No será un partido cualquiera para Bruno Zuculini. El centrocampista argentino, que ha perdido su puesto en el once en las últimas jornadas en el CCF, podría reencontrarse mañana en El Madrigal con un viejo amigo como es Luciano Vietto, duda para mañana por unos problemas musculares. Junto a De Paul, Centurión y Fariña, los cinco fueron piezas básicas para Racing de Avellaneda. Jóvenes y con gran proyección, los cinco diamantes de La Academia cambiaron de aires y llegaron a Europa para dar ese paso necesario en su carrera.

Tanto Zuculini como Vietto han tenido diferente protagonismo en sus clubes, siendo el delantero del Villarreal el que más suerte ha tenido en este aspecto. Zuculini fue fichado a principios de 2014 por el Manchester City, club que pagó 2,5 millones de euros por alzarse con un jugador que había jugado 100 encuentros con Racing.

Tras realizar buena parte de la pretemporada con el City, la llegada al club del futbolista Frank Lampard y la sanción que la UEFA impuso a la entidad de reducir el número de fichas de futbolistas a 21 para disputar la Champions League por incumplir el Fair Play financiero hicieron que el club inglés se planteara la cesión del futbolista. Pellegrini deseaba que si salía cedido fuese a un club de la Premier League, pero finalmente se optó porque saliera cedido a un club español. Una cesión que fue a Valencia, club con el jugó solamente 45 minutos en la primera vuelta del campeonato. Su salida era un hecho en el mercado invernal y apostó por venir a Córdoba, donde tampoco ha demostrado ese juego talentoso que se le veía en el Racing de Avellaneda.

Al contrario que Zuculini, Vietto, desde su llegada a Villarreal, ha sorprendido a todos con sus goles y su desparpajo en la punta de ataque. El argentino es la sensación del Villarreal y se ha convertido en un atacante codiciado por media Europa ("Al Real Madrid le gusta mucho", según su agente, Jorge Cyterszpiler).

El destino ha querido que mañana ambos se vuelvan a ver las caras, aunque sea en bandos contrarios. Zuculini y Vietto, dos grandes amigos que tendrán un bonito reencuentro en El Madrigal.