Economía

La UE acuerda aumentar la vigilancia sobre los precios de los alimentos

  • Los líderes europeos también se han comprometido a promover más medidas a nivel global para paliar la escasez de alimentos

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) acordaron hoy vigilar más de cerca la evolución de los precios de los alimentos, incluidas las repercusiones que puedan tener en su encarecimiento las "especulaciones" en los mercados.

Los líderes europeos también se comprometieron a promover más medidas a nivel global para paliar la escasez de alimentos y la consiguiente subida de precios y expresaron su preocupación por el efecto que esta escalada tiene en los hogares con menos ingresos, tanto en la UE como en los estados más pobres.

Según refleja el documento final de la cumbre celebrada ayer y hoy en Bruselas, los Veintisiete han dado su respaldo a las propuestas de la Comisión Europea (CE) para vigilar de cerca los mercados financieros y de materias primas.

Fuentes comunitarias señalaron que la CE va a poner en marcha "un grupo de expertos" para examinar el papel que la "especulación" puede tener en el aumento de precios de los alimentos.

Bruselas había planteado también vigilar el impacto de las cadenas de distribución en los precios alimentarios, pero en las conclusiones no aparece esa idea.

Desde la CE han señalado que "es complicado" comprobar la repercusión del precio de las materias agrícolas en el precio final que paga el consumidor, pero que en cualquier caso, se examinará el papel de los supermercados.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE también han respaldado en el documento examinar las reglamentaciones restrictivas del sector minorista, "en el contexto de la revisión del mercado único".

Y han abogado por evaluar "rápidamente" las repercusiones que el desarrollo de biocarburantes tiene en la oferta de productos agrícolas destinados a la alimentación y en caso necesario, "tomar medidas para hacer frente a los inconvenientes".

Según el Consejo Europeo, es importante fomentar el desarrollo de biocombustibles de "segunda generación", hechos de subproductos que no proceden de cultivos agrícolas para la obtención de alimentos.

Durante la Cumbre, el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, confirmó que propondrá destinar el dinero ahorrado de la Política Agrícola Común (PAC) a ayudar a los productores del tercer mundo para que puedan comprar semillas o fertilizantes.

Esta iniciativa, que la CE proyecta para los presupuestos de 2008 o de 2009, podría suponer una dotación anual de entre 500 y 1.000 millones de euros, según fuentes del Ejecutivo comunitario.

Por otro lado, Bruselas va a plantear elevar de los 300 millones actuales a 500 millones al año la contribución de la UE para los planes nacionales destinados a proporcionar alimentos a las clases mas desfavorecidas, dentro de los países comunitarios; esta partida también saldrá de los fondos de la PAC.

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