El Zaragoza parte, por cuarta temporada consecutiva, con el único objetivo de ascender a Primera. El fracaso continuo y una situación económica poco brillante, obligan al club maño a una metamorfosis en su plantilla cada verano.

Así, tras romperse su sueño de ascenso por tercera campaña consecutiva y con el deseo de olvidar el último duelo del pasado curso -aquel 6-2 con el Llagostera que lo dejó fuera del play off-, el director deportivo, Narcis Juliá, puso el plantel en manos de Luis Milla. Hubo salidas importantes como las de Manu Herrera, Diego Rico, Vallejo, Hinestroza o Pedro, compensadas con fichajes del corte de Irureta, Marcelo Silva, Xumetra, Juan Muñoz o José Enrique, pero especialmente con el regreso de Cani y Zapater. En definitiva, 13 caras nuevas para luchar de nuevo por volver a la élite.

De momento, el inicio está siendo irregular. El Zaragoza, en La Romareda, está siendo un equipo fiable, con tres triunfos en otros tantos partidos, pero fuera de casa no termina de dar la talla.

sin balón

El técnico tiene un amplio abanico de opciones tácticas. Ya ha probado con el 4-3-3, el 4-2-3-1 e incluso con el 4-4-2, si bien el sistema que más ha utilizado hasta la fecha es el 4-1-4-1. A pesar de sus errores, Irureta se mantiene como dueño de la portería. Por delante, una línea de cuatro con Marcelo Silva y Cabrera como centrales casi intocables y muchas más dudas en los laterales. En la derecha, Milla ha alternado a Fran e Isaac, incluso con el primero por delante del segundo para tapar toda la banda; y en la izquierda, aunque hasta ahora lo ha jugado todo Casado, la puesta a punto de José Enrique le da igualmente opciones.

En los costados, los tres jugadores que han contado con minutos alternan luces y sombras. Sufren en defensa y flaquean en el golpeo final del balón cuando deciden incorporarse al ataque. Por el centro, el Zaragoza sí se muestra contundente, expeditivo cuando la acción lo requiere e incluso con buena salida de balón por parte de los dos centrales. Las opciones de recambio pasan por Bagnack o Popa, aunque Milla confía poco en ellos.

con balón

El técnico confía en la aportación de un Zapater que se desenvuelve entre la defensa y el doble pivote tratando de guiar al equipo. Por delante, una línea de cuatro muy tocada por las lesiones y en la que Xumetra y Cani son bajas. Las dos posiciones interiores las ocupan Erik Morán y Javi Ros, aunque Álex Barrera e incluso Edu García o Jorge Pombo tienen opciones. También puede optar el preparador por jugar con un doble pivote, en el que se situarían Zapater y Morán. Haga lo que haga, uno de los pecados de este Zaragoza es la poca fluidez que tiene con el balón en los pies, a pesar de la calidad de sus mediocentros.

En las bandas, Manu Lanzarote suele partir por la izquierda, desde donde se ha erigido en el pichichi de la categoría fruto de un gran momento de forma, aunque también puede hacerlo por el costado contrario. Fran, Álex Barrera, Ros o hasta Ángel pueden caer al otro flanco, en el caso de este último si no termina ejerciendo de referencia para dejar sitio a Juan Muñoz o acompañando al sevillano.

lo mejor

Su fortaleza como equipo local.

lo peor

Las bajas de Cani y Xumetra.