Fútbol l Tercera División

"Dependemos de nosotros y es la liga más igualada de los últimos años"

  • El cordobés valora la progresión de su equipo, que estuvo "mentalmente débil" en la primera vuelta de la competición · Considera que el conjunto vallesano está listo para pelear por el 'play off' de ascenso

Lleva muy presente siempre una frase del desaparecido Tolo Plaza: Balón que se duerme se lo lleva la corriente. Carrasco es de esos técnicos que apela a la casta de los suyos para cumplir sus objetivos. Dice que siente envidia sana de los técnicos que vestidos de chaqueta y corbata se marchan del partido sin sudar el traje. A él, los nervios y su manera de ser no le permiten estar quieto ni un minuto de los noventa de partido. Bracea, gesticula, corrige, sube el volumen. Hace sobre la banda tantos kilómetros o más que el jugador que está en el campo. No oculta que le hubiera gustado vivir profesionalmente del fútbol como técnico como lo hizo en su día como jugador, aunque indica que "actualmente, como no estés entrenando en Primera o Segunda A, es difícil vivir sólo de esto".

Cuando quedan diez partidos para que termine la liga en el grupo X de Tercera División, el Pozoblanco está a un punto del cuarto clasificado en el torneo más igualado de los últimos años. Carrasco piensa que todo se va a apretar aún más con los duelos directos que tienen Mairena y Ayamonte, quienes no han logrado escaparse del todo como ha hecho el Alcalá. Considera que su equipo llega en una situación inmejorable a esta recta final después de una primera vuelta irregular.

-¿Cómo está su equipo?.

-El equipo ha sido uno en la primera vuelta y otro en la segunda. En la primera hemos sido débiles mentalmente, pero afortunadamente hemos cambiado a tiempo.

-¿A qué se ha debido el cambio?

-Pues a varias cosas. Había que adaptar un equipo donde el 85% de sus jugadores eran nuevos en el plantel. Hemos tenido lesiones. Luego, nos ha venido muy bien la llegada de Jorge García, quien nos ha dado goles, salida del balón, recuperación... En definitiva, ha sido un pilar básico.

-¿En qué situación está el equipo para la recta final?

-En una situación inmejorable, algo en lo que no pensábamos con los puntos que habíamos dejado escapar. Dependemos de nosotros mismos y eso es mucho decir ya.

-¿Jugará el Pozoblanco la fase de ascenso?

-Se decidirá en este último tercio de liga, que es la más igualada de los últimos años.

-A domicilio el equipo está arañando muchos puntos, pero en casa le cuesta más.

-Sí, creo que el problema es mental pues nos cuesta más entrar en los partidos cuando jugamos en nuestro campo.

-¿El Algeciras puede ser un equipo que venga bien por su forma de jugar?

-Puede ser, porque reciben muchos goles, pero es cierto que juegan muy bien al fútbol. Es como el Coria, al que el pasado domingo vi ante el Córdoba B. Juegan muy bien, pero eso en esta categoría no lo es todo. El partido ante el Algeciras es vital, pues de ganarles los dejaríamos con pocas opciones ya de meterse y prácticamente nos quitaríamos a un rival directo.

-Los buenos resultados han llegado, pero el juego no está siendo brillante.

-En esta categoría es complicado jugar bien. Es cierto que no hemos hecho un juego brillante.

-¿Por qué los campos de Tercera están semivacíos?

-No sólo los de esta categoría, sino muchísimos de Segunda B e incluso algunos de Segunda A. Hoy se están centrando mucho las miradas en el Madrid y el Barcelona. Sin embargo, la gente se suma al fútbol cuando viene lo bueno, pues yo he visto campos llenos a reventar en una fase de ascenso.

-¿Cómo se puede volver a esos ambientes de antes en esta categoría?

-Pues siendo el aficionado primero del equipo de su localidad y luego del Madrid, del Barcelona o de quien sea, pero primero del equipo tuyo.

-Vive los partidos con demasiada tensión.

-Siempre los he vivido así, es mi manera de ser. A veces me digo: voy a quedarme tranquilo este entrenamiento, pero a los cinco minutos ya estoy en el campo corrigiendo cosas.

-¿Por qué?

-Quizás porque me gusta aprovechar todas las bazas. Me gusta observarlo todo. Antes del partido, las mismas caras de los jugadores me transmiten sensaciones y me dicen a las claras lo que puede pasar en el partido. Yo tengo envidia sana de esos entrenadores que vestidos de chaqueta y corbata se van sin sudar el traje tras el partido. Mi manera de vivir los partidos no me permite irme sin sudar de un campo. No sé vivir el fútbol de otra manera.

-¿Qué es lo que más le ha impresionado del fútbol actual?

-El juego del Barcelona. Es un fútbol moderno que no se había visto nunca, jugadores excepcionales técnicamente cuando tienen el balón y que a su vez corren como el que más cuando no lo tienen para recuperarlo.

-¿Quién se va a meter en la fase de ascenso?

-Es complicado decirlo ahora pues hasta el décimo o más abajo tienen opciones todavía. El único que lo tiene asegurado es el Alcalá. Luego el segundo y tercero, Ayamonte y Mairena , tienen duelos directos y no lo tienen ni mucho menos hecho. Además está la cuarta plaza, que ésta sí ha estado abierta toda la temporada.

-¿El Córdoba B también tiene opciones?

-Sin duda, está haciendo un gran año con un equipo muy joven que sabe mantener su portería a cero. Tiene las mismas posibilidades que el resto de los muchos equipos que están a pocos puntos de esas posiciones delanteras.

-¿Y que opina del Córdoba de Lucas Alcaraz?

-Creo que está pasando lo contrario que otros años, donde había más presupuesto y se pasaban más fatigas. Este año se le está plantando mucha cara a equipos con un presupuesto mayor. Se está haciendo una temporada sensacional y además la gente está muy identificada con el equipo.

-Una frase que le impactara de algún entrenador que tuvo como jugador.

-Muchas. Recuerdo con un cariño enorme a Tolo Plaza, que para mí ha sido un técnico inolvidable y del que aprendí mucho. Lo tuve en el Córdoba en una temporada complicada, donde a causa de la escasez de dinero tuvo que hacer un equipo cargado de chavales. Fue una pena que se nos fuera tan pronto, pues estaba al nivel de entrenadores como Juande Ramos, que luego han llegado a la cima.

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