Liga adelante

Gangas en el 'dutty free' (3-3)

  • El constante intercambio de regalos provoca un empate que deja peor sabor de boca a un Córdoba que nuevamente perdió puntos en el tramo final. El 3-3 llegó en fuera de juego.

Santo Domingo se convirtió por unas horas en una de esas estancias de los aeropuertos en las que se acumulan las colas para salvar el cuello con los allegados. Las prisas de última hora, los olvidos y, en algunas ocasiones el precio, convierte los dutty free en un mercadillo donde hacerse con todo tipo de regalos. Botellas de licor, tabaco, perfumes... objetos que en el rastro de Alcorcón fueron cambiados por goles, de toda factura, pero con un denominador común: el flagrante error del rival. Así se explica un empate que es mal menor para dos equipos en depresión que no pudieron terminar satisfechos con una obra inconclusa y con múltiples tachones. Tantos que incluso alguno se le puede achacar al trío arbitral, que pasó por alto un fuera de juego con el que David Rodríguez puso las tablas definitivas. Otra vez en el tramo final (minuto 84) y otra vez aprovechando las facilidades defensivas de un Córdoba que ha perdido la seguridad que lo relanzó tiempo atrás en una clasificación en la que sigue tercero, con los mismos puntos que el segundo. Por ahí debe ir el análisis interno, pues si marcando tres goles a domicilio no se gana, es que hay muchísimas cosas que corregir para mantener las opciones en una carrera de fondo que cada día que pasa está más igualada en su cabeza. 

Viendo los precedentes, había inquietud por ver cómo afrontaba el equipo otro partido mañanero. Y esta vez lo hizo bien, metido, demostrando que los últimos batacazos sirvieron para aprender la lección. Tan bien encaró la cita el Córdoba que a los 30 segundos ya tuvo la primera ocasión clara, con un zapatazo de Pedro Ríos que se fue a córner. Con el Alcorcón sin saber muy bien qué hacer, Raúl de Tomás aprovechó el primero de los regalos locales para batir a un Dmitrovic que se había quedado de charla con el poste. 0-1 antes del minuto 5, ver para creer. 

Sin embargo, el gol no sirvió para asentar al equipo cuando el conjunto amarillo empezó a tirar para arriba. Aferrados a un fuerte trabajo de presión y a la pelota parada, los locales poco a poco fueron haciendo méritos y en apenas cinco minutos dieron la vuelta al marcador. Saque de esquina, todos miran, y en el segundo palo Chema salva su error anterior robándole la cartera a Víctor Pérez. El manchego quedó tocado por su fallo, tanto que siguió con la cabeza en otro sitio y regaló un penalti de libro que permitió a David Rodríguez hacer el 2-1 para enfado de Oltra. Todo iniciado en una falta frontal. Otra vez el balón parado, otra vez la defensa estática y otra vez los alfareros ganando todos los balones por alto. Fue la tónica general, antes y después del parón que suele servir para corregir errores. 

El decorado del encuentro ya era otro, muy diferente. Con más goles que fútbol y una penalización máxima de los errores del contrario, el Alcorcón estaba más cómodo. Sobre todo por el aire que le daba Natxo Insa en la medular y la superioridad por el costado que creaba Fede Vega. Desde ese perfil derecho siguieron acumulando acciones a balón parado que ponían en un puño el corazón a los blanquiverdes, demasiado blandos y contemplativos tan cerca de su área. Pero que nadie se lleve a engaño y piense en un duelo con control absoluto amarillo. Nada más lejos de la realidad. 

Porque si el Córdoba no es el de meses atrás, el Alcorcón tampoco. Atrás era un flan y eso lo olía Florin, ahora algo más solo tras la salida por lesión de Raúl de Tomás. Y es que si alguien tiene aún esperanzas en que Pineda explote este año, tendrá que esperar paciente, pues ante la adversidad el técnico cambió de sistema para meter a Markovic por dentro. Ya con el serbio en el campo, Vega tuvo que exprimirse a fondo para cortar, en falta, una arrancada de Andone que ya encaraba al portero. La bondad del rumano, que no se tiró, evitó la infracción y, seguramente, la roja. El choque era intenso, pero de escasísima calidad. Razvan lo intentó con un libre directo que Falcón mandó a córner con una manopla soberbia poco antes de que un lío en el área local lo resolviera Florin tras un pase de genio de Domingo Cisma. Para todo lo que había pasado, el empate al descanso era una buena noticia. 

El paso por los vestuarios, con broncas y enfados de los técnicos por la acumulación de fallos atrás, sirvió de poco. O nada. Porque todo siguió tal cual. Màyor remató sin oposición otro saque de esquina y Pedro Ríos hizo buena otra pifia de Dmitrovic, que cometió un error de infantil a la hora de blocar un tiro lateral. ¿Sería capaz ahora el Córdoba de aguantar su ventaja? ¿Habría aprendido de los fallos del primer tiempo? Quedaba más de media hora para comprobarlo. 

De momento, Muñiz cambió toda su banda derecha buscando más profundidad, consciente de que a Fidel le cuesta tanto defender como reencontrar ese punto de buen fútbol que ha perdido desde que el año cambió. Oltra respondió metiendo al recién llegado Eddy para mantener fuelle en la medular porque el encuentro ya tocaba trabajarlo con garra y defensa. De hecho, la idea era estar más juntos y matar a la contra, pero en el par de oportunidades que ofreció el partido falló el último pase. 

El Alcorcón estaba volcado hacia el portal de Falcón, aunque sin llegadas locales claras. Muñiz buscó ese punto extra de claridad con Pastrana para quemar su última carta y la acción le salió bien, pues un envío del joven canterano encontró de nuevo la colaboración de la zaga... y del árbitro. Insa, solo, peinó el balón en el punto de penalti y David Rodríguez, ya en fuera de juego por ese leve toque, lo llevó a la red ante la mirada incrédula de toda la defensa blanquiverde. Como una semana antes con el Leganés, otra vez en el minuto 84 se esfumaban dos puntos. Porque aunque ambos equipos quisieron apurar el crono, no hubo tiempo para más regalos, que bastantes habían entrado ya en la cesta de un dutty free lleno de gangas.  

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios