El Córdoba volvió a rentabilizar al máximo su potencial ofensivo para sumar tres puntos en un choque que dejó las mismas interrogantes de las últimas comparecencias en El Arcángel. El orden defensivo y el oportunismo de los delanteros siguen dando para ganar partidos pero al conjunto blanquiverde le cuesta horrores dar pasos en ese crecimiento colectivo con balón que pretende José Luis Oltra.

Ayer, el CCF volvió a mostrar las dos caras que lo han colocado ya en la cabeza de la tabla: una seguridad defensiva que permite al equipo seguir sin encajar goles aunque el rival le domine claramente, y una pegada que le vale para ir sumando puntos.

Pero el problema llega a la hora de tener y mantener el balón. En la primera parte, el Córdoba pudo sentenciar, gracias al trabajo de Florin y Raúl de Tomás y a las rápidas transiciones que le permitían conectar con los arietes sin necesidad de elaborar demasiado. Pero cuando el equipo se vio con el resultado a favor y el rival asumió el protagonismo, apareció ese Córdoba vulnerable al que de momento salvaguardan los resultados.

La victoria sigue dando tiempo a Oltra y su hombres para mejorar en el juego colectivo, aunque viendo el perfil de los futbolistas con los que cuenta el valenciano, al problema se le adivina una difícil solución.