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Fútbol directo con pegada

  • A pesar de ser un recién ascendido, el Oviedo no renuncia a nada aunque tiene como objetivo la permanencia Sin Linares, puede optar por el 4-2-3-1

El Oviedo no pisaba el fútbol profesional desde la campaña 02-03, curso en el que descendió deportivamente a Segunda B, aunque los impagos a los jugadores le llevaron a Tercera. Desde entonces pasó doce campañas de auténtico infierno, estando incluso al borde de la desaparición. La llegada del Grupo Carso y una hinchada que nunca desfalleció, siendo uno de los equipos con mayor número de socios de la categoría, han revitalizado a un club que tiene uno de los mayores presupuestos (supera los diez millones de euros) de Segunda.

La pasada temporada, en busca del ascenso, ya llegaron jugadores importantes como Esteban, Jonathan Vila o Linares. Ya en Segunda, y con la permanencia como objetivo aunque mirando de reojo un segundo salto consecutivo de categoría, han llegado entre otros Rubén Miño, Peña, Héctor Verdés, Borja Gómez, Hervías, Diego Aguirre, Koné, Toché o el cordobés Fernández.

sin balón

El Oviedo es un equipo intenso, agresivo en la presión, bien arropado atrás, que defiende con las líneas muy juntas y que prefiere hacerlo lejos de su propia área.

Se mantiene en el banquillo Sergio Egea, técnico que consiguiera el ascenso y que apuesta por el 4-4-2, aunque sin dejar de lado la opción de jugar con un solo punta. Las dos últimas jornadas repitió alineación, logrando dos triunfos, algo que no podrá hacer en El Arcángel por la baja por lesión de Linares.

En la portería sigue el veterano Esteban, avalado por su experiencia y gran momento de forma. Por delante se sitúa una línea de cuatro en la que Johannesson ha aprovechado la lesión de Fernández para ocupar el lateral derecho llegando desde el filial; en la izquierda Peña parece insustituible. Ambos cumplen en defensa y se proyectan bien al ataque. Por el centro, Borja Gómez viene formando pareja en los últimos partidos con David Fernández.

con balón

El Oviedo maneja rápido el balón, con posesiones cortas y utilizando en muchas ocasiones un fútbol directo en busca de las segundas jugadas. Con poco es capaz de crear ocasiones de peligro. Al jugar con dos puntas pierde algo de equilibrio en la parcela ancha, pero gana en pegada, si bien hoy podría optar por alinear sólo un delantero para tratar de ganar la batalla en la medular.

Ahí, Jonathan Vila y Erice forman un doble pivote fuerte, de contención, que da equilibrio y sustenta el juego del equipo tanto en defensa como en ataque. El trabajo sucio de ambos les ha hecho estar entre los elegidos por delante de Héctor Font o Edu Bedia, jugadores de más calidad pero con menos desgaste en la recuperación. En las bandas, Egea confía en el trabajo de Susaeta por la diestra, siendo últimamente la izquierda propiedad de un Borja Valle que hoy podría actuar como enganche para dejar un hueco en el once a Hervías o Aguirre. Juegue quien juegue, la labor de los extremos pasa por tirar de velocidad y verticalidad en ataque y sacrificarse cuando el equipo no tiene el balón.

Arriba tiene tres hombres para dos puestos: Linares -que no estará en Córdoba-, Koné y Toché, jugadores con gran capacidad de remate y movilidad en el área.

lo mejor

Tiene una enorme pegada.

lo peor

Los errores defensivos.

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