Emilio Vega dispone de alrededor de cuatro millones para confeccionar una plantilla de garantías con la que el Córdoba pueda pelear por conseguir el ascenso a Primera División. La cifra no es exacta, entre otras cosas, porque no se sabe aún cuánto ingresará la Liga de Fútbol Profesional por la venta centralizada de los derechos de televisión, que influirá en los presupuestos de todos los clubes profesionales. Sin embargo, la ayuda al descenso y la importante inyección económica recibida por la campaña de abonados -el club ya cifró la recaudación en torno a los 1,4 millones- deben colocar al conjunto blanquiverde en la cabeza en cuanto a presupuesto en la categoría de plata.

Siguiendo el patrón previsto, Carlos González mantuvo ayer un encuentro en Madrid con los responsables de la LFP para ajustar el límite salarial del que dispondrá el club durante esta temporada. Fue sólo una primera toma de contacto, según informaron fuentes de la entidad cordobesista, que no determinó con exactitud el tope económico para este curso, pero sí al menos permitió tener una idea lo más cercana posible a la realidad.

Y esta indica que el Córdoba dispondrá de una cantidad cercana a los cuatro millones de euros para confeccionar su próxima plantilla en Segunda División. Un plantel que ahora mismo cuenta con 15 miembros y al que le faltan todavía un puñado de retoques, con la banda derecha, el centro del campo y la delantera como posiciones prioritarias a reforzar. Todo, mientras no se produzca ninguna salida, lo que no está totalmente descartado a estas alturas.

De una forma u otra, la entidad ya conoce de que tendrá de una semana más para la construcción del plantel que debe luchar por elascenso, después de que ayer se conociera que el inicio de la competición en sus dos máximas ligas, la Primera y la Segunda, se retrasa al fin de semana del 22 de agosto, ejerciendo la AFE y la RFEF su voluntad sobre la LFP, que quería el 15.