La goleada encajada en el Camp Nou sirvió para mostrar la versión más crítica de Miroslav Djukic. El serbio apareció en la sala de prensa dispuesto a quedarse tranquilo, a no dejarse dentro ni una pizca del enfado y la ira que le había causado el desenlace de un encuentro que duró "un minuto". El técnico blanquiverde lamentó que su equipo hiciera "un ridículo tremendo" ante un Barcelona "a medio gas" y echó en falta un punto más de "agresividad y orgullo" en sus hombres, aunque luego asumió él mismo gran parte de la culpa porque "ellos son fiel reflejo de su entrenador".

"La historia tuvo un minuto, y ahí acabó. Cuando recibes contra un equipo como el Barcelona el 1-0 en el primer minuto, la historia ya tiene poca historia", fueron las primeras palabras de un Djukic que aprovechó que se le cuestionara por el escaso número de faltas cometidas por su equipo para hacer una crítica exacerbada: "Pocas faltas y pocos huevos. Siento vergüenza cuando veo que Iniesta tiene más agresividad que nosotros, me duele, con todo el respeto para Iniesta porque él tiene otras cualidades. Si salimos a pedir camisetas, apaga y vámonos. Me da pena y lo siento. Lo siento y eso la gente del equipo lo va a sentir y lo va a notar, porque en mi equipo van a jugar los que tengan huevos; aunque me vaya a Segunda División, van a jugar sólo los que tengan el cuchillo en la boca, aunque no sepan jugar a fútbol".

"En esta puta vida tienes que tener algo porque si no tienes nada...", insistió el balcánico, que recordó que "éste no era nuestro partido, pero los automatismos se adquieren ante equipos grandes, y no hemos estado a la altura. Me duele y, o cambiamos algo, o no vamos a ninguna parte". Pero ahí no quedó la cosa, pues el preparador cordobesista continuó con su ataque, ya que "teníamos al Barça delante y estábamos pidiendo autógrafos y sacando fotos antes del partido. Para competir en este campo hay que tener orgullo y no lo hemos tenido". Ni siquiera salvó la primera mitad y gran parte de la segunda de los suyos, pues ese tramo final lo emborronó todo porque "el fútbol son 90 minutos, no son momentos. Si el Barcelona me marca dos goles a balón parado y no se lo ha hecho a nadie...", fue su última perla.

"No me gustó nada. Lo más importante es la actitud, que tenemos que tenerla mucho mejor. Se puede ganar, perder o empatar, pero tengo que hacer más cosas, que la gente tenga la sensación de que somos un equipo duro, dificil de batir, y el Barça lo ha hecho a medio gas hoy", apuntó Djukic, que no quiso pronunciarse sobre si este resultado afectará a los movimientos dentro de la plantilla en el mercado de invierno porque "queda una semana ahora y lo vamos a ver".

Después de ese puñado de dardos al plantel, el técnico asumió también su cuota de responsabilidad. Incluso, llegó a indicar que "toda la culpa" es suya, pues "ellos son fiel reflejo de su técnico; no es que yo soy un fenómeno y ellos han hecho el ridículo. Hemos hecho un ridículo tremendo y no me gusta la actitud. Podemos perder, porque entra dentro de lo normal, pero tenemos que tener más agresividad que el Barcelona; si quieres hacer algo aquí, sabiendo que son mejores, tienes que tener más actitud que ellos".