El Córdoba repitió alineación en La Condomina, pero tanto la idea de fútbol como su ejecución difirieron mucho de lo mostrado en el estreno liguero. Al equipo de Oltra le faltó ambición desde el inicio dentro de esa apuesta constante por el orden y el equilibrio. Con todo perdido, el obligado paso al frente sirvió al menos para salvar un punto y seguir invicto en este inicio del campeonato.

Durante la primera mitad, el CCF volcó su juego por el costado derecho de nuevo, con Antoñito como estilete, aunque curiosamente sus llegadas más peligrosas llegaron desde el izquierdo. Calidad en las subidas, en lugar de cantidad. Con todo, apenas creó ocasiones de verdad a un UCAM que se defendió bien, con notable presión pero igualmente poco peligroso sobre el portal de Pawel. Ambos ni siquiera inquietaron en la estrategia.

En la segunda mitad, el partido se partió. Y ahí apareció un poco más de juego en las áreas. Pero los goles se hicieron esperar. Golpeó primero el cuadro local aprovechando un error de Pawel, y a partir de ahí se vio la versión más ambiciosa de un Córdoba que tardó en reaccionar. Lo hizo cuando ya jugaba con un extraño 3-3-1-2 y sacando partida de un despiste defensivo de un UCAM al que la acumulación de hombres le sirvió de poco ante la irrupción de Luso.