El Córdoba cerró anoche su campaña de abonados más exitosa con una cifra en torno a los 15.500 socios, lo que ya supone un récord para la entidad en su trayectoria como equipo de Segunda División. De hecho, nunca antes había conseguido sobrepasar la barrera de los 10.000 fieles en la categoría de plata, algo que la agresiva política de precios lanzada por el club a principios de junio ha conseguido, a pesar del mal sabor de boca que dejó en muchos seguidores el efímero paso por la Primera División. Para valorar estos datos, el presidente Carlos González ofrecerá a mediodía de hoy una rueda de prensa en El Arcángel.

Aunque la apuesta fue arriesgada, no eran muchos los que podían esperar una respuesta tan positiva de la afición blanquiverde, que de nuevo ha demostrado estar a la altura. Con precios que oscilaban entre los 75 euros de los fondos y los 270 euros de las zonas centrales de tribuna y anfiteatro, y con la decisión de dar por finalizada la campaña cuando muchos clubes ni siquiera la han comenzado, el Córdoba ha logrado en apenas un mes un registro apenas un millar inferior al que tuvo la pasada campaña en su regreso a Primera División tras 42 años de ostracismo.

Pero, sin duda, lo más positivo es que ha conseguido fidelizar a unos 3.000 aficionados tras el paso por la élite. Porque de los alrededor de 15.500 abonados con los que el Córdoba cierra la campaña, unos 12.000 corresponden a renovaciones de socios del pasado curso -según la LFP tuvo 16.589-, una cifra que va más allá de esos 9.000 que solían estar cuando venían mal dadas. Así, la política de precios -porque del proyecto sólo si se conocen el entrenador y dos jugadores- ha conseguido captar a unos 3.500 seguidores más.