España busca (19:00) ante Túnez un puesto entre las ocho mejores del Mundial de Qatar en un encuentro de octavos de final que enfrentará a dos conjuntos con una concepción totalmente distinta del juego. Mientras los hispanos, vigentes campeones, apuestan por un estilo más coral en el que tienen un papel fundamental tanto el pivote como los extremos, el conjunto africano basa su fortaleza en la potencia de una primera línea plagada de cañoneros.

Esta circunstancia obligará a la defensa de Manolo Cadenas a dar un nuevo paso en la continua progresión que ha mostrado desde el inicio del campeonato para proteger a sus porteros de los violentos latigazos que ya conoce a la perfección el guardameta Gonzalo Pérez de Vargas, que padeció la potencia de fuego de jugadores como los laterales Amine Bannour y Mosbah Sanai en los cuartos de final del Mundial júnior disputado en Grecia en 2011, en el que Túnez logró la medalla de bronce.

La selección nacional deberá realizar continuas salidas en defensa para evitar cómodas posiciones de lanzamiento, sin descuidar, eso sí, su espalda, donde se mueve a la perfección el veterano pivote Isaam Tej, uno de los seis jugadores de Túnez que se mantienen del equipo que cayó ante España en las semifinales del Muandial de 2005. También figuran entre ellos el goleador Hmam y el veterano central Megannem, mientras que los supervivientes españoles son Albert Rocas, Raúl Entrerríos y el repescado Chema Riodríguez.

Igualmente exigida se verá España en ataque. Necesitará más fluidez que nunca para evitar sucumbir ante la fortaleza defensiva de Túnez, que confunde con asiduidad la intensidad con un exceso de dureza. Ese hecho obligará a los centrales Raúl Entrerríos y Chema Rodríguez a dotar de la máxima velocidad al juego ofensivo de la selección para hacer llegar el balón tanto a los extremos. Sin olvidar al central Cañellas, que, tras disfrutar de bastantes minutos de descanso ante Eslovenia, deberá convertirse de nuevo en la principal baza en ataque.