Atendiendo a lo que dice el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, el protagonista es aquella "persona o cosa que en un suceso cualquiera desempeña la parte principal". Eso, en el mundo del fútbol, normalmente suele ir asociado a ser el dueño del balón, dominar al rival, mandar con puño de hierro en la clasificación... Pero no necesariamente tiene por qué ser así. O, al menos, no sólo de esta manera, aunque sea la comúnmente entendida como vía más directa para alcanzar el éxito, ya sea a corto o largo plazo. De hecho, es por la que en un primer discurso y desde todas las esferas, apostó el Córdoba para este nuevo proyecto que tras siete jornadas y una primera crisis ya se ha situado en puestos de play off. Pero lo ha hecho en base a otro tipo de juego, con la defensa como principal argumento y la contra y la estrategia como caminos hacia un gol que se vende muy caro. Pero también vale. Entre otras cosas porque no es el primero ni será el último que encuentre en ese otro boceto futbolístico la senda hacia la victoria y, por tanto, la gloria deportiva.

Sin embargo, hasta la fecha se echaba en falta una matización a ese discurso inicial que ayer llegó de la voz de José Luis Oltra. Quizás el más interesado en introducir una apreciación que libere aún más de presión al equipo, que empieza a estar muy cómodo con el rol de dominado y jugando cerca de su área para salir luego con velocidad y tirando de inspiración individual. Es la fórmula que este Córdoba ha empleado en el último mes para sumar diez puntos de doce posibles y llegar hasta la cuarta plaza de la clasificación. Un modelo que, por qué no decirlo, tal vez sea ahora mismo el que más se adecua a los hombres que componen la plantilla blanquiverde. Y eso no quiere decir que el conformismo se deba instalar en la caseta, ni mucho menos. Entre otras cosas porque el propio técnico ya se encargará de que no sea así, pues aunque sea para defender es clave ir subiendo el porcentaje de posesión e ir aumentando el nivel de confianza para hacer más cosas con él.

"Si esperamos que el equipo juegue como el Barcelona… No somos el Barcelona, ni podemos jugar como el Barcelona", comentó ayer Oltra en sala de prensa, para argumentar a continuación lo que para él puede ser tener el ansiado protagonismo: "Uno es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios. Cuando dije que quería que mis equipos sean protagonistas, uno puede ser protagonista cuando tiene el control del partido, que lo estamos teniendo en muchas fases de los partidos". Con todo, ese punto de autocrítica que suele acompañar al valenciando en cada comparecencia sirvió en esta ocasión para puntualizar esas palabras. "No juega el equipo como quisiera, o como creo que tiene capacidad para hacerlo, pero esto es para mejorar y es largo, y estamos en el camino tanto en números como en sensaciones de juego", finalizó el preparador cordobesista.

Para dar continuidad a esas manifestaciones, Oltra insistió en que "el equipo en los entrenamientos juega bien al fútbol; lo que pasa es que luego no tiene nada que ver la competición con los entrenamientos, por muchos motivos. No es lo mismo tirar un penalti en un entrenamiento que delante de 10.000 o 15.000 personas, ni hacerlo con un 3-0 que con 0-0". Aún así, y tras la última victoria sobre el Bilbao Athletic que alargó la racha triunfal del equipo, el técnico levantino ha visto esta semana "un equipo que trabaja fuerte, que está unido, que es consciente de que tiene margen de mejora e intentaremos mejorar en esas facetas". La primera prueba, mañana mismo en Lugo, ante un adversario que precisamente se caracteriza por tener buen trato del balón, sobre todo en su fortín del Anxo Carro. Habrá que ver si la defensa continúa funcionando a pesar de las importantes ausencias y si aparece alguna mejora con la pelota en los pies. Básicamente, para ir aumentando la cuota de protagonismo.