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La calma tensa de González

  • El presidente blanquiverde muestra su tranquilidad por la marcha del equipo aunque reconoce que "la solidez que teníamos la estamos perdiendo" El mandatario asegura que se fichó "por un tema social, para ilusionar"

Carlos González volvió a escena. El presidente del Córdoba regresó a la escena pública para analizar, entre otros muchos temas, la situación deportiva del club, el proyecto de cantera que se instauró desde el principio de la temporada y el recién terminado mercado de fichajes. Un tema estrella teniendo en cuenta lo que dio de sí el último día del período de transferencias, con la llegada de Eddy y el regreso frustrado de Fernández. Curiosamente, el presidente volvió a aparecer cuando la marcha deportiva del equipo no es la mejor, después de sumar tres partidos sin ganar. Y lo hizo en los micrófonos de Radio Córdoba, para asegurar que en el club se mantiene la calma y la confianza en alcanzar el objetivo de volver a Primera, justo ahora que en el camino empiezan a aparecer piedras cada vez más complicadas de sortear.

El presidente del Córdoba aseguró que el trabajo diario en el club se encamina hacia el objetivo de "subir a Primera División" pero reconoció que "la solidez que teníamos antes la estamos perdiendo un poco. Y en cuanto que la volvamos a recuperar estaremos bien, porque goles metemos, aunque es verdad que encajamos muchos". González aseguró no sentirse "nada preocupado", a pesar de que el equipo no está "sacando los números que queremos, pero creo que es una cosa transitoria".

El conjunto blanquiverde acaba de dejar atrás un mercado invernal en el que se reforzó con Eddy y en el que intentó recuperar a Fernández hasta última hora, sin lograrlo, según palabras de su presidente, porque "no se pudo", ya que "se tenían que poner de acuerdo cuatro personas jurídicas o físicas y no hubo solución". González, con todo, no se mostró demasiado preocupado por este fracaso en las negociaciones, ya que mantuvo que "en el club pensábamos que no teníamos que hacer fichajes, y seguimos pensando que teníamos un equipo que no había que reforzar porque era suficientemente competitivo para lograr el objetivo". Algo que, aseguró, "no es que lo pensara yo, es que lo pensaban los técnicos".

Eso sí, todo cambió "una semana antes de jugar con el Valladolid", cuando en una reunión con los técnicos el presidente de la entidad blanquiverde expuso que habría que reforzarse "no por el tema deportivo, más bien por un tema social, para que la gente se entusiasmara, que la gente viera que trayendo gente se podía alcanzar el objetivo". Tomada la decisión, en el club se barajó la posibilidad de "traer un lateral derecho por las posibilidades tácticas que eso nos daba, no porque estemos descontentos con nuestros laterales derechos". González reiteró que la dirección deportiva aportó seis nombres de los cuales "a cinco no los dejaba salir su club y a Fernández, que parecía que sí lo dejaban salir, empezamos a hablar con él. Y cuando está todo arreglado pendiente de firma, no se pudo hacer porque uno de los contratos que tenía que firmar el jugador con su club de origen se varió a última hora".

Pese a ello, González reiteró que estaba "encantado con la plantilla y los técnicos también están encantados con su plantilla", hasta el extremo de que aseguró que "si Oltra hubiese querido fichajes, habrían venido. Todos los estamentos del club estaban de acuerdo en que no queríamos fichajes. El cuerpo técnico y la dirección deportiva entendían que tenían suficiente plantilla". Cuestionado por la profundidad de plantilla, Carlos González recordó que "cuando ascendimos éramos 18 fichas en el primer equipo. Ahora somos 20. Y fuimos 18 porque Fran Cruz tuvo que ir el último día a firmar, porque éramos 17 fichas. Aquel año debutaron seis o siete chavales del filial, y ascendimos. Y nos dieron un resultado extraordinario". El mandatario reforzó su convicción en el proyecto de cantera y dejó claro que "si no damos opciones a la gente nunca podrían llegar a nada", poniendo de ejemplo a Bijimine, del que desveló que "los técnicos piensan que puede jugar en el primer equipo".

A juicio del presidente del Córdoba, el ascenso no va en función de los refuerzos, por más que todos los candidatos al objetivo se hayan movido. González aseguró que "si a mí alguien me dice que fichando a un lateral estamos en Primera, no ficho a uno, ficho a 17. Nosotros tenemos claro que hay que trabajar la cantera y para eso hay que dar oportunidades a los canteranos". Además, justificó la confección de la plantilla exponiendo que "no se pueden tener 22 jugadores del mismo nivel porque eso al final explota, lo que hay que tener es compensada la plantilla".

La calma con la que el presidente blanquiverde trató el tema deportivo se quebró cuando se le cuestionó por el tema social. González defendió que el club había invertido este año "un millón de euros en el presupuesto de cantera" y que "el dinero está donde está", en clara referencia a "el Sindicato de Accionistas, que detrás están los antiguos consejeros del Córdoba que son los que nos llevaron a la ruina y parecen que son Dios". El mandatario cordobesista pasó al ataque y recordó que su Consejo ha tenido "nueve auditorías y no hemos tenido ni una sola salvedad. Porque nos gastamos mucho dinero en muchas cosas, como arreglar el estadio, que lo ha puesto el Córdoba, porque desde que he llegado yo el Ayuntamiento no ha arreglado ni un baldosín. Hay un videomarcador y lo hemos puesto nosotros, como los banquillos. Nos hemos gastado muchos millones en el estadio".

También tuvo palabras Carlos González para la afición, de la que aseguró que es "lo que más me gusta" de sus años al frente del club, "por verlos cómo están, cómo sufren, cómo ayudan al equipo. A mí me chillan pero yo también lo haría si ocurre lo que ocurrió el año pasado. Es lo menos que me pueden decir. Yo los entiendo y nunca he puesto un ápice a una crítica de mi afición. Lo que no me gustan son los insultos o la agresividad".

En la semana de un duelo clave contra el Zaragoza, el presidente volvió a escena y puso de manifiesto una calma que, como todo, dependerá de la marcha del equipo, empezando por el duelo del domingo. Un encuentro que puede instalar de nuevo al Córdoba en una balsa de aceite o tensar la calma que se respira en los despachos de El Arcángel.

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