Economía

Airbus provisiona otros 551 millones por el A400M y señala a Sevilla y Bremen

  • Enders asegura que en la planta hispalense "hay mucho trabajo pendiente", lo que provoca "ineficiencias". Las principales dificultades se encuentran en la integración del fuselaje.

El A400M concentra sus problemas en Sevilla, donde se realiza su montaje final, y en Bremen, donde se fabrica una de sus piezas fundamentales, el fuselaje del avión. El consejero delegado del grupo Airbus, Tom Enders, repartió ayer culpas en cuanto a los escollos que está encontrando el programa del avión militar. En la planta hispalense, dijo, se están produciendo "ineficiencias" porque hay "mucho trabajo pendiente". ¿Pero esto por qué es así? Por las "dificultades halladas en la integración del fuselaje", elemento que no llega con el grado de terminación óptimo desde la fábrica alemana. 

El máximo directivo de la compañía trató, así, de mostrarse ecuánime y no caldear más el ambiente tras las últimas noticias aparecidas en prensa que apuntan a que España está perdiendo cuota de poder en Airbus frente a Alemania. El cese en enero del principal ejecutivo del grupo en el país, Domingo Ureña, y el paso del control de la producción del A400M desde Madrid hacia Múnich -bajo el mando de Pilar Albiac y Bernhard Gerwert- incitan a pensar en ese sentido. Enders enfatizó que el sustituto de Ureña, el ingeniero y director de ensayos en vuelo de Airbus, Fernando Alonso, será capaz de encauzar la situación. "El tándem que conformarán Alonso y Albiac hará que la situación del programa mejore rápidamente", vaticinó. 

Los problemas que acumula el avión militar están dando múltiples quebraderos de cabeza a Airbus desde hace años. El último disgusto ha sido tener que asumir otro cargo de 551 millones de euros en el cuarto trimestre de 2014 -se suman a los 4.000 millones de sobrecostes asumidos en 2011 tras otra fase crítica- por los retrasos sufridos a causa de dos escollos: complejidades técnicas para desarrollar las capacidades militares del avión y dificultades para aumentar la cadencia de producción. La repercusión en las entregas a los países clientes se encuentra en fase de negociación, lo que motivará una alteración del calendario inicial. 

"El programa continuará siendo objeto de una estrecha vigilancia, aunque confiamos en no tener que añadir más provisiones durante 2015 y los años posteriores", remarcó ayer Enders. Y no es para menos. Los desafíos son enormes, puesto que el objetivo pasa por duplicar las entregas, pasando de las ocho del año pasado a las "14 ó 15 que serían razonables para éste". Para ello tienen que desatascar el programa. "Tenemos mucho trabajo pendiente en la FAL; el fuselaje, las alas y los demás componentes llegan a la factoría de Sevilla, pero no están listos, lo que genera una situación poco idónea que lleva a ineficiencias", explicó Enders en la presentación de resultados de la compañía en Múnich. 

Esto está provocando que se tengan que desplazar temporalmente ingenieros desde los centros de origen de las piezas, como Bremen (Alemania) o Filton (Reino Unido), hacia Sevilla para concluir su terminación en paralelo al ensamblaje de la aeronave y los ensayos y pruebas a los que tiene que someterse. "Esto lo complica todo, no es la situación idónea", subrayó Enders, para apuntar que el principal escollo se está encontrando en "la integración del fuselaje del A400M", que procede de Bremen. 

Sin embargo, el consejero delegado de Airbus Group abrió un camino para la esperanza. "Hemos puesto el programa en las mejores manos: las de Fernando Alonso, que es un excelente gestor, y las de Pilar Albiac, la mejor directora de Operaciones que podría tener el grupo", presumió. Esta española, que trabaja en Múnich y ha desarrollado gran parte de su carrera profesional en Estados Unidos, asumirá la tarea de "asegurarse de que en Sevilla haya poco trabajo pendiente para que la labor se haga con mayor eficiencia", explicó. Ella tendrá que coordinar que todos los elementos del aparato estén bien acabados y lleguen a tiempo a la FAL para su ensamblaje. "Tenemos una planta maravillosa en Sevilla, en la que hemos invertido mucho dinero, y hay que hacerla funcionar", concluyó.

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