Hace tiempo que el deporte femenino empezó a experimentar un gran incremento en España y el rugby no iba a ser una excepción. En una disciplina tan ligada en su inicio al deporte masculino, las chicas han ido demostrando poco a poco que no existe deporte que se les resista, como demuestra la reciente participación de la selección española en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Un hito que ha puesto en el mapa al rugby femenino español y que también se deja sentir ya en Córdoba, donde coexisten dos equipos, que acaban de arrancar la temporada. Aunque las chicas iniciaron su andadura recientemente en esta disciplina, el tesón y las ganas por sacar los equipos adelante se palpa en cada entrenamiento. El Club de Rugby Amateur de Córdoba (CRAC) y el Mezquita Rugby Club disputaron el pasado sábado su primer encuentro en Sevilla en el primer torneo Seven organizado por la Federación Andaluza. El equipo femenino del CRAC, tras disputar la fase de grupos, consiguió clasificarse para la Final de Plata, que jugó ante el Universitario de Sevilla B y que finalizó con un resultado de 27-5 para las sevillanas. Las chicas acabaron en sexta posición en la tabla. Ya lo adelantó su capitana, María Gutiérrez, quien se declaraba "expectante" ante el encuentro. "Depende mucho del rival cómo se den estos primeros enfrentamientos, pero creo que irán bien", apuntó Gutiérrez. Aunque el equipo es novato, sus jugadoras son bastantes positivas. "En muy poco tiempo gracias a nuestro entrenador hemos adquirido un conocimiento bastante rápido de este deporte, tenemos técnica y nuestro físico va mejorando cada día", afirma la capitana. Para la jugadora del CRAC, en Andalucía hay equipos muy buenos, "sobre todo los más veteranos". En cuanto al nivel de Córdoba en esta disciplina que está comenzando a calar entre el público femenino, "creo que estamos más o menos en la misma línea que el otro equipo", recalca Gutiérrez, quien destaca que sus compañeras son "muy inteligentes e iremos para arriba rápido". En cuanto al apoyo que están recibiendo por parte de la afición, reconoce que "el rugby es un deporte poco conocido, sobre todo en el ámbito femenino, y normalmente recibimos el apoyo de nuestros amigos y familiares". "Últimamente estamos comenzando a salir en más medios de comunicación y gracias al éxito que ha tenido la selección femenina de rugby siete en los Juegos Olímpicos de Río también se ha visualizado un poquito más esta práctica", concluye María. Sin embargo, su entrenador no está del todo de acuerdo con la visión de la capitana. Antonio José Camacho opina que la preparación de la selección española femenina para los Juegos Olímpicos de Río "fue brutal", se lo plantearon de una forma muy profesional, "pero el impacto público que tuvo y la retransmisión en los medios fue escasa y no hizo mucha mella en lo que es la visión de la sociedad en cuanto a este deporte". Según Camacho, la ilusión con la que comenzó el equipo hace un año "les hará llegar lejos". "Teníamos una sola jugadora veterana y pronto conseguimos un buen equipo de chicas", explica el técnico del CRAC, que se ha federado durante esta temporada, ya que "nos propusimos competir en la liga federada de Andalucía para seguir creciendo". "Intentamos consolidar el club en competiciones de rugby femenino", confiesa Antonio José. La relación que algunos siguen haciendo de este deporte con la violencia hace que se eche en falta algo más de apoyo por parte de la afición, "sobre todo en el caso de las chicas", señala. Sin embargo, a la hora de encontrar jugadoras que se unieran al equipo, "la captación fue misteriosamente fácil", recuerda Camacho. "Cuando empezamos a tirar del hilo vimos que había muchas chicas dispuestas a practicarlo y aunque se comenzó desde cero, este año tenemos ya diez chicas federadas. Si hablamos en términos de rugby 15 no es gran cosa, pero si hablamos en términos de rugby siete, donde el club puede llevar convocadas a cada partido a 14 chicas, ya es un hito", cuenta orgulloso el entrenador. Esta partida desde cero, ha hecho que sea "muy gratificante entrenar a las chicas, ya que ves que lo que tú les aportas está haciendo efecto en ellas. Ves su mejora y cómo pasan de no conocer nada a conocer muchísimas cosas de este deporte que yo amo. A mí en mi vida me está aportando muchísimo en este sentido", declara el entrenador del CRAC. Estas jugadoras, que no conocían nada del deporte cuando comenzaron, están poniendo todo su empeño en pulir su técnica e intentan aplicar lo aprendido en todos los partidos para mejorar cada día. "Hay equipos que están por debajo nuestra y otros que llevan jugando bastantes años que están muy por encima", comenta Camacho con respecto a la competencia. "Eso también nos hace crecer a todos e intentar homogeneizar el rugby femenino en Andalucía, por ello hemos entrado en esta competición para avanzar un pasito más y obtener un nivel que no teníamos", apunta el entrenador. En este mismo sentido se mueve también el Mezquita Rugby Club. Las chicas disputaron tres partidos en el torneo del pasado  sábado , contra la Universidad de Granada , el Miguel Turra y el Atlético Portuense. Aunque comenzaron con un poco de caos y desorden, fueron retomando la calma para mejorar su juego. A medida que pasaron los minutos consiguieron ordenar sus líneas de defensa y ataque evitando dejar a cero su marcador. Eso sí, el torneo acabó con el Mezquita ocupando la última posición de la tabla. Un resultado que hace que las chicas sigan luchando cada día más, como subraya su entrenador, Jesús Manuel López: "Nuestro reto para este año es que las chicas nuevas se integren en el equipo y se incorporen de la mejor manera posible para aprender cuanto antes nuestro método de juego". Desde su nacimiento hace tres años, el equipo femenino del Mezquita Rugby Club cuenta con 19 chicas, 12 nuevas y siete veteranas, dando el salto esta temporada a la competición federada. "Mi objetivo como entrenador es no avanzar demasiado rápido para que las chicas se integren bien ya que lo que más cuesta es engancharlas", explica López. El miedo a los golpes o placajes es algo que frena en ocasiones a las jugadores, de ahí el empeño de su entrenador en el contacto con las compañeras. "Siempre cuento con la ayuda de las más veteranas. Ellas son las que mueven al grupo y están haciendo un gran trabajo ya que se mantienen unidas y hacen piña de modo que se comunican entre todas y se integran bastante bien. Ellas son las que están haciendo la labor más importante", confiesa el entrenador del Mezquita. Para él, el apoyo de la afición no es lo único que echa en falta. "Necesitaríamos más ayuda en cuanto al tema de conseguir instalaciones deportivas adecuadas para practicar el rugby", indica Jesús Manuel. "Estamos intentando abrir puentes pero encontramos algunas trabas, como que no todas nuestras chicas son universitarias, por lo que no podemos contar con las instalaciones de la UCO", justifica el técnico. Desde el club están negociando con la Universidad de Loyola, "a ver si podemos hacer algo con ellos". "El Instituto Municipal de Deportes nos facilita lo que puede, pero también sabemos que hay otros deportes mayoritarios que también necesitan las instalaciones", comenta López. Antonio José Camacho Entrenador del CRAC Es gratificante entrenar a las chicas; ves su mejora y cómo pasan a conocer este deporte" "El nivel de nuestro equipo es bastante aceptable, pueden competir con cualquier otro, y las chicas tienen muchas ganas e interés aunque necesitan tiempo y práctica continua", explica el entrenador del Mezquita. "Se trata de ir metiéndonos dentro del nivel andaluz", defiende la capitana del equipo Marta Corral, "eso nos obliga a nosotras mismas a aprender y e ir dando pasos poco a poco, ya que también tenemos una comMaría Gutiérrez Capitana del CRAC Hemos adquirido un conocimiento rápido, tenemos técnica y el físico va mejorando" petencia muy buena en la capital". La juventud de estos equipos hace un poco más difícil la competencia con otras chicas más veteranas del resto de Andalucía. "Estamos intentando afianzar el equipo ya que nunca hemos tenido tanto volumen de chicas como hasta ahora. Hemos hecho un esfuerzo muy grande para captar gente y ahora empezaremos a trabajar para comenzar a jugar torneos", insiste Marta. "También es positivo jugar con chicas nuevas ya que consolidamos los conceptos básicos. Recordamos nosotras y también les viene bien a ellas, que al entrenar con veteranas avanzan más rápido", manifiesta la capitana. Conscientes del largo camino que aún les queda por recorrer, las jugadoras de rugby cordobesas intentan ir todas a una y animan a más chicas a practicar este deporte. El rugby femenino no sólo se afianza en la capital, sino también en la provincia con la creación de equipos nuevos y el fomento de esta práctica. Y es que cada vez son más las chicas que luchan por hacerse un hueco en este deporte y ser reconocidas por la afición. Con su tesón y espíritu guerrero, a buen seguro que pronto lo consiguen.