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Abel Gómez, todo un señor en el adiós

  • El capitán confirma su despedida con el orgullo de haber liderado al equipo en el ascenso a Primera

Después de más de un centenar de partidos vistiendo la camiseta blanquiverde, tras haberse quedado a apenas tres encuentros de haber visto renovado de manera automática su contrato, y con el orgullo de haber sido el capitán del ascenso -también, cómo no, la pena del descenso-, Abel Gómez confirmó ayer su despedida del Córdoba siguiendo los pasos de Iago Bouzón el lunes y Rene Krhin el martes. Lo hizo como lo que es, todo un señor del fútbol que ha dejado huella en un club al que llegó en verano de 2012 con el objetivo de llevarlo a Primera División, algo en lo que colaboró activamente la pasada temporada y que supone el mejor recuerdo para un futbolista que ya es "un cordobesista más". Tras una campaña "dura" que debe "servir a todos para aprender", el futbolista sevillano se marcha de una entidad que acometerá una importante reestructuración en las próximas semanas para tratar de construir un grupo que trate de volver lo más pronto posible a la máxima categoría.

Aunque en su última comparecencia de la pasada semana ya dejó abierta la puerta de salida, Abel Gómez confirmó su adiós ayer mediante una carta colgada en su cuenta personal de Twitter. "Hace tres años, nuestros caminos se cruzaron y jamás imaginé que podía coger tanto cariño a un equipo, a una ciudad y a una afición. He llorado, reído, sufrido, creído… y todo por unos colores, blanco y verde, y un escudo que representan un sentimiento incomparable. Quiero dar las gracias a todas y cada una de las personas que me han ayudado y apoyado a lo largo de estas tres temporadas. Presidente, directivos, empleados y todos los miembros del club con los que he compartido día a día y luchado por cumplir sueños", comienza la nota de un capitán que hizo especial hincapié en la inolvidable campaña 13-14 que finalizó con el ascenso.

"Nunca olvidaré ese 22 de junio de 2014, donde la ambición de un grupo de compañeros y amigos que peleó junto con el apoyo de miles de aficionados por el gran sueño de la Primera División, creímos y lo conseguimos. Me siento orgulloso de haber sido el capitán de este equipo y haber pasado a la historia por tan ansiado ascenso", recuerda un jugador que también tuvo palabras para el breve paso por la élite: "Esta temporada ha sido dura, difícil y de mucho sufrimiento, el cual tiene que servir a todos para aprender y ayudar a ser mejor".

Abel Gómez finaliza su misiva de despedida esperando "haber estado a la altura de lo que significa esta camiseta, di todo lo que pude en cada momento y espero tener ese huequito en los corazones de todos los cordobesistas, al igual que en mi corazón estará siempre y seré un cordobesista más. Deseo de todo corazón el mayor de los éxitos al club y que esta afición vuelva donde se merece. Vuestros éxitos serán los míos y así los celebraré siempre". La carta concluye con un elocuente "gracias por tanto" acompañado de un "hasta siempre" y el grito que desde ya canta la afición del Córdoba: "Volveremos".

Eso tocará hacerlo ya sin Abel Gómez, un hombre que ha defendido la camiseta del Córdoba en tres temporadas y 107 partidos oficiales -98 de Liga, 5 de Copa y los 4 del play off- y que en la recién finalizada campaña sumó 1.261 minutos repartidos en 22 encuentros (más 90 de la vuelta de la eliminatoria de Copa con el Granada). De hecho, dejó en 87 sus participaciones ligueras con más de 45 minutos en el campo, lo que lo dejó a sólo tres de los fijados para renovar automáticamente. Ahora, su futuro estará en algún otro equipo, pues aunque cuenta ya con 33 años aún no contempla la retirada ni mucho menos. Gracias por todo, capi.

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