La inmensa mayoría de los protagonistas de la Segunda División, desde directivos a jugadores pasando por los entrenadores recuerdan jornada tras jornada y temporada tras temporada en sus diferentes comparecencias públicas la igualdad de una categoría en la que las diferencias presupuestarias son mínimas y el equilibrio, máximo. Eso, que muchas veces suele sonar a tópico, a frase hecha que se suelta para salir del paso con palabras vacías de contenido, ha aparecido con fuerza en el inicio del presente campeonato, en el que tras la disputa de las dos primeras fechas ya se ha batido un curioso récord: el de empates conseguidos, con 14 sobre 22. Sin ir más lejos, el pasado fin de semana se registraron hasta ocho, con apenas tres victorias -y todas locales- firmadas por el líder y único con pleno, el Levante, el Girona y el Oviedo. El resto, incluido el Córdoba por su igualada in extremis en La Condomina ante el UCAM, se repartieron los puntos para arrojar una estadística más que representa la paridad existente en la división de plata: todos los conjuntos han estrenado su casillero de puntuación, algo que no ocurría desde hacía más de 25 años.

Dentro de todo este equilibrio, el Córdoba puede darse por satisfecha, pues está entre los más destacados. Básicamente porque con una victoria y un empate, haciendo acopio perfecto de la llamada media inglesa, los blanquiverdes se mantienen por segunda semana consecutiva en las posiciones de play off de ascenso, un objetivo que vuelve a estar grabado a fuego en todos y cada uno de los miembros de la entidad cordobesista. El equipo de Oltra es uno de los 13 que se mantiene invicto, aunque dentro de esta nómina hay que destacar sobremanera al recién descendido Levante, que se ha confirmado desde las primeras de cambio como uno de los grandes favoritos a retornar a Primera con un pleno de triunfos. Cuatro conjuntos más comparten situación con el CCF, mientras que siete no conocen la derrota... pero tampoco saben aún lo que se siente al ganar tras las dos primeras paradas de la competición liguera.

Esos siete equipos que suman dos igualadas en otras tantas fechas participaron en alguno de los ocho encuentros que el pasado fin de semana terminaron en tablas, como fue el caso del UCAM Murcia-Córdoba. Sin embargo, la cita de La Condomina lo que permitió fue a los blanquiverdes asentarse entre los mejores de la clasificación y a los murcianos estrenar su casillero de puntos, tras su derrota en el estreno ante el Zaragoza. Ese premio también lo consiguieron a la segunda el Numancia, el Mallorca, el Rayo Vallecano y el Tenerife, que también habían arrancado con un tropiezo, por lo que ya los 22 equipos tienen al menos una cuenca en su ábaco. Y eso es algo que, por normal que parezca, es todo lo contrario, hasta el punto de que desde la temporada 90-91 no ocurría algo así en Segunda División. Más de un cuarto de siglo viendo en la cola de la tabla a algún conjunto con el cero en el casillero.

Buena parte de culpa de esta situación la tiene el amplio número de empates que se han producido en las dos primeras fechas del presente campeonato: seis en la primera y ocho más en esta segunda recién pasada para hacer un total de 14 que ya supone un récord absoluto en la categoría. De hecho, según los datos aportados en su cuenta de Twitter por el estadista de Cope Galicia @jorgequiroga91, esta cifra supera los 11 registrados en la campaña 02-03 y que ya alcanzaban a la mitad de los encuentros jugados. Es más, los ocho de la última fecha en la que jugó un papel principal el logrado por el Córdoba en Murcia con ese gol de Luso en el último suspiro de la prolongación ya se quedan a uno sólo de los nueve que registraron las dos jornadas iniciales del curso 77-78 y superan los siete que se dieron en el Grupo 2 de la campaña 67-68 y en el Grupo 1 de la 54-55. Todo para sustentar de manera numérica, más allá de las sensaciones, esa igualdad de la que todos hablan cuando se refieren a la Segunda División y que hoy es más clara que nunca.