CÓRDOBA CF

La batalla de la medular

  • El estilo combinativo del Elche desde la salida desde la zaga obliga a un esfuerzo extra del CCF por controlar el centro del campo con o sin balón Carlos Caballero se apunta al partido, aunque puede perder su sitio en el once

José Alberto Toril y José Luis Oltra son dos técnicos que en sus manifestaciones se muestran siempre como amigos íntimos del balón. Sin embargo, luego sobre el papel hay matices y matices. El cordobés de Peñarroya mantiene tal apuesta en el verde, algo que las circunstancias han impedido hacer, al menos con continuidad, al valenciano en su etapa en el Córdoba. Sin embargo, eso no quita que la guerra táctica que ambos entrenadores preparan para mañana tenga como campo de batalla la zona de creación y como objeto de deseo la pelota. Cada cual a su manera, pero por ahí pasarán gran parte de las posibilidades de éxito de uno y otro equipo en el Martínez Valero, en un partido al que finalmente llegará Carlos Caballero tras el susto del miércoles -se retiró del entrenamiento, parece que por precaución-, si bien eso no le garantiza un sitio en el once a tenor de sus dudosas actuaciones en las últimas semanas.

Desde la llegada de Toril al banquillo, el Elche pasó a ser un equipo diametralmente opuesto al que semanas antes estaba en la cabeza de la directiva que había apostado por Lucas Alcaraz. El ex del Real Madrid Castilla no tardó en imponer desde el principio su ideal de juego combinativo desde la defensa, aunque esa apuesta ya le ha dado más de un quebradero de cabeza. Sobre todo porque con la lesión de Mandi, el sistema no termina de cuajar. Ni Dorca ni Álex Fernández ni Pelayo pueden hacer la función destructiva que hacía el canario, lo que otorgaba una tranquilidad al resto del grupo que hoy ha desaparecido. Así, raro es el partido que no hay una pérdida en la salida, un fallo en un control con el plantel partido... y una transición rápida y peligrosa del contrario de turno. Sólo hay que ver el hecho de que el cuadro franjiverde es el más goleado de la categoría, con 16 dianas (compensa que es el segundo más goleador, con 17).

Ante esa situación, el planteamiento del Córdoba parece claro: ahogar ese trivote cuando tenga el balón, trabajar bien en la presión cuando la pelota caiga en pies de los zagueros y estar ávidos para lanzar la contra. Parece fácil, pero la idea requiere de concentración y esfuerzo a partes iguales en un equipo que presumiblemente mantendrá una imagen similar a la que viene mostrando desde el inicio del campeonato. Sólo es segura la presencia de Rodri como referente en la vanguardia tras cumplir su partido de sanción, mientras que las dudas aparecen en las otras zonas. Domingo Cisma oposita de nuevo al lateral izquierdo que ha venido ocupando Samu de los Reyes, y Edu Ramos se convierte en amenaza de un Caballero que ha superado las molestias que le llevaron a retirarse el miércoles y que a buen seguro tienen que ver con el bajón que ha experimentado su juego en las últimas semanas.

La otra alternativa pasa por variar el dibujo para controlar principalmente ese trivote que hace y deshace en la medular del Elche, aunque no parece que sea una opción sólida de inicio. Oltra ha tirado ya en un par de ocasiones de algo parecido al 4-1-4-1, mucho más evidente en Soria con el marcador adverso que el pasado domingo ante el Sevilla Atlético con el empate aún latiendo. Pero con Juli y Alfaro por dentro, Luso quedaría demasiado solo en el trabajo de contención, por lo que lo más lógico de salida sería dar continuidad a lo que hasta la fecha viene funcionando, pues esa parece la mejor fórmula para poner en apuros a un Elche que en el Martínez Valero no termina de arrancar, pues acumula cuatro partidos -tres de Liga y uno de Copa- sin conocer la victoria. Sólo queda pedir que siga la racha...

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