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Hasta donde las fuerzas le permitan

  • Un Lucena hundido en la tabla y hastiado en el plano psicológico visita a la Lebrijana en un partido crucial

La plantilla del Lucena volvió a decir basta tras el partido ante Los Barrios. La buena voluntad y las ganas de sacar adelante la difícil situación en la que se encuentra el club han sido sepultadas por el enésimo desdén mostrado desde la directiva hacia el vestuario. El dúo tragicómico formado por Eduardo Bouzón y Javier Martí Asensio se esconde tras los esfuerzos de los jugadores por autogestionar una entidad que no logra salir del coma profundo en lo financiero y que en el plano deportivo arrastra graves heridas. Una situación que ha provocado el hartazgo en el vestuario aracelitano y que tanto los jugadores como el cuerpo técnico se hayan fijado el final de la primera vuelta como fecha ineludible para tomar una decisión sobre su continuidad en la competición.

Pero mientras ese momento llega, los jugadores lucentinos seguirán peleando por revertir la situación en la que se halla el equipo. Penúltimos y con la permanencia a siete puntos de distancia, los hombres que entrena Falete saben que tiene que medir muy bien sus esfuerzos ante los rivales directos, ya que un paso en falso puede resultar fatal a pesar del gran número de jornadas que todavía restan para completar la temporada. Dada la extrema situación que atraviesa el vestuario, sin apenas recursos mínimos para entrenarse y teniendo que desplazarse en coches propios para los partidos de fuera de casa, cualquier revés puede hundir la moral del grupo y ante la Lebrijana esa es la principal preocupación de Falete. Porque en la localidad sevillana de Lebrija se disputará un partido cargado de tensión en el que se miden antepenúltimo y penúltimo en la tabla, separados por tan sólo un punto de diferencia y con la necesidad común de sumar puntos de manera urgente.

El Lucena viaja con la buena noticia del regreso de Antonio Vega a la convocatoria, toda vez que su sanción por acumulación de amarillas ya quedó atrás. Tan sólo el lateral izquierdo Álvarez es baja en las huestes de Falete, pues su tobillo continua sin estar apto para la competición. Con esos condicionantes, poco variará el equipo que presente el entrenador cordobés de inicio, porque las alternativas siguen siendo escasas.

Ante un equipo con serios problemas para hacer gol como la Lebrijana, la estrategia del Lucena volverá a ceñirse a la defensa aguerrida y la búsqueda del zarpazo en ataque, algo que ya dio frutos en la visita a otro rival directo como el Conil, donde el cuadro celeste dio la campanada. En el Municipal de Lebrija, al Lucena puede irle más de media permanencia en juego y quizás hasta el futuro inmediato de la entidad. Por desgracia, eso es algo que cada día está en juego para los aracelitanos, que lucharán hasta donde las fuerzas le permitan para seguir alimentando la esperanza de una postrera solución a su crónica depresión.

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