Si hay algo que nadie podrá discutir nunca a José Luis Oltra es su ambición. El valenciano aceptó el reto del ascenso desde el primer momento, sin saber siquiera de qué mimbres dispondría, mantuvo el discurso durante una notable primera vuelta y ahora que los resultados están dando la espalda al equipo, vuelve a recordar para qué llegó a El Arcángel el pasado junio: "Por mi cabeza sólo pasa ser campeón", recordó ayer, sosteniendo la fe en un grupo que a pesar de todo se mantiene tercero, sólo fuera de los puestos de ascenso directo por el goal average perdido que tiene con el Leganés. Todo después de un arranque de segunda vuelta negativo, con una serie de 1 punto de 9 que, además de dar al Valladolid y al Alcorcón también el punto extra de los duelos directos, incluso empeora la firmada al inicio del campeonato. Entonces, la llegada a La Romareda sirvió de bálsamo con un 0-1 que sirvió para reforzar la seguridad defensiva de un equipo que precisamente por ahí es por donde tiene que empezar a solucionar sus problemas. Ante el mismo rival, pero ahora bajo el calor siempre productivo de su afición.

"Por mi cabeza sólo pasa ser campeón. No me conformo con la promoción y sigo pensando que se puede ser campeón", puntualizó Oltra, saliendo al paso de unas manifestaciones suyas que, a su juicio, se habían sacado de contexto. El técnico advirtió a continuación que "ahora" no se conforma con jugar el play off, si bien "dentro de 15 jornadas a lo mejor tiene que ser así. Pero, ¿por qué no podemos ascender directos? ¿Por qué no podemos ser campeones? Es mi sentir y el de los futbolistas, que quieren subir directos y ser campeones". La bandera de la ambición ondeando en lo más alto de El Arcángel justo cuando los más agoreros empiezan a temer por el derrumbe de una plantilla que ha perdido el paso en las últimas tres jornadas, si bien se muestra capacitada para volver a coger la senda correcta que le ha mantenido desde octubre en la zona noble de la clasificación.

¿Qué tiene que hacer? De momento, frenar la sangría defensiva, que le ha costado 8 goles en un inicio de segunda vuelta en el que el Córdoba no conoce la victoria y que elevan a 31 tantos los encajados en lo que va de temporada. "Números que están ahí y que no se pueden discutir, no tienen defensa", señala un Oltra consciente de que hay que lugar para el análisis porque "somos el quinto equipo más goleado de la categoría". A vuela pluma, lo primero que acertó a indicar el preparador es que no recuerda que "ningún gol" de los de los últimos tres partidos "fuera por la forma de jugar, pues dos fueron con un portero que no es portero -Luso ante el Leganés-, cuatro a balón parado (en realidad son cinco, contando dos de penalti)...". Un dato este último que inquieta especialmente al valenciano, que tanto valor da a un aspecto del juego que ha dado muchos réditos al Córdoba desde el comienzod el campeonato. Es por eso que para retomar el pulso se antoja vital "mejorar la contundencia defensiva y la concentración, y conjugarlo todo con no perder la pegada que tiene arriba el equipo".

De cara al duelo ante el Zaragoza, el técnico amplía su abanico de opciones en la parte defensiva, pues recupera a Héctor Rodas tras su sanción, disponiendo así de sus cuatro titulares habituales: Stankevicius, Rodas, Deivid y Cisma. ¿Serán ellos los que actúen mañana? Oltra no quiere pillarse los dedos y resta importancia al hecho de que con ellos hayan llegado las dos únicas victorias en los siete partidos más recientes: "Eso es una casualidad, pues en casa hemos ganado algún partido y fuera también sin todos los titulares. Que nadie se piense que tiene el puesto asegurado, porque el otro día no ganamos y Bijimine hizo un partidazo, demostrando que puede jugar", argumentó el entrenador blanquiverde, que quiso justificar que "los cambios en defensa son una cuestión de necesidad a veces", algo que hace más incomprensible aún que no llegara ningún refuerzo para esa zona en el reciente mercado de invierno, a pesar de los intentos de última hora por fichar al cordobés Fernández.

Sea con unos o con otros, lo que está claro es que Oltra debe provocar una nueva catarsis en el equipo similar a la de la primera vuelta. Tras las derrotas ante el Leganés y el Alcorcón, curiosamente también encajando tres goles en cada una, y la eliminación copera a manos del Lugo, el Córdoba se presentó en Zaragoza sumido en un mar de dudas. Y en La Romareda firmó un partido serio en defensa y efectivo en ataque para imponerse con un solitario tanto de Pedro Ríos. Aquel cambio de estilo, con las líneas más juntas y replegadas, tuvo continuidad con tres jornadas más en las que Razak dejó su portería a cero. Esa serie se vio compensada además con 13 puntos de 15 que metieron al equipo en lo más alto de la clasificación, donde ahora se mantiene a pesar de los últimos resultados y su mala costumbre de dar vida a equipos que llegan con el agua al cuello. Porque, sin ir más lejos, metió en el objetivo al Alavés, el Elche, el Valladolid o el Alcorcón, a los que se midió con la opción de dejarlos a una distancia prácticamente insalvable y, al caer, acercó a la pelea no sólo por el play off, sino por un ascenso directo que sigue siendo el único objetivo de un Córdoba ambicioso que ahora mismo sólo tiene en la cabeza acabar como campeón.