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Contador le cede un rato de gloria a Aru

  • El italiano gana una dura etapa de montaña y se coloca segundo

Fabio Aru (Astana) volvió al segundo puesto de la general con una victoria en solitario en la decimonovena etapa, disputada entre Gravellona Toce y Cervinia, de 236 kilómetros, tras la que Alberto Contador mantuvo el liderato.

El italiano sacó los galones en la penúltima etapa de alta montaña para demostrar que le quedan fuerzas para volver a levantar los brazos, algo que no había desde la Vuelta 2014, cuando se impuso en San Miguel de Aralar y Monte Castrove. Superado en la general por su compañero Mikel Landa, ahora tercero, Aru se reivindicó con una exhibición explosiva en los últimos seis kilómetros de ascenso a Cervinia, en cuya cima a más de 2.000 metros de altitud firmó la cuarta victoria del Astana.

Sin problemas para Contador, quien arrancó otra página del calendario en una jornada dura, disputada a ritmo elevado y con tres puertos largos en los últimos 80 kilómetros. El madrileño marcó a Landa a la hora de la verdad y no se alteró demasiado para seguir a Aru, a seis minutos en la general. No tenía necesidad de quemar fuerzas antes del último trámite en Sestriere, donde se hará la foto final del podio del Giro 2015. El de Pinto tiene una ventaja de 4.37 respecto a Aru y de 5.15 sobre Landa.

La etapa salió a toda máquina. En las dos primeras horas se marcó una media superior a los 45 kilómetros por hora. Por entonces una fuga de nueve hombres ya estaba animando el recorrido. Entre los aventureros Betancur, Montaguti, Rutkiewicz, Ulissi, Visconti, Chaves, Kochetkov y Kiryienka. Sobresalió el empeño de Visconti, quien buscó, con éxito, el maillot de la montaña. El italiano atacó en el interminable Col de Saint-Barthelemy, un primera de 20 kilómetros, por cuya cima pasó en cabeza, seguido de Kochetkov y Kiryienka.

Visconti aguantó en el segundo puerto importante, el Col de Saint Pantaleon, que también coronó, cumpliendo con su trabajo de convertirse en el rey provisional de la montaña. Por detrás el Astana de Aru y Landa mandaba en cabeza, imponiendo un ritmo de selección. A poco de comenzar el ascenso a Cervinia tiró la toalla Visconti. Sentenciado, el hombre del Movistar no pudo luchar por la etapa. Ese objetivo lo perseguía el Astana y otros invitados a la fiesta, como Hesjedal.

No faltaron los ataques. Lo intentó Aru una primera vez a nueve de meta, pero Contador no dio permiso para que se fuera nadie, saltaba a todo. Pero no contestó al arranque de Hesjedal, quien abrió camino. Con los hombres del podio juntos, arrancó Aru a 7,6 de la cima. Y el ciclista sardo alcanzó a Hesjedal, le pasó como un avión y se fue a por una victoria que alimentó su confianza.

Contador no disputó la etapa. Las piernas ya pesan y hay que reservar fuerzas para otros objetivos. Eso lo da la tranquilidad de una amplia renta, la superioridad de un líder que acaricia ya el trofeo de las curvas doradas.

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