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Valverde graba su nombre en Italia

  • El español vuelve al podio después de superar en el sprint de la etapa al líder, quien aumenta su ventaja

Alejandro Valverde (Movistar) se convirtió de nuevo en el Bala para imponerse con autoridad en la decimosexta etapa del Giro, entre Bressanone y Andalo, de 132 kilómetros, y ascender al tercer puesto de la general.

Valverde, debutante en el Giro a los 36 años, estrenó fiel a su clase su palmarés en Italia. Y lo hizo a lo grande, batiendo en un sprint reducido de tres corredores al líder holandés Seteven Kruijswijk (Lotto Jumbo), que reforzó el jersey rosa, y al ruso Ilnur Zakarin (Katusha), que cedió 8 segundos en la meta.

La general se aclara en el primer puesto. Kruijswijk se muestra fuerte, intratable, controlador, y alejó a Esteban Chaves, segundo, hasta los 3 minutos. Además, tiene a raya al propio Valverde, a 3.23, y a Vincenzo Nibali, ya a 4.43. Diferencias apreciables, aunque restan dos superetapas el fin de semana.

La etapa era corta pero matona. Sin grandes puertos, las ganas de batalla hicieron el resto en una jornada que no llegó a las tres horas. Había ganas de batalla tras el descanso y algunos, como Valverde, había avisado de que este Giro aún tiene tela que cortar.

En el descenso del Passo della Mendola, en el kilómetro 64, se formó un grupo de nueve de enorme importancia, pues entraron en el corte los gallos de la general menos Esteban Chaves.

Hubo entendimiento, pues, además de Chaves, quedaron rezagados el polaco Majka y el costarricense Andrey Amador, situados entre los diez primeros. El Orica y el Tinkoff tomaron el mando en la persecución, quemando las naves para aproximarse a una fuga que ya buscaba el ascenso de Fai della Paganella, con 10 kilómetros al 8 % de pendiente. A pie de puerto atacó David López en busca de la etapa, pero el mismo líder se encargó de bajarle los humos, en un detalle de poderío.

A 15 kilómetros de meta lo probó Valverde, a cuya rueda se pegaron Kruijswijk y Zakarin, pero no Nibali. Un despegue que volvió a poner en evidencia al ídolo italiano, que fue alcanzado por Chaves.

El trío de cabeza coronó el alto con medio minuto de ventaja sobre un grupo en el que Chaves había tomado el mando, a la vez que Nibali empezaba a sufrir de nuevo, ya en solitario, sin fuerzas en el muro que daba paso al rápido descenso hasta Andalo. El tercer puesto estaba en peligro.

Valverde se lanzó en la bajada. La ventaja sobre Nibali a cinco kilómetros de meta era de 40 segundos, la mitad con Chaves. La etapa estaba sentenciada y el murciano se veía ya tercero de la general; Zakarin, muy generoso en los relevos, cuarto, y el líder , más que nunca.

Comenzó la lucha por la etapa. El ruso no se apartaba de la cabeza y trató de atacar desde lejos, pero su juventud le pasó factura. Se hundió. Quedaban Valverde y Kruijswijk. Algunas miradas, un amago del holandés y el golpe de gracia de Valverde en su mejor versión. El líder comprobó por qué el español también es conocido como El Imbatido.

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