle formación y a buscarle proyectos poniéndola en contacto con nuestros clientes. Como Microsoft, el 99% de nuestra operación, que no facturación, es con pymes. Es el grupo más grande de nuestra empresa. Ahí hacemos negocio más como intermediarios. En el ADN de nuestra compañía viene trabajar con la pyme. Desde hace 10 meses financiamos cualquier proyecto de tecnología vinculado al hardware, el software y los servicios.

-Lo del I+D en España suena un poco a tomadura de pelo.

-Estamos por la labor de apoyar el I+D porque en nuestro caso no es una operación de imagen. Tenemos un equipo muy fuerte, muy científico en EEUU. La máxima es siempre la misma: obtener más haciendo menos. En España, la gran empresa no está por debajo de ningún país del mundo: tengo muchos clientes cuya estructura tecnológica y de procesos está a la altura de cualquier empresa top de los EEUU o el norte de Europa. ¿Qué pasa con la pyme? Que hay muchísimo por hacer, y la única forma de que esto sea sostenible más allá de las subvenciones es a través de alianzas públicas y privadas. Hay que elegir acciones estratégicas y quirúrgicas en profundidad.

-Su caso es espectacular. Con 40 años, dirige la filial de una multinacional en un país donde apenas el 7% de las mujeres está en los consejos de administración.

-Hay mucho que avanzar en este asunto. Es difícil encontrar mujeres en las cúpulas empresariales, pero la demografía te dice que están ahí fuera, perfectamente preparadas. En Microsoft, al final elegimos al mejor candidato, sí, pero hacemos un esfuerzo proactivo para que las cosas se equilibren por pura demografía y por los datos de licenciaturas.

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