Con las pilas cargadas. José Antonio Romero los quiere bien físicamente para esta recta final de campeonato y las dobles sesiones de trabajo se han hecho constantes durante esta semana en la que no habrá competición por el parón de selecciones. El preparador cordobesista busca reactivar a un grupo que marcha último en la clasificación con 18 puntos y tiene la permanencia a siete a falta de 10 citas para el final liguero. Para mejorar la dinámica del equipo y conocer mejor a la plantilla, el entrenador sevillano ha programado dobles sesiones de trabajo que comenzaron el miércoles y acabaron ayer. No fueron las primeras, ya que en su primera toma de contacto con los jugadores del primer equipo, Romero ya hizo un doble entreno. Ahora, la plantilla blanquiverde tiene dos días para desconectar y volver el lunes con energía renovada para el duelo del próximo Sábado Santo ante el Atlético de Madrid.

La sesión de trabajo de ayer se condensó en algo más de tres horas por la mañana. No hubo sesión vespertina, ya que los jugadores volaron para disfrutar del descanso. Antes a primerísima hora de la mañana se citaron en El Arcángel para una sesión física, que se completó con otro ensayo más dinámico y donde la pelota fue la protagonista. En la misma, Romero estuvo encima de sus jugadores, pidiéndoles intensidad en todo momento. El técnico de La Roda de Andalucía tiene claro sus premisas para esta final de temporada, en la que el trabajo grupal debe ser el bastión de mando para lograr el milagro. Para superar este reto de altura, el preparador blanquiverde quiere que sus jugadores cambien el chip de las últimas citas.

Muy activo y pidiendo intensidad, Romero estuvo ensayando jugadas con la parcela defensiva del equipo, mientras que su segundo Carlos Losada estuvo con el frente de ataque. Todo ello sobre un terreno de juego de El Arcángel, que sigue con su proceso de resiembra y mejora para esta recta final de campeonato.

Para terminar el entrenamiento, el técnico cordobesista pidió a sus jugadores rapidez en la circulación, con conducciones cortas y siempre se mantuvo encima del poseedor del balón para que no diese más de tres toques de balón. Bajo un intenso calor, el director deportivo del CCF, Pedro Cordero, estuvo presente en la sesión de trabajo y no perdió detalle de todo lo trabajado por Romero.

Sin los internacionales en Córdoba, la otras ausencias en el verde ayer fue Fede Vico, Iago Bouzón y Deivid. El centrocampista cordobés sigue trabajando al margen del grupo por unos problemas físicos que le impidieron estar el pasado domingo en Anoeta ante la Real Sociedad. Junto al recuperador Esaú Sánchez, el jugador cedido por el Anderlecht estuvo todo el tiempo de la sesión en el gimnasio. Tampoco estuvo presente el lesionado Iago Bouzón, que sigue con los plazos de su recuperación. A ellos se sumó Deivid. El canario se ausentó del entrenamiento con permiso del club para viajar a Canarias.

La buena nueva del entrenamiento de ayer fue ver ya sobre el verde a Edimar, Crespo y Ghilas. Todos ellos apuntan, salvo recaída, al encuentro del próximo Sábado Santo ante el Atlético de Madrid. El lateral brasileño, que lleva dos semanas fuera de la convocatoria por unas molestias en la zona costal, se le pudo ver con total normalidad, al igual que Crespo. El zaguero sevillano tampoco estuvo en San Sebastián. No obstante, la presencia de los dos alivia a un José Antonio Romero que no contará por sanción ante los rojiblancos con Íñigo López, Pinillos y Pantic. El que también está ya recuperado es Nabil Ghilas. El delantero franco-argelino, máximo goleador del equipo con siete tantos, debe recuperar su mejor versión en esta recta final. El lunes, vuelta a la carga y de nuevo con doble sesión.